Por Karla Mijangos Fuentes

La serie “Feminismos que humanizan” es una secuencia de entrevistas, en las que personas aplicadas a diferentes vertientes de la construcción de una salud integral, cuentan cómo el feminismo cambió su mirada, su forma de actuar y de concebir las prácticas en salud. Esta serie pretende traer reflexiones sobre género, feminismos y salud además de ser un espacio de reflexión y empoderamiento.

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Sociólogx de 27 años, con matices filosóficos, aéreo (un poco disperso), coqueteando con lo Queer. Jacob ha participado en proyectos colectivos y académicos enfocados en generar espacios libres de lesbo-homo-bi-transfobias y violencia de género. Él es integrante de una organización estudiantil llamada MIELGBT+, la cual realiza actividades para visibilizar la dimensión LGBTTT+ al interior de la Universidad Autónoma del Estado de México; también participa en el Autobservatorio de Masculinidades, un grupo de hombres en el que analizan sus prácticas, actitudes y creencias para revisar los mandatos de género que se les han impuesto, y que han interiorizado y reproducido.

Rehuno: Hola Jacob, es un placer saludarte y al mismo tiempo preguntarte ¿cómo te autodefines?

Jacob: Primero agradecerte la iniciativa y el espacio, y para responder tu pregunta, me remito a preguntarme sobre mi identidad y mi presentación en el mundo; entonces, me presentaría como un interesado en causas justas. Soy sociólogo, me gusta mucho la danza, de hecho, estudio un poco de danza contemporánea, y estoy interesado en temas de diversidad sexual, participación universitaria, género, entre otros temas que me interpelan, por así llamarlo “Yo creo que me definen más las experiencias”

Rehuno: Sobre esto último que mencionas, podrías ampliarlo más.

Jacob: Digamos que a lo largo de mi vida he tenido algunas experiencias que definen mi existencia en este mundo, y me refiero sobre todo a este mundo social. Digamos que, en todos estos años, fui dando cuenta que ante cualquier eventualidad que tenía que ver con el detrimento de la dignidad humana, con la explotación de cualquier tipo y/o discriminación y con actos de violencia hacia cualquier persona, me surge como un coraje interno, no sé cómo explicarlo, yo creo que es algo que traigo que, ante cualquier acto de este tipo, pues yo alzo la voz. Yo creo, no me he quedado callado hasta ahora.

Rehuno: ¿A qué le denominas causas justas?

Jacob: A todas aquellas causas que están orientadas a la dignificación de la vida humana para beneficio social, mejorar las condiciones de bienestar, mejorar la calidad de vida y que contribuyan a mejorar(nos) como personas; y también aquellas que están basadas en mejorar el sufrimiento humano, y no solamente el humano, también el de otras especies. Entonces, sin autonombrarme “antropocentrista”, también me identifico con estas causas que no ponen en el centro únicamente a las problemáticas humanas, sino que van más allá.

Rehuno: Consideras que los feminismos contribuyen a la conformación de estas causas justas.

Jacob: Totalmente. En primera cuenta, visibilizan el hecho histórico de que en las mujeres y en los hombres existe una profunda desigualdad dada entre estas dos identidades históricas, es decir, se visibilizan dimensiones que antes no estaban contempladas en el imaginario social, por ejemplo, las condiciones de violencia y discriminación que atraviesan las mujeres y grupos de la diversidad sexual y de género. El término feminismos, no estipula dogmáticamente que existe solamente un feminismo válido, sino que existen diferentes maneras de visibilizar las diferentes condiciones de las mujeres, por ende, yo creo que al nombrar de alguna manera diferentes problemáticas contribuye a generar una imagen, un panorama más plural, más diverso, y sobre todo, para trabajar en ello, en tratar de reducir esta brecha de desigualdad, que son muchas las personas, y que todos finalmente vivimos.

Rehuno: Consideras que los feminismos van en contra de los hombres.

Jacob: No, yo al contrario considero que los feminismos refieren a esta idea basada en la justicia social, en no polarizar hombres contra mujeres, sino más bien, visibilizar las condiciones en las cuales tanto hombres como mujeres nos vemos afectados y afectadas; y que participamos de la misma afectación negativa que tienen nuestras prácticas patriarcales hacia mujeres y hacia nosotros mismos como hombres.

En este tenor, considero que aquella persona que se considere antifeminista, pues es respetable, sin embargo, también creo que iría en contra de todos los logros que la lucha de las mujeres han tenido para beneficio de la humanidad, que han sido muy representativos, muy profundos, y que tal vez no podríamos hablar de nuestra realidad actual sin estas luchas previas, como por ejemplo, el voto de las mujeres y la visibilización de la diversidad sexual. Me parece que el movimiento feminista ha tenido una repercusión fundamental para la organización de las personas no heterosexuales, entonces, yo creo que el agradecimiento está ahí.

Rehuno: Entonces ¿estos otros movimientos estarán a favor de la lucha feminista?

Jacob: Yo como pertenezco a la población LGBTTT+, y me gusta nombrar esto. Ir en contra de las luchas feministas, es ir en contra de nuestros propios principios como poblaciones LGBTTT+.

Rehuno: Consideras que un hombre puede autodenominarse como feminista.

Jacobo: La idea sobre sí un hombre puede nombrarse feminista, yo con mucho respeto diría que me abstengo de la respuesta, yo no podría nombrarme feminista, primero por un respeto al movimiento, sin embargo, yo simpatizo con el movimiento, es decir, más que ser feminista o feministo, más bien, con cierto respeto yo observo estas discusiones, porque estoy a favor de muchas luchas y discusiones que nos brinda el movimiento feminista.

Rehuno: Alguna estrategia que propongas para que los hombres pudiesen abrirse más estos espacios de discusión sobre los feminismos.

Jacob: En primer lugar, creo debemos renunciar a esta estrategia “muy de hombres” de “vamos a hacer algo”, porque para eso históricamente los hombres hemos tenido las condiciones que nos permiten decir “vamos a tomar acción”; más bien, yo creo como dice Rita Segato, “hay que claudicar a los mandatos que se nos han impuesto como hombres”. Y digamos que una de esas estrategias sería, antes de tomar acción, tomar conciencia, sensibilizarnos, escuchar(nos) como hombres sobre qué problemáticas o sentires tenemos, antes que organizarnos como hombres. Una idea fundamental es, crear estos espacios para hablar de nuestras prácticas machistas y violentas, antes de crear espacios masculinos, porque esos existen muchos en el espacio público.

Rehuno: ¿A qué espacios de estrategia te refieres?

Jacob: Aquí en México hay muchos espacios de sociabilidad masculina (billares, bares, estadios), sin embargo, habría que pensar justamente en una estrategia diferente; y yo propondría, comenzar con nuestras relaciones más cercanas, nuestros amigos, nuestros familiares, nuestros padres, nuestros tíos, y comenzar a generar esta inquietud, cuestionándonos esta masculinidad, cuestionando nuestras prácticas e interacciones hacia las mujeres.

Entonces creo que antes de tomar una acción de vamos a hacer una marcha, yo creo que lo primero que se debería hacer es, recurrir a nuestro espacio más cercano que es nuestra familia. La familia es un espacio político y desde ahí se debe comenzar a generar esta discusión y esta sensibilización, sobre todo, sensibilizarnos y comenzar a repensar otro tipo de masculinidad.