Erika Cañari, 29 años, integra la comunidad Pozo Colorado en Salinas Grandes y laguna de Guayatayoc, y es parte del Tercer Malón de la Paz. Hablamos con ella en el marco de la 4ª Cumbre Latinoamericana del agua para los pueblos.

—Estoy agradecida de estar acá, porque muchos se están levantando, concientizando y más que nada tomando la responsabilidad de  proteger el agua y cuidarla para las futuras generaciones y para un buen vivir. Esa lucha es permanente. Por eso me siento agradecida, porque no solo soy yo sino que hay muchas personas que están buscando un camino o una alternativa para cuidar a la Madre Tierra, a la Pachamama.

—En este sentido ¿cuál es la situación en Jujuy?

—Muchos pobladores son de comunidades indígenas y tienen crianza de ganadería, más que nada de llamas, ovejas, cabras, y ya el agua está contaminada. El agua que sacan de pozos, baldeando, tiene feo olor. En Mina Pirquita, en todos los alrededores, bajan los ríos con metales pesados hacia la Laguna de Pozuelo. Ahí toman los animales y están muriendo las aves. En Susques ya no tienen agua limpia. Abren la canilla y sale agua marrón y también hay contaminación por arsénico. Hay partes donde ya muchas personas tienen los dientes color marrón por el arsénico. Y en otros lugares donde están las mineras, ellos están llevando el agua en camiones para consumir. Son muchas las restricciones.

Donde yo vivo también está peligrando porque quieren meter las mineras de litio. Hicimos muchos pedidos y movilizaciones para que no entren, porque tienen que respetar a los pueblos que vivimos ahí y para que una empresa entre, los gobiernos tienen que consultarnos a nosotros, tienen que dar toda la información y ahí los pueblos eligen por sí o por no. Nos preocupa mucho y queremos cuidarla al agua.

—Hemos estado debatiendo sobre la descolonización y vos decías que hay que luchar contra el sistema…

—Bueno, este es un sistema de saqueo, de extractivismo contra todo sin respetar a quien vive. El colonialismo ya ha liquidado muchas comunidades, han cambiado la lengua, han implementado la religión, han masacrado muchos indígenas y también la colonización hace que haya discriminación y racismo hacia quienes siempre fueron los habitantes de los territorios. Antes de que se formara el Estado argentino, hace 500 años atrás, los pueblos indígenas, siempre estuvieron defendiendo, cuidando.

Descolonizarse es entender de dónde venimos, quiénes somos y que nos han traído otra forma política, una organización de otros países que no es la nuestra. Por eso el reto es entender y cambiarlo. Obviamente, nada puede volver a ser lo mismo, pero se trata de entender la naturaleza de nuestros antepasados.

Erika Cañari, Sbina Yurkina, Elizabeth Alvarado y don Daniel Choque. Foto: Alicia Blanco

Nosotros luchamos para seguir siendo libres. Si preguntás qué significa ser libre, muchos hermanos van a decir que es andar por los cerros libremente sin que nadie te diga nada, sin encontrarte con agua contaminada o con un animal muerto, que tengas la garantía de que vas a trabajar… Pero ¿cómo trabajás? Porque los pueblos han venido viviendo de una forma distinta hasta que llega el colonialismo y empiezan a matar, a educar con la religión, violan a las mujeres, esclavizan…

—¿Y qué nos dirías de la reforma de Morales?

—La reforma se juró el 20 de junio y es ilegal e ilegítima porque nunca fuimos consultados para hacerla. Ahora ellos ya están aplicando esa reforma, por ejemplo, a la protesta. Nosotros siempre hacemos las protestas pacíficas pero en este caso ponen muchas restricciones para hacerlas. El otro día fueron a la legislatura en Jujuy y al rato apareció la policía con intimaciones aunque los hermanos solamente estaban manifestándose. Esa es la nueva reforma. Otra cuestión es con las tierras de las comunidades: no se va a respetar que siempre vivieron ahí ni se va a respetar lo veiteañal. Los van a despojar para la minería. Y también el agua, que ya la concesionan directamente, tanto el agua superficial como subterránea.

Todas esas riquezas que tenemos las han cuidado nuestros ancestros, nuestros tatarabuelos. Ellos ya han fallecido y sus espíritus todavía descansan en los territorios, en esos territorios donde seguimos permaneciendo nosotros. Por eso la estamos cuidando y y somos parte de la misma Pachamama, también para dejar que sigan viviendo los demás. Ese es el buen vivir.

Se trata de vivir en libertad o vivir esclavos. Por eso nosotros no estamos bien con esta reforma que es para la esclavitud.

Tenemos que bajarla ahora o no la bajamos nunca. Por eso nos preocupa qué pasará con el gobierno nacional. ¿Cómo dejan que pase eso en la provincia? Está claro que son las mineras y el extractivismo lo que ellos buscan.

Gerardo Morales está tan cegado por el dinero del poder que está loco, no tiene ya el pensamiento de seguir con un buen diálogo, de pensar en su propio pueblo jujeño que le ha dado tanta confianza. Se llena los bolsillos de plata como si la plata fuera todo. Hay una hermanita acá, que decía que su hija estaba con cáncer y aunque tenga dinero eso no tiene solución. ¿De qué sirve el dinero si no va a poder pagar la salud? ¿De qué sirve? Te morís, y listo.

El malón

Salimos el 25 de agosto de Jujuy y estoy en Buenos Aires desde el 1º de agosto. Ya no aguanto, extraño ver los cerros.

No soporto ya la ciudad. Capaz que me vaya a mi pueblo ya,  pero voy a ir allá y voy a seguir concientizando a más hermanos, porque también allá hay hermanos de mi misma sangre que están colonizados. Entonces también es ir a contagiar a esos hermanos, hacerles entender que hay que salir a luchar, porque no todos salen. Todavía algunos siguen creyendo en que el gobierno les va a solucionar, que el gobierno les va a proveer, cuando no es así. Los gobiernos están más para aniquilar, regalan migajas para saquear algo. Y cuando la mente de ellos está tan colonizada, hasta a nosotros mismos nos desprecian o nos discriminan. O sea ¡hermanos con hermanos! También sucede eso.

Yo digo que el sistema está mal, te copta el poder, el sistema occidental colonialista. Entonces vos estás con eso y te volteás y traicionás a tus hermanos. Tenés que ser fuerte de raíces para poder cambiar esto, si no te dejás tomar por ese sistema.

Erika en Laguna de los Padres, Mar del Plata. Foto: Alicia Blanco

Pachamama

La Pachamama es algo muy complejo, muy difícil de expresar. Está el Tata Inti, el Guaira, la Yacu y el Abuelo Fuego. Son los elementos fundamentales por los que vivimos, sentimos la energía y le pedimos a ellos. Y es un sentimiento que no le nace a uno de la nada, tiene que ir practicando tiene que ir haciendo la espiritualidad. Por eso yo digo que la colonización ha cambiado mucho a todos y eso está mal, fue implementando la propia religión, y hoy en día mucho se ha perdido, pero todavía hay personas que manejan bien la espiritualidad de la Madre Tierra.

Es muy horrible lo que pasó y no solo a los pueblos del norte sino también a los de África. Por eso uno de nuestros abuelos dice que al Abuelo Fuego nunca hay que dejarlo morir, porque en África pasó eso y perdieron la espiritualidad, y con eso se muere la misma creencia de los pueblos.

—¿Qué relación hay entre el abuelo fuego y la espiritualidad?

—Bueno, eso es algo que se trabaja. Los que más saben y están más prácticos, van llevando un camino espiritual, van viendo cómo se mueve el fuego… Algunos ya leen al Abuelo, y eso no se hace así nomás. Hay otros que manejan el agua, que ven el cielo, o leen las hojas de coca, todo lo natural, las energías. Todo es energía. Yo como joven voy aprendiendo, ¡todavía me falta un montón!

Y ahí estamos hoy en día, para que no se apague nuestro brillo, nuestra fortaleza de adentro.


* Nota elaborada en colaboración con Resumen Latinoamericano