«Según la normativa de la UE, el transporte de animales a temperaturas superiores a 30 grados no está permitido. Pero como casi no hay controles, miles de animales son transportados ilegalmente de un lado a otro todos los días en Alemania y en toda Europa. Los transportes son un infierno para cada animal, muchos no sobreviven al viaje», anuncia Ina Müller-Arnke, experta en ganadería de VIER PFOTEN.

Dos casos actuales han recibido cobertura de los medios de comunicación en Alemania sólo gracias a la atención de los conductores que los denunciaron a la policía:

En la A5, cerca de Gießen, se detuvo un transportador con 4 500 pollos. La temperatura interior era de 34 grados, el transportador no estaba refrigerado, el agua potable para los animales era totalmente insuficiente. Alrededor de 500 pollos ya estaban muertos, según el veterinario informado, ni un solo animal habría llegado vivo al destino, que aún estaba a 12 horas de distancia. El transporte comenzó el miércoles en Francia para llevar los animales a Polonia para su sacrificio.

Un transportador de animales que también venía de Francia con 143 cerdos fue detenido en la A2 cerca de Dortmund. Una vez más, la policía intervino debido a la denuncia de un conductor. Según el Ruhr Nachrichten, «se presentó una imagen de la miseria a la policía en la sala de transporte. El tanque de agua estaba vacío, los cerdos completamente deshidratados. Los animales se hiperventilaron y ya no podían mantenerse de pie. Al menos tres cerdos ya estaban muertos. A pesar de la ventilación, la temperatura en la sala de transporte era de 41 grados». El cuerpo de bomberos suministró agua a los animales, que se dirigían a un matadero en Gütersloh.

¿Por qué tenemos que traer animales vivos de Francia a Polonia o Alemania para su sacrificio? ¿No hay mataderos en Francia? ¿Y qué dice eso de la prohibición que supuestamente impuso Francia al transporte de animales durante el verano?

Como reacción a los incidentes, el estado de Baden-Württemberg quiere ahora «prohibir por decreto la autorización del transporte de animales si la temperatura sobrepasa los 30°C», dijo el ministro de Agricultura Peter Hauk (CDU) en el informe SWR3. Esto permitiría al Estado cumplir con la normativa de la UE.

Al parecer, las consecuencias catastróficas siempre tienen que ocurrir antes de que las regulaciones válidas puedan ser implementadas en algún momento en el futuro. El reglamento de la UE en cuestión data de 2005 y, por lo tanto, lleva 14 años en vigor.

Y sólo 14 años después, Vytenis Andriukaitis, Comisario de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, se siente obligado a pedir a los Estados miembros «que cumplan las normas de la UE en materia de transporte de animales y que no autoricen el transporte por encima de los 30 °C» (por cierto, el mismo hombre que dice a la 5G y al glifosato que ambos son «inofensivos para la salud»). Esto envía una señal clara a los Estados miembros de que nadie debe temer sanciones o penas importantes.

Por eso, la Ministra Federal de Agricultura Julia Klöckner, quiere esperar a que llegue el verano para que se le presenten los datos de todos los animales que hace tiempo murieron de hiperventilación por las altas temperaturas (eso sí, solo los casos registrados con un número indudablemente mayor de casos no reportados), y luego tomar cartas en el asunto (o no), y así, si la indignación cesa en el otoño, poder barrer con confianza el año que viene debajo de la alfombra.

Entonces, ¿por qué seguimos necesitando la legislación de la UE? La respuesta está en las estrellas. Sin embargo, una cosa está clara: como siempre, cualquier cosa sucederá solo si hay suficiente presión pública; cuando los ciudadanos con conciencia y empatía accidentalmente atestiguan y llaman a la policía. Las organizaciones de protección de los animales piden cada vez más la participación del público: ¡si ven transportes de animales en las calles con el calor abrasador que enfrentamos en estos días, por favor, informen de ello! Es muy probable que los animales no dispongan de suficiente agua o refrigeración y estén expuestos sin piedad a las temperaturas, generalmente incluso más altas en el interior que en el exterior debido a la falta de espacio.

 

Actualización del 29/07/2019:

En el día de la publicación de este artículo se produjo otro incidente. En la A3 cerca de Núremberg se detuvo otro transportador con 785 lechones. En el interior predominaban temperaturas de 35 a 40 grados, los animales se sobrecalentaban y se deshidrataban masivamente; dos de ellos ya muertos. El transportador viajaba desde los Países Bajos a Croacia.

El transporte de animales vivos forma parte del enfermo sistema de cría masiva de animales con fines de lucro, en el que el bienestar de los animales no tiene cabida y que también contamina el suelo y el agua, además que contribuye de forma significativa al calentamiento global. La mejor protección contra esto es un consumo de carne muy reducido, que también es bueno para la propia salud. Canadá es el primer país en recomendar oficialmente una dieta basada en plantas.


Traducción del alemán por Sofía Yunga