El machi Celestino Córdova, autoridad espiritual mapuche, fue condenado por el Estado chileno a 18 años de prisión, acusado de participar en los hechos de enero de 2013 en que perdieron la vida el empresario Werner Luchsinger y su esposa, Vivianne Mackay.

Su condena se resolvió por aplicación de la ley antiterrorista vigente en el país. La defensa denunció “graves irregularidades” en el juicio.

A la fecha, cumplidos 5 años de la pena que se le impuso, el machi lleva adelante  en la cárcel de Temuco una huelga de hambre que supera los 70 días. El deterioro de su salud es creciente.

Al iniciar la huelga, el machi hizo público un comunicado¹ con sus demandas. Algunas de ellas son las que reiteran permanentemente todos los pueblos indígenas del continente: la devolución de sus territorios y la aplicación efectiva de la normativa internacional ratificada por los Estados. Otras, más específicas e inmediatas, reclaman el derecho a practicar sus ceremonias tal como marcan su cosmovisión y sus costumbres.

Efectivamente, el primer punto del petitorio solicita en forma urgente 48 horas de salida para “renovar el rewe”, es decir para renovar su vínculo con el territorio y recuperar energías en su centro ceremonial, en ese lugar especial y único para él, en torno al cual el machi constituye su identidad y su función.

El pedido no es caprichoso: se trata de satisfacer una necesidad literalmente vital, ya que en la concepción mapuche, la salud física y espiritual del machi dependen de su contacto al menos periódico con su rewe. “En caso que no lo haga (…) el machi puede debilitarse, convulsionar, entrar en trance (kuimi), enfermar y aún morir. Es lo que ha ocurrido y agravado durante el año 2017.” Así explica este pedido, el documento² enviado por la Asamblea Originaria por la Descolonización y la Plurinacionalidad a la Relatora especial de la ONU, Victoria Tauliz Corpus.

Todas las manifestaciones de adhesión recogidas coinciden en que se está reclamando el derecho a practicar libremente la propia espiritualidad, tal como lo garantizan las legislaciones nacional e internacional vigentes. Así lo entiende también el Colegio Médico de Chile, que acaba de dirigirse a las autoridades en estos términos:

“La decisión del machi de iniciar una huelga de hambre se debe a la negativa del Ministerio de Justicia de autorizar su concurrencia al acto ceremonial de renovar su rewe, compromiso espiritual acorde a la cosmovisión de su pueblo y a su investidura de autoridad ancestral mapuche”. “…Esta indicación ceremonial fue entregada por el machi Víctor Caniullan, quien señala que de no realizarse este tratamiento podría tener secuelas irreparables en su estado de salud”.

El comunicado termina diciendo “…considerando los convenios internacionales suscritos por nuestro país en relación a los pueblos originarios, la interculturalidad de nuestro sistema de salud y existiendo jurisprudencia en situaciones similares que afectaron a comuneros mapuches, el Colegio Médico de Chile solicita a las autoridades pertinentes reconsiderar sus decisiones y garantizar que la privación de libertad no transgreda ni viole el respeto por las prácticas, costumbres e ideario de nuestros pueblos originarios”.

Se solicita a personas, agrupaciones y organismos de derechos humanos, manifestar su apoyo solidario enviando adhesiones a giovanna.tabilo@gmail.com


¹ Petitorio del machi Córdova
² Documento de Asodeplu enviado a la ONU