Los tiempos del COVID-19 han evidenciado un hecho irrefutable: el sistema económico-social que vivíamos se cae; y, pese a la resistencia para ello, surgen nuevos paradigmas que ponen al ser humano como valor central. Uno de ellos es la Renta Básica Universal (RBU), un nuevo derecho humano que, de aprobarse, devolvería la dignidad a todo ser humano.

Gilka Lazarte, miembro del Centro de Estudios Humanistas Chakana, de Bolivia, inaugura el relanzamiento del programa Entre Amigos[1] de Lima, Perú, con una reveladora entrevista sobre la Renta Básica Universal en la que señala los avances, resistencias y dificultades que enfrenta esta propuesta que cae de madura.

La Renta Básica Universal es una asignación dineraria que entregarían los Estados de manera individual (a cada habitante de un país), universal (para todos), incondicional (sin distinguir condición socioeconómica) y suficiente (porque debe cubrir las necesidades básicas de la persona). Esta es impulsada por diversos colectivos en países como España, Bolivia, Chile, Colombia, entre otros.

A lo largo de la entrevista, la humanista Gilka Lazarte rebate una a una, las diferentes “resistencias” que encuentra su implementación y denuncia las condiciones internas y externas que impiden que la Renta Básica Universal vea la luz.

“¡Necesitamos salir de esta forma esclavista de vernos a nosotros mismos! Nos enseñaron que ‘el trabajo dignifica’ y que ‘debemos ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente’, pero nadie se cuestiona que tenemos dignidad por el solo hecho de haber nacido y que nadie ha elegido las condiciones de vida que tiene, que todo depende de las condiciones de trabajo que existen en tu país”, nos dice la psicóloga.

Hoy, “el dinero se ha convertido en algo más valioso que mi vida, más valioso que mis hijos, que el tiempo que dedico a mis proyectos futuros. Entonces, necesitamos replantear nuestra condición de personas, de seres humanos y revalorarnos, sentirnos dignos simplemente por el hecho de haber nacido. La Renta Básica Universal sí es posible, y nos van a decir muchas veces que no”.

“Tenemos una riqueza acumulada a través del tiempo y la historia, generada por la propia gente con su trabajo. Y si los Estados salvan a los bancos y las empresas, ¿por qué no pueden salvar a los seres humanos? Tendríamos que revisar qué gobernantes han sido, ingenuamente o no, cómplices de esta situación. Pero eso a nuestras poblaciones no se les dice, es mejor que no sepamos. Hoy con la pandemia, la gente va a tener que correr a los bancos para salvarse de este problema, y van a tener que pagar con intereses… ¿quiénes se llevan las ganancias de estos intereses? Eso debe ser bien estudiado” dice Gilka Lazarte en una parte de la entrevista de EA.

Las consecuencias psicológicas y físicas de tener esta Renta Básica Universal en manos de la gente, genera un salto de cualificación y calidad humana que permite un avance mayor: “En Europa, donde nació hace más de cinco años, se han implementado programas pilotos que han mostrado que la Renta Básica Universal ha impulsado un mejoramiento de la calidad de vida de las personas, un cambio en el psiquismo, en el bienestar de las personas. Los resultados mostraron algo interesante: Que las personas no dejan de trabajar (una de las resistencias que se hace a la RBU), no dejan de trabajar porque el ser humano se siente útil haciendo cosas; estas personas, al percibir la RBU han dejado de hacer sus habituales ocupaciones y han empezado a hacer otras cosas que les hacían sentir mejor. Se sentían más útiles, mucho más productivos, mucho más felices; la depresión ha bajado, el alcoholismo ha bajado, la violencia ha bajado”.

Actualmente, la red para la Renta Básica Universal ha iniciado una campaña para enviar una carta a la ONU en la que proponen un Encuentro de los Pueblos: “Creemos que es necesario un encuentro de los pueblos donde redefinamos la posibilidad futura del ser humano. Y cada uno puede ser parte activa de esta transformación. Necesitamos que cada uno vea su propia vida como importante; asimismo, que reconozca el trabajo realizado no solo por él, sino por todos nuestros antepasados para generar la riqueza que hoy existe, y que esta sea repartida. Este sistema económico nos ha enseñado a desconfiar de las personas, de lo que el otro va a hacer. Y esas son las resistencias en nuestras propias cabezas. El tema es romper esta desconfianza en el ser humano” insiste Lazarte.

El estado de pandemia actual ha puesto sobre el tapete la Renta Básica Universal configurándola como un gran reto para todos los Estados y los seres humanos, porque representa la posibilidad de reivindicación de éste. ¿Estaremos a la altura de este nuevo paradigma? ¿Podremos por fin decir “nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro”?

Nuevas expresiones sobre la RBU las podrás encontrar en la entrevista completa a Gilka Lazarte, miembro del Centro de Estudios Humanistas Chakana, Bolivia, en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=76Y9d3w0wMg

 

[1] Programa radial impulsado por el Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización.