Ensayo sobre la muerte: la continuación de una matanza originaria televisada

Furilofche, territorio mapuche. Las aves que sobrevuelan el cielo giran en círculo anunciando la muerte venidera o indicando aquella que ya ha sido consumada. El jote (ave carroñera) que baila en la wenu mapu (tierra de arriba) se desplaza en grandes extensiones de territorio, planea sigiloso las llanuras secas del Puel Mapu (Tierra del Este, en referencia  a Argentina). ¡El territorio habla! Hay que aprender a leer el libro de la naturaleza nos sugiere el poeta Elicura Chihuailaf. Los últimos jotes que vi curiosamente sobrevolaban el cielo cerca de mi casa en Neuquén. El mismo día había visto 3 jotes a cuatrocientos kilómetros de distancia, girando también casi sobre mi cabeza, cerca de “La rinconada”, cerca de Junín de los Andes. Pero la visita de estas aves no había comenzado ese día. Durante los dos días previos se habían presentado en el mismo lugar y casi a la misma hora en la casa donde me hospedaba en San Martín de los Andes. ¡El territorio habla! ¿Quién será la próxima víctima?, me pregunté. ¿A quién tendremos que llorar mientras aún exigimos justicia por Santiago (Maldonado) y Rafael (Nahuel)? ¿Cuánto tiempo pasará antes de ver a un nuevo joven mapuche muerto a manos de las fuerzas de seguridad del Estado? ¿Qué o quién va impedir que esto suceda en un contexto en que no sólo la Ministra de Seguridad de la Argentina premia a los verdugos que se animan a disparar por la espalda a personas desarmadas, sino que además, como antaño, es la propia sociedad la que exige mano dura y destierro para los jóvenes originarios que habitan este país? Los jotes vuelven al sur sobrevolando la wenu mapu, los choikes (avestruces) bailan sobre la nag mapu (la tierra que habitamos) para despertar newenes (fuerzas) y dialogar con los che (gente) del territorio. Mientras el Estado Nacional construye un enemigo interno con recursos burdos pero efectivos, los jóvenes originarios intentamos transitar el territorio y dialogar con él, incluso sabiendo que eso signifique padecer las burlas y las balas que silencian toda visión de mundo que contradiga el nacionalismo militar argentino. Los ensayos de la muerte transcurren en tiempo real, son parte de un plan sistemático que es documentado mientras se ejecuta. Los ensayos de la muerte se perfeccionan, se vuelven eficientes, cada vez más letales e impunes. Se invierte en cámaras, en micrófonos, en comandos de control e investigación, en escenarios delictivos y exacerbados. Nunca olvidaremos la voz de Sergio Maldonado anunciando que “plantarían” el cuerpo de Santiago en el río. Tampoco olvidaremos a Michetti alegando en televisión que Rafael Nahuel murió en un enfrentamiento mientras atacaba a los prefectos navales con lanzas. Nunca olvidaremos porque somos testigos de la continuación de una matanza originaria televisada. Los jotes andan cerca, giran cerca de nosotros. Anuncian la muerte venidera. Las aves que sobrevuelan en círculo la wenu mapu saben que la próxima víctima caerá reducida de forma inminente.

Este jote sobrevoló mi cabeza por varios minutos en Picún Leufú, dentro de un territorio mapuche recuperado. Foto Gustavo Figueroa.

“Nosotros como venimos del azul y nos habita el azul,/ ¿qué sería de un jardín sólo de flores azules? La maravilla/ de un jardín la hace la diversidad de colores; cada flor tiene un color/ una textura, una aroma, una forma que es única. El pensamiento/  es una flores, las culturas son flores, cuando se pierde una, cuando/ se marchita una, todos perdemos.”
Elicura Chihuailaf.

Introducción

Como observador y cronista me gustaría hacer cuatro apreciaciones sobre los procesos judiciales y el hostigamiento mediático comunicacional que se está realizando sobre el Pueblo Nación Mapuche, específicamente sobre los procesos judiciales iniciados en torno al comando de investigación creado por el Ministerio de Seguridad de la Nación Argentina. Para ello comenzaré realizando un análisis desde la filosofía originaria hasta llegar luego, en los últimos capítulos, al informe creado por este ministerio contra el grupo RAM y el reciente juicio contra el lonko Facundo Jones Huala.

Kiñe. Primer capítulo

El círculo que forma el jote antes de seguir hacia el sur

La primera vez que me encontré con los jotes sobrevolando la wenu mapu,  justo encima de mi cabeza, fue en Picún Leufú (Río del Norte) hace dos años, sobre un territorio mapuche recuperado. Por esa época tenía la intención de llegar más allá de Furilofche (Bariloche), pero nunca lo lograba. Al consultarlo con varios peñis (hermanos), su respuesta era similar, había algo que siempre los detenía, algo en el libro de la naturaleza que les anunciaba mal camino. Las balas que financia el Estado argentino pronto se cargarían con la vida de dos jóvenes.

El segundo encuentro fue más cercano en el tiempo. Fueron exactamente cuatro encuentros consecutivos y ocurridos en diferentes lugares.

Seguí a pie la ruta 237 que atraviesa ciudad de gunko niyeu (Junín de los Andes) camino a “La rinconada”. Primero hice un tramo hasta la salida de la ciudad, atravesé un puente y luego un puesto caminero. Me detuve a descansar y seguí caminando durante unos cuarenta minutos. El sol de febrero aún se mantenía imponente sobre el campo amarillento, aunque curiosamente húmedo para una zona tan seca. Apenas me detuve, tres jotes comenzaron a girar, como danzando, sobre el cielo. Estaban casi sobre mi cabeza, en diagonal sobre un monte despejado. Cuando finalmente un auto se dignó a detenerse sentí a unos cuantos metros más adelante un olor a animal muerto que me acompañó hasta Neuquén. Cuatro horas después, ya sobre la ruta 22, los dos viajantes que me llevaron me dejaron en un punto cercano a mi casa. Caminé nuevamente y al llegar, minutos después de sentarme en un sillón sobre un patio que me permite ver con recurrencia el cielo de Neuquén, vi cómo otros dos jotes sobrevolaban a gran altura el cielo. No tuve tiempo para fotografiarlos. El viaje me había dejado exhausto. Los jotes dieron tres vueltas en el aire, y casi con movimientos sincronizados y prolijos se dirigieron, uno por vez, en línea recta hacia el sur. Ambas escenas ocurrieron el mismo día en distintos lugares y específicamente en el mismo momento en el que yo me detenía en puntos de descanso. Alguien apresuradamente podría decir que sólo se trata de simple casualidad. Opinión que podría apoyar sin mayores sobresaltos, si no hubiese sido testigo de, los dos días anteriores, la visita de dos grupos de jotes en la casa donde me hospede en San Martín de los Andes. En las dos visitas los jotes sobrevolaron sobre el mismo punto del cielo, a mediana altura, casi tocando la punta de una serie de alamos.

¡El territorio habla! Hay que aprender a leer el libro de la naturaleza nos sugiere el poeta Elicura Chihuailaf. Intentar comprender estas concepciones significa intentar comprender la cosmovisión mapuche, como significa también intentar comprender todas las cosmovisiones originarias que habitan este país, dentro de un contexto sociocultural en el que el Estado Nacional intenta invisibilizar, negar y criminalizar otras voces, otras formas de pensar e interpretar el mundo. Es nuestra responsabilidad transitar este territorio, aprender de él, leerlo a pesar de las burlas, el desprecio y los gestos de violencia. “No tengan vergüenza”, piden los mayores a jóvenes y niños que comienzan a transitar el rüpü del kimün mapuche. Dentro del nütram (diálogo) con todos los che que habitan el territorio reside el rakizuam (pensamiento) mapuche.

Epu. Segundo capitulo

Impedir que nuevos konas (jóvenes) comiencen a transitar el rüpü del kimün mapuche

A Rafael Nahuel y a Santiago Maldonado los mataron por comenzar a transitar el rüpü (camino) del kimün (sabiduría) mapuche, los mataron porque la fuerza de su püllü (espíritu) podía despertar otros newenes (fuerzas) existentes en la mapu (tierra), porque su valentía despertaría en el piwke (corazón) de los pichikeche (gente pequeña) el respeto y la ternura por todos los che que transitan el territorio.

La imagen de Rafael Nahuel con las fuerzas militares de fondo. Foto Gustavo Figueroa.

Rafael Nahuel se estaba formando para poder dar talleres en los barrios del oeste de Bariloche, se estaba formando para poder alcanzar a los jóvenes que como él siempre han recibido la cara más hostil y cruel de la sociedad. Se estaba formando porque sabía, como sabemos muchos jóvenes originarios, que el nütram con todos los che del territorio es tan necesario como el agua.

¿Quién será el próximo que viajará hacia el país celeste? ¿Contra quién atentara el Estado Nacional argentino? ¿Atentará contra Fermín Martínez, acusado de ser una de las personas más peligrosas del país? ¿Contra Matías Santana presente en el informe presentado por el Ministerio de Seguridad de la Nación? ¿Atentará contra Fernando Huala, atacado mediáticamente, como si fuera un mal digno de ser abatido? ¿Contra los pichikeche precintados por orden de un juez?

Uno de los pichikeche precintados durante la represión en Villa Mascardi. Foto Gustavo Figueroa.

Küla. Tercer capítulo

El objetivo: construir un enemigo interno de capacidades extensas capaz de colocar en riesgo la integridad de la ciudadanía nacional (véase los fundamentos de la Ley antiterrorista)

No hay ley antiterrorista si no hay terrorista; la construcción del ser terrorista es la consecuencia de la apropiación ilegítima del territorio originario. El Ministerio de Seguridad Nacional comandado por Patricia Bullrich, dentro de su investigación intenta construir un enemigo interno capaz de todo, ayudado por múltiples fuerzas y aliados. Pero la verdad es que los embates recaen continuamente sobre dos familias: la familia Huala y Nahuel. No es una red delictiva de cientos o miles como intenta construir el Ministerio de Seguridad, y esto en la audiencia de extradición contra Facundo Huala se pudo ver de forma palpable. Son dos comunidades, más un grupo de militantes sociales y personas solidarizadas con la causa. Personas que se solidarizan, como se solidarizaron Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. ¿Quién será el próximo en ser derribado con la excusa de que con ello se está combatiendo una red extensa capaz de colocar en riesgo la integridad de la ciudadanía nacional?

Fernando Jones Huala escuchando la exposición de su hermano en furilofche durante el juicio de extradición. Foto Gustavo Figueroa.

Asistimos a la televisación en vivo de las víctimas. Los fotografiamos y filmamos continuamente. Reproducimos sus rostros constantemente. Son visibles para la vida social y pública.  El Estado Nacional utiliza su imagen para construir el estereotipo de un terrorista local. Somos los espectadores directos de un nuevo personaje que ha inventado, a fuerza de golpes y sanciones judiciales, el Estado Nacional.

Matías Santana durante una entrevista con las fuerzas militares detrás. Santana aparece en dos causas dentro del informe de seguridad del Ministerio de Seguridad. Foto Gustavo Figueroa.

Meli. Cuarto capítulo

La omnipresencia y eficacia del volante terrorista

Como ya he mencionado en otras crónicas del lado de Ngulu Mapu (Chile) lo que sostiene literalmente grandes procesos judiciales –en donde líderes originarios transitan penas extensas dentro de penales carcelarios– son los volantes y la figura del testigo de identidad protegida. Y si bien esta última figura aún no tiene un lugar preciso dentro de los procesos en el Puel Mapu, el volante –como prueba fundamental y podríamos decir única– es la que atraviesa la mayoría de los procesos judiciales dentro de las comunidades y la que padecen también militantes sociales comprometidos con la causa mapuche. Y me refiero con esto a volantes escritos a mano, que sin ningún rigor científico, terminan siendo el desencadenante de procesos judiciales extensos y lastimosos, como el que padeció la comunidad Colhuan Nahuel de Furilofche en 2015 o el que padece en la actualidad Fermín Martínez, militante de los derechos humanos y comunicador de Radio Zona Libre.

Fermín Martínez es acusado en la actualidad de participar en un atentado terrorista. Foto Gustavo Figueroa

Fermín Martínez en la actualidad es perseguido judicial y mediáticamente. El Comando Unificado de Seguridad Nacional dirigido por Patricia Bullrich lo vincula con un hecho ocurrido dentro de una agencia de autos (Kumenia) en Neuquén. ¿Cuál es el rigor científico de la investigación para sostener este vínculo? Un volante y una dudosa pericia caligráfica. ¿De qué se lo acusa específicamente? De escribir el volante hallado en el escenario de un supuesto atentado. Un volante que puede ser escrito literalmente por cualquier persona, y que como demostró la prueba caligráfica el resultado de lo periciado no era certero, por lo tanto tampoco es certera la acusación. En este sentido recordemos que en el caso del fotoperiodista de Chile Felipe Durán (véase “Desde adentro, contar lo que realmente pasa, con la visión de la gente”) fue la misma policía la que ingresó a su casa armas de grueso calibre, para que luego dentro de una comisaría, el mismo fiscal de la causa le propusiera, por medio de una amenaza, firmar una declaración acusando a otra persona de ser el dueño de tales armas. Felipe se negó. Finalmente, luego de once meses se descubrió la verdad, pero Felipe tuvo que pasar ese tiempo dentro de un penal de Chile.

“Luego nos allanaron, nos tomaron presos y cuando llega el fiscal –el mismo fiscal que después iba al juicio– me dice: ‘Durán, yo se que tú no tienes nada que ver en esta cosa, yo se que tu no andas metido en ésto, pero yo necesito que tú me firmes esta declaración y que digas que todas las armas que encontramos en tu casa, eran de esa persona. Entonces les digo: ‘¡no! Primero: armas en mi casa no había. Las armas las llevaste tú, las llevaron tus policías. Y menos le voy a echar la culpa a otra persona para salir yo’.  Y él me decía: ‘Durán yo se que tú no tienes nada que ver en esto, tú me firmas la declaración y sales caminando de aquí. Te vas. Si no, yo te voy a hacer mierda en la cárcel, vas a a estar muchos años preso’. Entonces, cuando la gente es débil de mente, cae en esos juegos, y es ahí donde aparecen esas figuras de testigos protegidos y todo. Y esa amenaza es constante. Yo te cuento tres casos puntuales, pero es algo que continuamente ellos están usando para incriminar a la gente.”

El proceso penal pasa, pero la propuesta comunicacional queda. Coincidimos con Felipe en afirmar que “todo lo relacionado con el Pueblo Mapuche es peligroso, dañino, violento, digno de ser sancionado”.

“Allá se pagan 5 millones de pesos chilenos para que una persona te acuse a ti o para que firme una declaración. Le pagan esa plata, lo custodian 24 horas y ya ellos tienen una herramienta para meterte preso. ¡A quien ellos quieran!”

¿Quién será la próxima víctima? ¿A quién señalará como enemigo el Comando Unificado Patagónico? ¿A quién le dispararán por la espalda las fuerzas de seguridad de la nación? ¿Cómo aplicarán el nuevo método de exterminio?

El poeta Elicura Chihuailaf habla y reflexiona sobre el significado de la muerte dentro de la cosmovisión mapuche. Piensa como piensan muchos referentes originarios que la poesía no está desligada de la cosmovisión mapuche. ¡La cosmovisión mapuche está atravesada por la poesía! Una sentencia que está en las antípodas del personaje que intentan construir los Estados chileno y argentino.

“Hay un retorno al lugar de origen, al país azul. Vuelve el espíritu a reunirse con la energía universal de sus antepasados. El espíritu viene desde el oriente, desde el infinito y entonces viene al cuerpo. Cuando transcurre esa vida, y el periodo que le correspondía, entonces la energía sale del cuerpo para llamar a Nontufe, el balsero de la muerte para cruzar esa frontera, que es el camino de continuidad entre el misterio de la vida y el misterio de la muerte, porque la muerte es un misterio porque la vida es un misterio”.

Los jotes andan cerca, giran cerca de nosotros. Anuncian la muerte venidera. Las aves que sobrevuelan en círculo la wenu mapu saben que la próxima víctima caerá reducida de forma inminente. El balsero de la muerte se prepara para cruzar por el río de las lágrimas a una nueva víctima del Estado.

Fey mütem (eso no más).

Afafan.