Informe especial. El rol del Estado provincial neuquino y Corfone S.A. en los incendios y la “emergencia hídrica” actual en la provincia de Neuquén

Kiñe | Uno

El “bosque de pinos” del Vía Christi

Cuando era chico pasaba mucho tiempo caminando entre los cerros donde ahora está instalado el Vía Christi (paseo de esculturas católico) de Junín de los Andes. Recuerdo que caminaba por esos extensos senderos pisando una capa de palitos amarillos, residuos de los pinos, donde me sentaba e incluso intentaba hacer casitas pequeñas con esos residuos secos. En esos trayectos -que podían durar toda una tarde- sólo podía ver pinos. De tanto en tanto aparecía alguna lagartija de colores llamativos o algún alacrán camuflado entre la tierra. Por un tiempo prolongado me convencí, como muchas personas con las que me crié, que los bosques estaban constituidos sólo por una especie de árbol: el pino. Muchas veces incluso he llegado a emocionarme por sentir el aroma a pino en otras ciudades como Buenos Aires; emocionarme de la misma forma en que me emociono en la actualidad cuando escucho el sonido de un chimango sobrevolar las calles de Junín de los Andes, una de las únicas ciudades donde se los puede escuchar.

En ese tiempo, cuando era niño, no conocía las palabras extractivismo, monocultivo, plantas autóctonas, empresas forestales. De a poco fui entendiendo y concibiendo que el espacio que quedaba para las plantas medicinales (que aún se siguen usando) era muy reducido en comparación al que ocupaban los «bosques de pinos» implantados ,como el que rodea al Vía Christi. Lentamente comencé a comprender que ese «bosque de pinos» implantado podía consumir miles de litros de agua en un sólo día. También entendí que las plantaciones de pino correspondían a un plan estatal destinado concretamente (como asegura Ricardo  Schaljon, actual presidente de la forestal Corfone S.A.) a ocupar (y mantener ocupados) los territorios usurpados durante la Campaña Expedicionaria al Desierto.

Epu | Dos

Corfone S.A. consume con un sólo “bosque de pinos”, 10 millones de litros de agua por día

En un informe publicado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el 2015 se revela una tabla comparativa entre el tamaño de un pino y la cantidad de litros de agua que el mismo puede consumir en un día. Por ejemplo: si un pino mide 30 cm consume 30 litros de agua por día, mientras que si otro pino llega a medir 100 cm (1 metro) consume 100 litros de agua por día. Por lo tanto, ¿cuánto puede consumir una plantación de 10 mil pinos de 10 metros cada uno (el tamaño que tiene un pino al ser cortado es superior)? El número es desbastador: ese «bosque de pinos» consume 10 millones de litros de agua por día. Ahora multipliquemos este último número por los 365 del año. El resultado es verdaderamente alarmante e indignante: 3.650.000.000 de litros de agua por año. ¿Por qué se obvia esta información cuando se aborda la problemática de los incendios y la actual «emergencia hídrica» en Neuquén? ¿Quiénes son los responsables de semejante despropósito? ¿Las autoridades provinciales van a negar los datos suministrados por el INTA? Si no es así, como revela el INTA, ¿cuánta agua consume al día, para el Estado provincial neuquino, un pino de diez metros de altura? ¿Lo pondrán en discusión en algún momento durante los diferentes incendios que sufre la provincia o seguirán, como el Estado Nacional, sosteniendo el relato del «cambio climático»?

Kvla | Tres

La destrucción de la medicina milenaria de los pueblos como consecuencia de la construcción de muebles inservibles y descartables

En estos mismos cerros de Junín de los Andes en discusión, así como en la mayoría de los territorios del sur del país, existen plantas medicinales curativas milenarias que son parte de la medicina actual de los pueblos. Voy a mencionar sólo cuatro ejemplos que se encuentran en peligro como consecuencia directa de la plantación de «bosques de pinos» implantados (sin obviar la presencia del pehuén que también corre el mismo peligro). En primer lugar voy a mencionar a la planta del Ñancolawen, una planta rastrera de color verde intenso que entre sus muchas propiedades sirve para curar y enfrentar problemas pulmonares graves, incluida la tuberculosis. Esta planta medicinal es conocida por tener un fuerte olor en su raíz. En segundo lugar, voy a citar al matico o pañil de hojas verdes grandes alargadas. Sus propiedades son útiles para problemas intestinales, fundamentalmente problemas de hígado. En tercer lugar, podemos encontrar en los cerros de Junín zarzaparrilla, una planta medicinal roja, que crece como la lavanda en espacios abiertos, con propiedades curativas que permiten tratar problemas de circulación sanguínea. Por último y en cuarto lugar, voy a mencionar a la paramela, una planta medicinal de bajo tamaño y flores amarillas. Sus propiedades sirven para tratar dolores reumáticos, óseos, así como digestivos y respiratorios.

Dada la gran expansión e invasión de los «bosques de pinos», todas y cada una de estas plantas logran sobrevivir en los cerros, en lugares reducidos cercanos a vertientes de agua dulce. Es decir que estas plantas, como los animales y las aves, han tenido que adaptar su presencia en la Patagonia debido al desarrollo desproporcionado de los «bosques de pino».

Las personas que han caminado por estos cerros u otro «bosque de pinos», saben y reconocen que el suelo donde se apoyan sus pies es extremadamente seco, cubierto de los residuos amarillos de las ramas.

Por otro lado, nombro y menciono estas plantas medicinales dado el contexto de aislamiento social en el que nos encontramos en la actualidad, en donde se ha dado por legitimado (sin discusión alguna) que es la medicina occidental la cura de todos los males. Existe, por supuesto, una directa relación entre el avance de las nuevas tecnologías, el pensamiento científico occidental y el avance del extractivismo en los territorios, no sólo locales, sino también de toda Latinoamérica.

Meli | Cuatro

La presencia de la forestal Corfone S.A. en los territorios y el constante aporte estatal

Corfone S.A. se fundó el 1º de diciembre de 1974, dentro del Lote 39 (Aluminé), y creció al ritmo de la última dictadura cívico–militar ejecutada en la Argentina. Desde un primer momento sus fundadores y los líderes políticos provinciales de esa época miraron con ojos ambiciosos y acaparadores el territorio.

“Cuando Don Felipe (Sapag) entró, la provincia se estaba armando recién. Era todo un desierto, por lo tanto había muchas posibilidades de hacer, pero sin gente con iniciativa para hacerlo. Me llamó a mí también. ‘¿Para qué me llamará este hombre?’, me pregunté. Me llamó para ofrecerme un cargo en su gabinete. Y desde entonces lo acompañé toda la vida».

Está frase fue pronunciada por Reynaldo Gutiérrez (abuelo del actual gobernador de la provincia de Neuquén) en una entrevista realizada (en 2016) por Radio y Televisión de Neuquén, dado que Reynaldo fue el primer presidente de Corfone S.A., designado por el propio Felipe Sapag (ex gobernador de la provincia de Neuquén e integrante de una de las familias que más hectáreas de tierras posee en esta provincia). El relato de Reynaldo Gutiérrez es muy elocuente, retoma el discurso colonial y negacionista de la Campaña Expedicionaria al Desierto, en donde se afirma que la Patagonia era un desierto (a pesar de la inmensidad de los ríos y los lagos) y que las pocas personas que habitaban eran salvajes, brutos e incapaces de cualquier tipo de progreso (extractivo).

En este mismo material audiovisual se puede escuchar también la voz del actual presidente de Corfone S.A., Enrique Schaljo.

“Corfone es una herramienta, un instrumento de política de gobierno en cuanto a generación de riqueza, generación de puestos de trabajo y ocupación del territorio. Eso es, por lo menos, lo que yo pienso que es Corfone. Y creo haber entendido el pensamiento de los fundadores”.

Y es en este último punto, la ocupación del territorio, donde el estado provincial neuquino ha trabajado enfáticamente para que Corfone S.A. permanezca en la provincia, expandiendo su jurisdicción empresarial por varios puntos estratégicos, que curiosamente son los mismos que hoy se están incendiando  (Lote 39 y Abra Ancha).

Específicamente, desde la década de los ’90 figuran distintos edictos del boletín oficial provincial (Neuquén) en donde se beneficia a Corfone S.A. de distintas maneras (con los mismos beneficios que han recibido empresarios forestales como los hermanos Rocco, Luciano Benetton y Papel Prensa (véase ¿Quiénes son Osvaldo y Rolando Rocco? y ¿Cuáles son los vínculos de la familia Benetton en la Argentina?) otorgando créditos, licitando proyectos estatales sin necesidad de participar de concursos públicos, ejecutando exenciones de pagos (impuestos inmobiliarios e impuestos por sellos) y condonando multas.

Es decir que Corfone S.A. se ha permitido usurpar territorio preexistente ocupándolo como propio, convirtiendo ese territorio en un bien económico y productivo (para su propio beneficio) en detrimento de todas las formas de vidas del territorio y ni siquiera es capaz de pagar  impuestos mínimos, como los impuestos de sello, mientras que parte de la población de Neuquén debe someterse a largas moratorias para poder pagar cada centavo que les exige al AFIP, muchas veces por deudas ilegítimas.

Pero haciendo un rastreo más profundo no sólo Corfone S.A. es noticia en los boletines oficiales. En un ensayo publicado recientemente (2019) por Olga Capua y Adriana Martínez, se pueden visibilizar las relaciones jurídicas entre Nación, la provincia de Neuquén y las comunidades mapuche cercanas a la ciudad de Aluminé dentro de la Corporación Interestadual Pulmari, mostrando los roles protagónicos de, en términos de hectáreas, Corfone S.A., gendarmería nacional y terratenientes extranjeros.

En esta corporación se puede encontrar nombres de funcionarios públicos reconocidos de la provincia que profundizan el rol y las operaciones de Corfone S.A. en el territorio. El propio Enrique Schaljon desde 2010 es representante del Ejecutivo Provincial en el directorio, así como el actual intendente de Aluminé, Gabriel Álamo y Sandro Badilla (actual ministro de Turismo de la provincia de Neuquén) ocupan roles jerárquicos también en dicha corporación. ¿Alguno de estos funcionarios se animará a poner en tela de juicio el rol de Corfone S.A. en la “emergencia hídrica” actual?

De la misma forma, la página oficial de la Corporación Interestadual Pulmari inicia el relato de su historia afirmando que «La tierra que ocupa actualmente la Corporación Interestadual Pulmari perteneció al territorio nacional de  Neuquén. A principios del siglo veinte (1905) se establece la Estancia Pulmari de la familia Miles, con una superficie de 67.000 hts». Retoman, de esta forma, el mismo discurso de Reynaldo Gutiérrez cuando afirma que antes de la llegada de los hombres con iniciativa, la provincia era un desierto improductivo.

En este sentido, es imposible desligar la etapa de la Campaña Expedicionaria al Desierto, de la usurpación de los territorios por parte de la gendarmería nacional (y posteriormente por terratenientes como Joe Lewis y Luciano Benneton), los procesos evangelizadores en la provincia (y el país) y la presencia de Parques Nacionales en todos los territorios. Sin ir muy lejos, una de las tantas referencias y convenios para reafirmar estas alianzas sobre el territorio, es la reciente construcción de una confitería sobre el Vía Christi de Junín de los Andes con “tecnología” de Corfone S.A. 

La iglesia, Parques Nacionales y la industria forestal trabajando juntos en nombre del porvenir de la gente. Una tríada infalible a la hora de apropiarse de los territorios y provocar todo tipo de sacrilegios en nombre del progreso extractivo. Prueba de ello también es el emprendimiento inmobiliario que se pretende desplegar justo debajo de la confitería, donde es sabido por la población de Junín de los Andes que se asientan los restos humanos de un cementerio mapuche. ¡Hay que tener estómago e inconsciencia para armar una casa —y por tanto la vida— sobre un cementerio indígena! ¿Qué necesidad de cometer semejante sacrilegio?

No podemos negar que en términos de comportamiento sociocultural oscilamos entre las películas de navidad y las de terror estadounidense, aunque de yankies portemos  bastante poco.

Kechu | Cinco

La nieve en este lado del hemisferio cae en los meses de junio y julio

Todas las personas del sur de la provincia del Neuquén han presenciado históricamente como la nieve ocupa el paisaje de las ciudades de San Martín, Junín de los Andes y Aluminé durante los meses de junio y julio. Y también han presenciado como la imagen más recurrente al respecto es ver, por su altura, a los inmensos pehuenes tapados de un manto blanco en sus copas. Sin embargo, como si intentáramos pelear contra la naturaleza y el hemisferio que nos compromete como personas, insistimos en armar, durante el mes de diciembre, pinos de navidad artificiales para cubrirlos con algodón, simulando la forma y el color de la nieve. Incluso, si andamos con tiempo y energía, somos capaces de representar a Papá Noel, blanco y robusto, que contrasta drásticamente con nuestras características fisiológicas. ¿Por qué nos embarcamos en simular realidades ficticias? ¿Por qué las hemos aceptado durante tanto tiempo? ¿Por qué aceptamos año tras año continuar con este tipo de artificios e imposturas, sabiendo que es junio el mes de la nieve, negando paralelamente que justo en este mes las comunidades ancestrales de este lado del territorio (no sólo mapuche) se reúnen para iniciar el cambio de ciclo estacional?

Los procesos coloniales en la Argentina, como también en el resto de Latinoamérica, están cargados de artificios e imposturas que pretenden, como objetivos de blanqueamiento, hacernos olvidar dónde estamos, quiénes somos y qué virtudes tiene nuestro territorio (y por lo tanto que virtudes tenemos nosotros mismos). «Las futuras generaciones tienen la obligación de volver a plantar para que las siguientes generaciones puedan gozar de los productos del bosque», afirma Enrique Schaljon, resumiendo la estrategia de expansión a futuro de la empresa Corfone S.A.

El agua dulce de los ríos Aluminé, Malleo y Chimehuin nos alimentan y permiten que otras formas de vida crezcan. El pehuén da un fruto milenario que ha alimentado históricamente a un pueblo nación completo. El ñancolawen, la zarzaparrilla, la paramela, la nalca, el pañil, el natre y el neneo curan, mejoran la salud, el cuerpo y por lo tanto la mente y el ánimo. ¿En qué nos mejora la vida el pino? ¿Cuáles son sus virtudes y propiedades curativas? ¿Lo necesitamos realmente? ¿No es acaso una madera de mierda?

Discutir y colocar en tensión las visiones de mundo y los elementos foráneos (incluida la flora y la fauna) significa reveer la escala de valores y principios de un pueblo. ¿Cuántos espacios, formas de vida y conocimientos ancestrales coloca en riesgo el pino implantado o cualquier forma de monocultivo? ¿Se justifica? ¿En nombre de qué o quiénes? ¿Para beneficio de un grupo de empresarios blancos que sólo buscan satisfacer intereses personales? ¿Para justificar la construcción de muebles descartables? ¿O justificar el consumo de leña? ¿Acaso las comunidades no se han calefaccionado históricamente sin la necesidad de recurrir al pino u otros arbustos implantados?

Cuando se extienden las plantaciones de pino en el territorio ¿el Estado provincial neuquino considera realmente las consecuencias sobre las comunidades, la vida de otras especies autóctonas y el agua? ¿Por qué Corfone S.A. y el Estado provincial neuquino, cada vez que hay un incendio en sus “bosques de pinos” se hacen los desentendidos, como si sus propios bosques no fueran los responsables del fuego y la sequía en los territorios, acusando y dirigiendo las responsabilidades a particulares, «mapuche terroristas» o el cambio climático (que todavía fehacientemente no sabemos a qué o a quién está haciendo referencia concretamente este concepto)? ¿Cuál es el rol de los medios masivos locales en la invisibilización de la responsabilidad de Corfone S.A. en la «emergencia hídrica? ¿De qué manera medios como La Mañana de Neuquén y Diario Río Negro sostienen el discurso del «cambio climático» replicando el mensaje de que los únicos responsables de los incendios en la región son las tormentas, el calor y el viento, sin colocar en tensión el consumo agua que se tragan impunemente los «bosques de pinos» de Corfone S.A.?

Desde 1974 Corfone S.A. con un sólo «bosque de pinos» de 10 mil unidades ha consumido un total de 171.550.000.000 litros de agua. ¿Alguien puede negar que este número escandaloso está vinculado con la situación ambiental que atravesamos en la actualidad en la provincia de Neuquén?

Quizás un día podamos comenzar, aunque sea lentamente, a dejar de bendecir el pino navideño para ser más sinceros y consecuentes con nuestro propio hemisferio, en defensa del agua y el conocimiento presente en el territorio, que es finalmente el que nos permite mantener y desarrollar una vida sabia y equilibrada en comunión con el resto de las formas de vida que nos acompañan hace miles de años.