“Todo lo que hacemos es para que los kuyfikeche viajen a la tierra de sus ancestros”. Capítulo 4

Introducción

Kimvn (sabiduría), Newen (fuerza), Kume dungun (buena palabra), Kume Rakizuam (buen pensamiento) son palabras y frases que se repiten como conceptos; son principios de vida (mapuce) que se repiten en el meli witran mapu (cuatro puntos cardinales de la tierra); en cada trawün (encuentro), en cada Nguillipun (ceremonia), en cada lof (comunidad), en cada mapuce (gente de la tierra) está presente la difusión –de parte de las autoridades filosóficas y espirituales– de estos principios de existencia y diálogo contemplativo; siempre prevalece la contemplación respetuosa dentro de la cosmovisión mapuce. “Un longko debe ser una persona que respete a todo el mundo, debe respetar a todos los che (gente) que habitan la ñuke (tierra); debe ser un kumeche (buena gente)”. “Pero hay que conocer y para conocer hay que transitar el territorio”, me advierten certeros jóvenes mapuce. Y en ese proceso ando. Asumo como propia una práctica cultural ancestral. En cada lugar que visito encuentro la sabiduría de jóvenes y mayores mapuce que abundantes proliferan como lawen (plantas medicinales) sobre las calles esquivas del mundo subalterno. “El conocimiento sana”, define la Machi Pinda. Parafraseo otra de sus frases y reflexiono: “nosotros y nuestro pensamiento somos el remedio”. Por los senderos más despreciables caminan despojados, estigmatizados, irreconocibles mis hermanos y hermanas. Cada encuentro que logramos concretar responde a una forma de construcción filosófica y espiritual, pero también política. Logramos calmar la tristeza del recuerdo; durante unas horas nos fortalecemos, tejemos redes, articulamos fuerzas, bebemos como desde un ojo de agua la sabiduría de nuestro mayores. Luego seguimos el rupu (camino), cada uno hacía su ruka (hogar), su lof (comunidad), su waria (ciudad). “Pukallal peñi, peukallal lanmgen. Que tenga buen camino, que llegue bien a destino. Saludo a la familia”. Y en el viaje pensamos en el próximo encuentro.

 

Meli. Inacayal en la canción

El lawen de la actriz, la filu en el mural, el nombre de Inacayal en la canción: retrato de la juventud mapuce que, con sus obras, conmueve y visibiliza la cultura ancestral de este territorio (mapuce).

Primer fotograma

Mural en el centro de Bariloche. Foto Gustavo Figueroa.

Mural en el centro de Bariloche. Foto Gustavo Figueroa.

Una mano traza una línea con un pincel con pintura negra. Traza otra. Continúa en la pared. Traza el diseño completo. Luego llega la pintura roja. Un wentru, una domo (mujer). Un kultrún, dos filu (serpiente) y un pagi (puma) kalfu (azul). La cabellera de una joven, una ñaña trabajando la tierra. Los dibujos se vuelcan sobre una pared blanca de la ciudad céntrica de Bariloche. Más que un dibujo, un retrato, una intervención. Símbolos de la cosmovisión mapuce, que perduraran por un tiempo (en la pared). “Luego hay que hacer otro”, justifica Mario Kalfupan a una vecina que aprecia la obra con felicidad.

Las manos con pinceles se multiplican. Los tres bloques del paredón se comienzan a cubrir de violeta. Las filu Kaikai y TrenTren giran alrededor de un wentru y una domo mapuce.

Domo y Wentru, un retazo del mural. Foto Gustavo Figueroa.

Domo y Wentru, un retazo del mural. Foto Gustavo Figueroa.

Segundo fotograma

Dos frascos, cuatro botellas, un líquido azul. Una actriz (Andrea Despó), una olla, una fuente de metal, dos cajas de madera. La música, la danza, el cuerpo en movimiento. Kalfu. “La tierra late como un tambor”. Una anciana, una niña, una actriz. “Mi abuela no se va a morir nunca”. “La madre de Juan Domingo era paisana”. Una machi, el líquido azul, el lawen. ko (agua), pewma (sueño). El rostro de la actriz es una niña, el rostro de la actriz es una anciana. El rostro de la actriz nada en el agua, el rostro de la actriz saluda a una bandada de pájaros, contempla el color del lawen. La vida mapuce a través de los símbolos del cuerpo y el relato oral.

Tercer fotograma

Voz, poesía y guitarra de Rodolfo Cancino. Foto Gustavo Figueroa.

Voz, poesía y guitarra de Rodolfo Cancino. Foto Gustavo Figueroa.

El joven que porta la guitarra es de apellido Calcino. Le toca abrir la ronda de poesía y música. Sostiene una guitarra criolla. Comienza con una poesía: “Acá sigo floreciendo en cada sol, desde cada noche oscura”. Calcino canta una canción. Le cede el protagonismo a Anahi Mariluan. Se escucha una trutruka. Un niño sostiene entre el público el retrato de un Kuyfikeche. Las imágenes que cuento no tienen un orden cronológico, pero ocurrieron. Los ojos se llenan de lágrimas. La voz de la canción sale de igual modo. El sonido de dos kultrunes y tres guitarras invaden el Auditorio de la Secretaría de Turismo de Bariloche por unos cuantos minutos.

La guitarra de Rodolfo Cancino. Foto Gustavo Figueroa.

La guitarra de Rodolfo Cancino. Foto Gustavo Figueroa.


Lawen: planta medicinal. Wenxu: hombre. Kultrun: tambor sagrado. Ñaña: cariñosamente, hermana mayor. Kalfu: azul. (Nota del editor)