Celestino Córdova: el machi que respira como respira la humanidad

 

Temuco, Ngulu Mapu. El machi respira lento. El machi está preso. El machi Celestino Córdova no está en su rewe. El machi Celestino Córdova no puede ejercer su rol ancestral. Tampoco puede dormir, ni trabajar la madera, ni sembrar su huerta. Celestino Córdova no puede estar presente y acompañar todos los días a sus cinco hijos y a su compañera. Al machi Celestino Córdova se lo ha despojado de todas las características y los elementos que acompañan su rol como autoridad filosófica y espiritual. El machi Celestino Córdova está en huelga de hambre. El machi Celestino Córdova padece una falla renal que puede convertirse en una herida irreversible, como así también padece dolores en sus piernas y corre el riesgo de no volver a caminar. Como en la época de la invasión española, un machi mapuche corre el riesgo de morir padeciendo en cautiverio. ¿Por qué no sabemos nada sobre el machi Celestino Córdova? ¿Por qué no nos moviliza ni sensibiliza su cautiverio? ¿Por qué el mecanismo de tortura que se está ejecutando sobre su cuerpo y espíritu no es parte de los grandes debates contemporáneos? ¿Por qué el Estado chileno no permite que esta autoridad ancestral vuelva a su territorio, para cumplir con su rol ancestral? ¿Por qué al Estado chileno le conviene que Celestino Córdova esté encerrado entre paredes de concreto, padeciendo la ausencia de su espacio de conocimiento y de diálogo con todo los che (gente) que habitan el WallMapu (país mapuche)?

Introducción

El machi Celestino Córdova fue condenado (en 2014) a 18 años de prisión en una causa armada por el Estado chileno (para entender el caso del machi es importante contextualizar la figura de testigo protegido y la declaración del testigo José Peralino). Nunca se probó debidamente que el machi Celestino Córdova haya participado del incendio de una hacienda donde murieron Werner Luchsinger y Vivianne Mackay (enero de 2013). Sin embargo hoy, el machi (como otros presos políticos mapuche) ya lleva siete años de reclusión en una cárcel de Temuco. Un hecho que atenta tanto contra su integridad personal como la de todo un Pueblo Nación. En la actualidad, el machi Celestino Córdova lleva 72 días en huelga de hambre. Esta acción forma parte de la segunda huelga desde su encierro.

Kiñe | Uno

42 pulsaciones por minuto

Nadie puede negar que vivimos tiempos difíciles. Atravesamos un momento histórico en donde las partes más débiles del mundo perecen (personas enfermas, ancianxs, familias en situación de vulnerabilidad económica) y los elementos esenciales para la vida (ríos, lagos, cerros, volcanes; flora y fauna autóctona) son atacados y diezmados en nombre del progreso neocolonial y neoextractivista. En este contexto de malestar generalizado el machi Celestino Córdova respira como respira la humanidad. El machi Celestino Córdova ostenta convertirse en un signo icónico de resistencia y contemplación ante un mundo que perece y padece de la misma forma que padece él. Sin embargo, pocas personas tanto en el Puel Mapu (Argentina) como en Abya Yala se han dado por aludidas. ¿Desconocimiento? ¿Desinterés? ¿Falta de empatía? ¿Miedo a represalias? Las respuestas ante la apatía sistemática por la situación de esta autoridad espiritual y filosófica pueden ser múltiples, diversas y complejas. Lo concreto es que Celestino Córdova, por estos días, carga en su cuerpo el dolor del territorio y el pueblo que lo vio crecer. Un dolor que expresa el desequilibrio que se ha producido sistemáticamente en el mundo, por desprecio, codicia y deshumanización hacia y sobre las personas y los saberes ancestrales que todavía siguen hablando, que todavía siguen contando, convocando a todos los che del territorio.

En un informe pericial antropológico presentado por un grupo de antropólogos mapuche (entre ellos José Quidel) en el caso, se expone la voz de la machi María Huentelén, una de las personas que atendió y siguió de cerca el camino como machi de Celestino Córdova.

“El encierro va produciendo toda esta crisis y ello continuará en la medida en que se encuentra encerrado. Es muy posible incluso que halle la muerte de esta manera. Si no es la muerte caerá gravemente enfermo. El problema fundamental se manifiesta en el estómago y en las piernas y allí quedará en un estado de invalidez”.

Este pronóstico de María Huentelén, no es muy alejado al descripto por María Leonor Olate, una médica cirujana que fue amenazada y violentada para que deje de asistir y visitar a Celestino Córdova. “42 pulsaciones por minuto”, se puede leer dramáticamente en el informe. Además, Olate detalla:

“La situación de salud del machi presenta un grave deterioro y un evidente riesgo de secuelas severas irrecuperables, sumado al estado de labilidad que le confiere su prolongado ayuno e inmunosupresión, que lo expone al contagio y desarrollo de un cuadro grave de Covid – 19, y a una descompensación secundaria al prolongado período de huelga y ayuno, entrando a fallar mecanismos propios de la compensación metabólica secundaria a la falta de alimento; pudiendo producirse una falla renal, cardíaca o multiorgánica que pudiera significar su muerte.”

Como en antaño y durante el intento de expansión de la corona española en el WallMapu las autoridades ancestrales nuevamente son hostigadas por nuevas formas de tortura y pestes incuantificables. Algo de lo que Celestino Córdova es consciente y ya ha advertido en diferentes oportunidades, tanto dentro como fuera de la cárcel. Recientemente el machi Celestino Córdova hizo pública, a través de sus voceras, una carta escrita el pasado 12 de julio de 2020, en donde se lee la siguiente advertencia:

“En un posible fallecimiento le pido a mi pueblo nación mapuche, a no bajar la guardia, a luchar hasta hacer que el Estado chileno se coloque a la disponibilidad de devolver nuestro  territorio ancestral mapuche, los recursos naturales vuelvan a todos sus habitantes que hoy muchos de ellas y ellos se encuentran privadas y privados de libertad por parte del Estado chileno, provocándoles mayores daños y perjuicios en el ámbito espiritual, personal y socioeconómico”.

Por supuesto que al interiorizarse en la causa y luego de leer estos tres fragmentos que menciono, la indignación no espera invitaciones personales para hacerse presente. Sin embargo, un manto de pasividad y desinformación rodea la situación actual del machi Celestino Córdova; una situación actual que es urgente y forma parte de la última etapa de un largo y frondoso historial de violencia en contra de esta autoridad espiritual y filosófica. En este sentido, mi responsabilidad como periodista, educador intercultural y activista mapuche, es sensibilizar que para que Celestino Córdova llegue a este estado de vulnerabilidad y violencia, se tuvieron que primero violentar, invisibilizar y ningunear aspectos y elementos esenciales para el desarrollo de la cultura social, política y espiritual mapuche. Por lo tanto, resulta difícil responder al llamado desesperado y la advertencia de esta figura ancestral, si primero no se contextualiza la dimensión de las concepciones de los roles ancestrales, la identidad territorial y  el sueño premonitorio.

Epu | Dos

La ausencia del territorio: pu trayenko, pu lawen ka rewe

El territorio para un mapuche, para un hijx de la tierra, para un(a) machi es irremplazable, no puede ser sustituido. El ser mapuche no puede ser desplazado hacia otro espacio para cumplir con sus funciones sociales–culturales. Dentro del rol de un machi, es el machi el que debe interactuar e intervenir en su rewe; no puede hacerlo otro persona.

Si un machi está encerrado, el resto de la comunidad mapuche padece; las fuerzas y la naturaleza padece. El mundo espiritual entra en desequilibrio y con ello el mundo material también. Este efecto es bien conocido por parte de los Estados nacionales argentinos y chilenos (no en profundidad, pero lo intuyen). Volviendo a otro pasaje del informe antropológico, antes citado, se puede leer:

“La situación de privación de libertad le impide contar con las condiciones y elementos necesarios para mantener el equilibrio y armonía personal así también familiar, el lof mapu (comunidad y espacio territorial) y el waj mapu (mundo). No estar en contacto con ni cuidar las fuerzas de la naturaleza, ni de los espíritus ancestrales, los newen, püju y geh; no contar con los instrumentos rituales-simbólicos ni con los animales ni con los baweh son todas situaciones que están alterando progresivamente la salud y bienestar del machi, amenazando desarticular el orden cosmo–ecológico y moral de su familia, lof mapu y waj mapu”.

La no presencia de Celestino Córdova ha dejado un vacío en su espacio territorial, en su rewe, en el hogar junto a sus hijxs y su compañera, pero también ha quedado vacío un espacio en la huerta familiar, en la labor de la madera que mantenía, en la ayuda que ofrendaba en su comunidad; como el río o un volcán, un machi organiza, equilibra, dialoga con todo el mundo vivo que escribe en la naturaleza. Giovanna Tafilo, werken del machi, me cuenta cómo deben llevar agua desde los afluentes (trayenko) cercano a la casa y el rewe de Celestino Córdova hasta la cárcel, como una forma de mantener el contacto entre el espacio territorial, el conocimiento que allí habita y el machi que permanece recluido.

El machi respira lento como respira lento en este momento la humanidad. ¡No es casual! El machi nos advierte con su propio cuerpo la tragedia del mundo venidero que ostentamos no mirar ni actuar en consecuencia, como ostentamos no mirar ni actuar en consecuencia por la situación crítica y urgente de esta autoridad ancestral.

Küla | Tres

Pewma: “una invasión de ratas comerá a nuestro lado”

Un(a) machi sueña, y lo que sueña se convierte en realidad. Otras fuerzas cercanas a él, inmersas en la naturaleza le hablan, le advierten, le cuentan la verdad. El machi reconoce imágenes concretas, nítidas; el machi interpreta, habla, aconseja. El machi Celestino Córdova soñó con la pandemia antes que la pandemia nos invadiera; el machi soñó, inclusive, con lo que ocurrirá luego de esta etapa de aislamiento social. “Una invasión de ratas nos someterá. Tendremos que comer con ellas al lado; convivir con ellas. Tendremos que dejar comida apartada para que no nos coman nuestro alimentos”, me relató Giovanna, a través de una entrevista telefónica.

El pewma, para el mundo mapuche, no resulta un hecho anecdótico, individual y aislado como nos lo ha enseñado la escuela y el pensamiento occidental. El sueño premonitorio “construye camino” afirma la ülkantufe (música) Bárbara Taboada. El sueño compromete a la persona que lo transita, el territorio que lo secunda y el resto de los che contemporáneos (y de otros tiempos también) que lo acompañan.

Meli | Cuatro

El rol de un(a) machi

El Estado chileno y el poder empresarial transnacional tienen razones específicas para atacar, someter y mantener cautivo el rol de un machi. ¿Por qué los roles ancestrales en las sociedades blancas, capitalistas y patriarcales no son contempladas? Estos roles son negados, invisibilizados y perseguidos estratégicamente desde la propia creación de los Estados Nación en Latinoámerica (incluido Chile y Argentina). ¿Por qué el Estado chileno necesita que una autoridad filosófica como un machi se mantenga encerrado entre cuatro paredes, como si fuera un peligro para la sociedad chilena?

Las decisiones más importantes del Pueblo Nación mapuche han estado determinadas por los pewmas y la lectura y comprensión de lxs machi de estos sueños. Resulta incomprensible intentar pensar la visión de mundo de este pueblo ancestral sin entender el impacto político y social de un sueño premonitorio y el rol de un(a) machi en la interpretación del mismo. ¿Qué se interpone en este camino de sabiduría? ¿Cómo nos afecta como individuxs y comunidad no ser conscientes de estos conocimientos y no actuar en defensa de los mismos? El sendero acaparador del proyecto de mundo de los Estados neocoloniales que persisten y persiguen la muerte de los elementos esenciales para la vida (acuíferos de agua dulce) resulta la respuesta más pertinente para entender por qué el machi está como está y cuál es nuestra responsabilidad en dicho cuadro de situación. Algunos (muchxs) defienden la muerte en sus múltiples formas (inclusive la muerte de los conocimientos milenarios), el machi Celestino Córdova, en su padecimiento y su respiración lenta, demuestra todos los días ser un fiel defensor de la vida. El llamamiento que está produciendo el machi Celestino Córdova con su cuerpo, tanto en la cárcel como en el hospital, es un llamamiento hacia todos los che que habitan el territorio, tanto los tangibles como los intangibles; como el sonido de un kultrun, el machi Celestino Córdova, nos está convocando para que nos reunamos, para que hablemos, para que pensemos estrategias y estemos atentxs a los mensajes del territorio, en un momento especial en donde la devastación mundial es inminente y amenaza violentar a cada uno de los cuatro puntos cardinales de la tierra (Meli Witran Mapu). El machi Celestino Córdova está colocando en riesgo su propio cuerpo para visibilizar el hostigamiento actual sobre los pueblos ancestrales y las pestes que devendrán como mecanismos de defensa de la naturaleza por los continuos atentados perpetrados en contra de los acuíferos de agua y los ngen territoriales esenciales e imprescindibles para la vida. En el cuerpo de Celestino Córdova reside la evidencia de cómo respiramos en la actualidad como humanidad; actuar en consecuencia es un deber, una responsabilidad, que no puede ser otra cosa que posicionarnos como custodixs de la naturaleza, frente a lxs distintxs opresores y las formas contemporáneas (aunque arcaicas) de disciplinamiento y cautiverio.