Hoy se cumple el octavo aniversario de la muerte del pensador y escritor argentino Mario Rodríguez Cobos, quien escribió bajo el seudónimo de Silo. El fundador del Humanismo Universalista o Nuevo Humanismo se describió a sí mismo simplemente como un escritor y pensador.

Que su legado va mucho más allá de eso está fuera de toda duda. En esta ocasión nos gustaría publicar extractos del prefacio del libro Silo a cielo abierto de su amigo Darío Ergas.

«Silo insistiría muchas veces después de eso que una cosa es el dolor y otra el sufrimiento. El dolor se supera con el avance de la ciencia y la justicia, pero el sufrimiento es mental, es propio de la conciencia y no puede ser superado por el progreso científico o político; requiere de un esfuerzo evolutivo para diferenciar el motor esencial de la vida humana de los deseos, que nos atrapan y nos distraen del verdadero sentido. Las tareas más nobles del ser humano, repetiría de muchas maneras, son la superación del dolor y del sufrimiento. […]

“Humanizar la Tierra”, este fue el impulso que desarrolló un movimiento humanista mundial y dio origen a las más diversas organizaciones culturales, políticas y sociales. A medida que la acción del Movimiento se fortalecía, Silo esbozó las tesis del Humanismo Universalista o Nuevo Humanismo. En ellas se pone en primer lugar a la existencia antes que cualquier idea, generalidad o superestructura que pudiera decirse sobre el ser humano particular y concreto. Desde el análisis existencial Silo rescata una actitud básica común del ser humano independientemente de su época y de su cultura que llama la actitud humanista. Esta actitud se caracteriza por poner como máximo valor la vida humana y la libertad humana y las encuentra en los momentos históricos en que

1) el ser humano es el máximo valor por encima del dinero, la religión, el Estado, los modelos y los sistemas sociales;

2) se impulsa la libertad de pensamiento;

3) se propicia la igualdad de derechos y oportunidades para todos los seres humanos;

4) se reconoce y alienta la diversidad de costumbres y culturas;

5) se lucha contra toda discriminación;

6) se consagra la no violencia como metodología de cambio y se repudia toda forma de violencia sea física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica o moral.

Desde diferentes ángulos Silo desarrollaría durante las décadas siguientes estos temas del sufrimiento, la muerte, la trascendencia y el proyecto humano. Desde la psicología en “Experiencias Guiadas”, “Psicología de la Imagen”, y “Apuntes de Psicología”; desde la Historiología, en “Discusiones Historiológicas”; desde la sociología y la política en “Cartas a mis Amigos”; desde la antropología cultural en “Mitos raíces universales”; desde la moral y la mística en diferentes charlas recopiladas en “Habla Silo”; desde la literatura en los cuentos del “Día del león alado”; desde el humanismo en el “Diccionario del Nuevo Humanismo”. Sobre todo, desde la acción, no sólo como esbozo teórico, sino en la puesta en marcha de un movimiento mundial para el desarrollo humano, para la convergencia de las culturas, para el fin de las guerras, para el cambio político y social, para el buen conocimiento, para la paz y la no violencia. […]

En esta misma prédica [el 4 de mayo de 1999 en Punta de Vacas, ed.] anunció la cercanía del cambio de época, el nacimiento de una nueva espiritualidad y la primera civilización planetaria que se insinúa en el horizonte de la humanidad.

Es el anuncio de una nueva espiritualidad que abandonó sus apoyos externos y se está abriendo paso en la intimidad de cada ser humano. Es una respuesta al desequilibrio personal y colectivo debido al remezón que sufren las creencias culturales más arraigadas. Mientras ocurre este gran cambio, los Parques de Estudio y Reflexión están preparados para ser lugares de recomposición psicológica y de encuentro con uno mismo y los demás.

El Mensaje de Silo ayuda a quienes necesitan encontrar el sentido trascendente de la vida y orientarse hacia la unidad interna; el Movimiento Humanista crea canales de participación para transformar los modelos sociales al mismo tiempo que cada cual busca un cambio profundo en sí mismo. El futuro está abierto y se acerca desde la ansiada Nación Humana Universal de todos y para todos.”