La segunda ola de la pandemia desatada por el Covid19 avanza inexorablemente, y hoy el gobierno informó a los ciudadanos que ya no hay más camas de cuidados intensivos (UCI). Mientras el país entero espera que se concrete la llegada del primer lote de la vacuna del laboratorio Sinopharm, los distintos departamentos enfrentan el virus, encontrando que este envuelve un problema multidimensional, con connotaciones sanitarias, económicas y sociales.

Así lo asegura un informe de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP)[1] que señala que “a nivel departamental, el impacto del Covid-19 ha sido desigual y desnuda las diferencias existentes en la capacidad de respuesta institucional al interior de salud”. En julio del año pasado, las estrategias para enfrentar el Covid19 presentaron retos que aún hoy, son necesarios de resolver, más si tenemos la segunda ola en marcha.

Según la Mesa de Concertación, “el nivel de afectación, sufrimiento y pérdidas de vidas se relaciona mucho con los niveles de desigualdad socioeconómica en el Perú” concluyendo que la pandemia por Covid19 no afecta a todos por igual, siendo los más vulnerables la población en situación de pobreza, la población indígena, los afrodescendientes, población LGTBI, entre otros.

Pese a que el Perú fue uno de los primeros países que actuó inmediatamente ante el avance del Covid19, las reformas enfrentaron nudos críticos en los aspectos económicos, sociales y de salud. Esto se evidenció en Lima como ciudad capital, y con mayor énfasis en las provincias y distritos nacionales.

Nudos críticos en la dimensión socioeconómica

Desde el punto de vista económico, las medidas implementadas encontraron gobiernos regionales con baja capacidad de ejecución presupuestal, como los casos de San Martín, Moquegua, Pasco, Apurímac, Amazonas (con menos del 25% de ejecución); pese a que muchos de estos presentaban altas tasas de casos de contagio y muertes.

Otros nudos críticos referidos a la economía son: el incremento de la pobreza en la población del país, que se estimaba para el año 2020 en 29,5%, lo que representa un retroceso de 10 años en la lucha contra la pobreza; asimismo, la afectación al 70% de la población que realizaba sus labores de manera informal e independiente, y que se vio directamente limitada con la cuarentena. Muchos vendedores ambulantes, personal doméstico, peones agropecuarios y artesanos desacataron las medidas de confinamiento.

El restringido acceso al servicio de agua, para el lavado de manos con agua y jabón, limitó directamente la estrategia implementada por el gobierno de Martín Vizcarra, debido a que cerca del 25% de la población rural no cuenta con este servicio, y en la Amazonía, el 88,5% no dispone de agua potable.

El gobierno hizo entrega de subvenciones económicas como el bono “Yo me quedo en casa”, para los trabajadores independientes, para los hogares en condición de pobreza o pobreza extrema rurales, bono universal y a través de los programas sociales como Pensión 65, Contigo y Juntos; así mismo, apoyo en nutrición para las poblaciones vulnerables, soporte al adulto mayor y/o con discapacidad, mujeres y adolescentes, poblaciones indígenas y, medidas de saneamiento.

Sin embargo, los bonos no representan sostenibilidad a mediano y largo plazo para las familias peruanas, y quedan otros nudos críticos por resolver, dadas las condiciones socioeconómicas de los departamentos.

Por ejemplo, la educación a distancia encuentra graves dificultades en departamentos como Moquegua, donde más de mil niños, niñas y adolescentes no tuvieron en el 2020 acceso a una señal de internet, televisión o radio que les permita seguir el programa Aprendo en casa; asimismo, se reportaron deserciones estudiantiles en diferentes departamentos[2] y el nuevo sistema requiere de capacitación y adaptación de parte de la plana docente.

En los departamentos amazónicos como Loreto, Ucayali, Amazonas, Madre de Dios, San Martín, Huánuco, no se cuenta con reportes de salud que incluyan el avance de la enfermedad a nivel de etnias, solo se han detectado en los grupos shipibo-conibos, achuar, kichwa, wampis y awajun; pese a encontrarse en regiones con escasa infraestructura y equipo médico.

Nudos críticos en la dimensión de salud

Desde el sector salud, se tomaron diversas medidas como la instalación del Comando Covid19, la ampliación de camas hospitalarias y camas UCI, la habilitación de infraestructura de salud, la ampliación de pruebas moleculares y rápidas, el equipamiento de protección personal (EPP), la disponibilidad de oxígeno, el mejoramiento de las condiciones contractuales y de seguridad al personal médico, la aprobación de normas ad hoc para el sector salud en el contexto Covid19, y la atención de salud a distancia.

Sin embargo, la problemática que presenta el sector salud, limita las medidas para enfrentar el Covid19. A casi un año de la pandemia, el sector salud presenta aún desarticulación de los prestadores en salud como el Ministerio de Salud, Essalud, fuerzas armadas y policiales, así como gobiernos regionales y el sector privado.

Otro de los retos por resolver son: desconcentrar la atención de salud en zonas urbanas y la atención más articulada en las zonas rurales, asimismo, la saturación de los servicios de salud en hospitales y limitada capacidad de respuesta, débil inclusión de la participación social y comunitaria, salvo el caso de autoaislamiento de los pueblos indígenas y la intervención de la iglesia en el departamento de Loreto, donde la Vicaría logró la instalación de una planta de oxígeno en la región.

La salud mental también demanda atención de parte de los departamentos y el Ministerio de Salud por el aumento de casos de ansiedad, depresión, incertidumbre; y la insuficiente protección al personal de salud que está en la primera línea.

Las recientes medidas frente al Covid19

Entre diciembre del año pasado y lo que va del presente mes, las diferentes instancias del Estado vienen tomando medidas para hacer frente a la pandemia mundial de Covid19, entre las que se destacan dos: primero, el incremento del presupuesto para el sector salud al 6% del PBI[3] y, segundo, la aprobación para que entidades privadas puedan comercializar las vacunas contra el coronavirus[4].

La primera, es una importante y trascendental noticia, debido que significaría un cambio de enfoque a nivel de política de Estado, dado que por primera vez, el sector salud tendría mayor capacidad económica para prevenir pandemias como la que vivimos y destinar recursos para contar con mayor infraestructura, equipamiento, personal médico y de salud, permitiendo mayor acceso a la población y mejores condiciones de salud.

La segunda medida, sin embargo, requiere mayor estudio. El Decreto Supremo Nº 002-2021-SA y su reglamento, que aprueba que las entidades privadas puedan comercializar las vacunas contra el coronavirus podrían afectar el acceso de la vacuna por parte de la población.

Si bien el gobierno de Francisco Sagasti dispone que los medicamentos y vacunas para el tratamiento curativo y preventivo del coronavirus serán “gratuitos y universales para todos los habitantes del país en los establecimientos públicos de salud”, dispone además en el artículo 6 del decreto supremo que se dará un registro sanitario condicional que faculta “su fabricación, importación, almacenamiento, distribución, comercialización, dispensación, expendio o uso” a entidades que cuenten con autorización sanitaria como los laboratorios de productos farmacéuticos.

En un país con sectores económicos afectados por los efectos de la pandemia, que ha incrementado su nivel de pobreza y pobreza extrema, con altos niveles de informalidad y dependencia económica, con reducido acceso al servicio de salud y poblaciones vulnerables ¿se puede hablar de la comercialización de la vacuna contra el Covid19? ¿En plena pandemia, se puede velar por los intereses de los laboratorios que aún hoy presentan monopolios[5] de los medicamentos a los que accede la población?

Sin duda, la medida requiere mayor análisis para seguir enfrentando la pandemia desde todos los frentes y, que no se convierta en un aspecto crítico más que deban resolver las regiones del país o la población.

 

(*) Este artículo fue publicado en: http://debates.pe/articulos/detalle/mclcp-la-pandemia-no-afecta-a-todos-por-igual/

(**) Foto: http://spanish.xinhuanet.com/2020-04/15/c_138977015.htm

 

[1] Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza. Informe Nacional sobre el Impacto del Covid19 en las dimensiones económica, social y en salud en el Perú. Julio, 2020.

[2] https://iep.org.pe/noticias/analisis-300-000-estudiantes-peruanos-desertan-en-medio-de-la-pandemia/

[3] https://elperuano.pe/noticia/112581-congreso-promulga-ley-para-que-presupuesto-de-educacion-sea-el-6-del-pbi

[4] https://convoca.pe/agenda-propia/covid-19-reglamento-abre-posibilidad-de-que-laboratorios-privados-vendan-vacunas

[5] https://andina.pe/agencia/noticia-concentracion-mercado-farmacias-se-ha-reforzado-ultimos-anos-756025.aspx