Por Aldo Luis Novelli

Hace 22 años iba caminando por el barrio una noche y dos pibes en una moto me arrebataron el morral “tiren los libros, quédense con el resto” les grité, pero siguieron su huida con el flaco botín.
Recuerdo que sufrí la perdida de “Tres rosas amarillas” de R. Carver y “100 poemas” de Bukowsky durante un mes.
Después se sucedieron los días y los años.
La semana pasada vi en TV, como un tipo, personal de seguridad de alguna empresa, mataba a dos pibes por la espalda que en moto le habían intentado robar la bolsa del súper.

Anoche presenté mi último libro.
Se acercó un hombre elegantemente vestido con mi libro para que se lo firmara. Escribí un comentario formal y lo firmé.
Entonces sacó del portafolio unos libros y me preguntó si podía regalármelos.
“Por supuesto, gracias” le dije.
“Uno lo escribí yo” me dijo.
Me los dejó y se fué.
Abrí el libro y leí la dedicatoria: “Gracias maestro, usted cambió mi vida hace 20 años”.
Los otros dos eran “Tres rosas amarillas” de R. Carver y “100 poemas” de Bukowsky.