Mencionamos 5 motivos por lo que estamos en contra de que los militares administren escuelas públicas:

1- Los militares no están preparados para debatir ideas con los alumnos, cualquier divergencia o discusión la resuelven con agresión, pues quieren obediencia ciega y no aceptan objeciones y cuestionamientos.

2 – En esas escuelas, los niños y los jóvenes no saben lo que es libertad. En todo momento son sometidos a un régimen disciplinario arbitrario, al peor estilo «Vigilar y castigar» (ver libro de Michel Foucault sobre espacios de dominación y «fabricación» de individuos a través de la disciplina).

3 – No se les enseña a dar valor a sus derechos, garantías y libertades a las que tienen o deberían tener acceso.

5 – Se les enseña a aplicar el mismo régimen de dominación rigurosa si se convierten en los futuros poseedores de poder (político, militar, económico, religioso, etc.), repitiendo el ciclo de dominación y violencia en la que se formaron.

Muchas personas «aplauden» las nuevas escuelas militares. Se justifican diciendo que antes esos lugares había criminalidad, que en ellos no era posible aprender nada, y ahora los estudiantes están aprendiendo a «tener valores morales» y dedicándose «de verdad» a los estudios. Pero eso es una ilusión, no funciona.

Una educación verdadera necesita amor y bondad, no castigo y represión.

EDUCAR ES INSPIRAR, NO REPRIMIR

Militarizar escuelas públicas para supuestamente acabar con la violencia es una pésima idea, vea lo que sucedió el mes pasado:

Volviendo a los cinco puntos y resumiento:

1) Un Policía Militar fue entrenado para vigilar, no para educar.

2) Falta de Libertad y de expresión de los alumnos.

3) Violencias físicas y psicológicas.

4) Obediencia ciega a las autoridades, incluso en casos flagrantes de discriminación e injusticias cometidas por estas mismas autoridades.

5) Reproducción del ciclo de violencia y de dominación contra personas consideradas más “débiles”.

Todos estos puntos pueden ser observados en la metodología con la que los militares son formados, y son bastante conocidos por quien estudia pedagogía. Los profesores educan, los policías vigilan. Así de simple.

Obs. 1 – No estamos en contra de que los militares tengan sus academias y escuelas para formación de sargentos, cadetes, oficiales, etc. Estamos en contra de la militarización de las escuelas públicas, tal como está ocurriendo en Goiás, por los cinco motivos citados arriba. No confundamos las dos cosas

Obs. 2 – Sobre la doctrina militar en sí, ella está destinada a militares y no a niños y adolescentes. Así de simple. Los militares siguen la ley marcial, los niños y adolescentes siguen el ECA. Eso es lo que dice la legislación brasileña.