Hace dos semanas atrás tuvimos la oportunidad de acercarnos un poquito a la organización La Poderosa, de sentir así, sin aspavientos, su fuerza, su convicción, su certeza, su creatividad, sus búsquedas, su tenacidad. ¿Cómo no compartirla con nuestros radioescuchas, pensamos? Y entonces entrevistamos a un compañero en el programa del viernes 24 de abril pero… ¿cómo no compartirlo más aún, como inspiración de lucha, de resistencia, de vida misma? Entonces decidimos transcribir la entrevista y, con ella, “hacerle coro” al artículo que desde Buenos Aires ha sido escrito por Mariano Quiroga, quien tuvo el privilegio de compartir el lanzamiento del primer libro de la organización, el jueves pasado jueves 30 de abril.
En su página Web, encontramos una definición hecha por ellos mismos: “Elegimos ser La Poderosa con el fin de reivindicar el concepto de la palabra poder, opacar esa connotación negativa, que heredamos del poder entendido y malversado por la política tradicional, con la connotación positiva e indiscutible del poder popular, de la fortaleza innegable que tenemos unidos los que elegimos construir colectivamente, un mundo más justo.”

Algo muy distintivo del Colectivo, que tiene que ver con esta condición de lo grupal, se comunican con otros medios desde esa condición de pueblo, de asamblea.

Durante la entrevista, les volvimos a preguntar ¿qué es La Poderosa?

La Poderosa es un colectivo, es una fuerza social, una articulación de asambleas de villas y barrios de distintas provincias de la Argentina, que venimos construyendo juntos desde hace 10 años espacios de educación popular, cooperativas de trabajo, en la dinámica de las asambleas de cada uno de nuestros barrios, y que desde 4 años tenemos un medio de comunicación independiente, objetivo, sin pauta oficial, sin pauta comercial que se llama La Garganta Poderosa y que nos permite poner sobre la mesa un montón de las problemáticas que nuestros barrios viven desde hace décadas.

La Poderosa es una gran organización de los vecinos y habitantes de los barrios, las villas como se las conoce en la Argentina.

¿Qué es lo que hace poderosa a La Poderosa?

Lucha, resiste… La Poderosa es una plataforma en la que intentamos organizarnos; encontrarnos entre vecinos de distintos barrios que venimos luchando por la urbanización de nuestros barrios históricamente postergados y construir un mundo un poco mejor. La Poderosa no tiene una filiación partidaria – política, pero se llama así porque así se llamaba la moto del Che Guevara, que usó cuando empezó a recorrer esa Patria grande que conforma esa identidad de todos nuestros barrios. Por que las villas argentinas no están con argentinos, hay un montón de destinos de esa Patria grande sin fronteras, que todos los días desayunan algo distinto de acuerdo a su cultura y que todos juntos conforman la cultura verdadera de nuestros barrios.

¿Tienen alguna reflexión sobre el tema de la migración? ¿Es un tema que abordan?

Sí, en la portada de La Garganta ha salido gritando Evo Morales, Pepe Mujica; el corazón de nuestro barrio está conformado por comunidades guaraní, aymara… gente de Argentina y ahora definitivamente nos sentimos hermanos de una misma historia y una misma esperanza, y ahora luchamos juntos por las mismas cosas.

El tema de la migración nos toca todo el tiempo a través la discriminación y mediante los canales y medios de comunicación que tenemos tratamos de mostrar la realidad de nuestro barrio, de todos los trabajadores que vienen luchando desde hace un montón de tiempo por el resurgimiento de una Patria que ha sido saqueada y que sigue resistiendo, justamente, desde esas trincheras que han generado los propios trabajadores; creo que hay esta mini discriminación a costa de la inmigración a distintas escalas.

Pasa en las grandes capitales porque se quejan los porteños de la gente que viene del interior de las provincias, pasa en determinados países por la gente que cruza las fronteras.

A nosotros nos dicen usurpadores porque estamos en barrios que no son barrios formales, barrios en los que las familias han construido allí sus casas, sus historias, sus comedores, sus escuelas, sus centros comunitarios.

Entonces cuando a los “villeros” nos dicen que somos usurpadores nosotros decimos que primero que no lo somos porque la Constitución avala que la tierras que durante más de 20 años han sido conformadas culturalmente por una comunidad, le pertenezcan a esa comunidad; pero aún si modificaran la Constitución, para que fuéramos usurpadores los “villeros” y los “villeros” tuviéramos que devolver esas tierras, entonces al día siguiente les exigiríamos a sus nuevos dueños, que las ordenen, pidan perdón, las dejen como estaban y se las devuelvan a los habitantes originarios de esta Patria grande que han sido los primeros saqueados.