A pesar del descenso de asesinatos en el 2021, el país cierra el mes de enero de 2022 con 13 homicidios y 13 masacres que afectan la estabilidad en los territorios. 

Por: Zenaida Espinosa Cabrera

En Colombia  estuvo marcado el 2021 por el asesinato de 145 líderes sociales y 48 excombatientes firmantes del Acuerdo de Paz. De esta cifra el 70% de homicidios se registraron en los departamentos de Antioquia, Cauca, Valle del Cauca, Chocó, Nariño, Norte de Santander y Putumayo.

La situación no ha cambiado en lo corrido de 2022, pues el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) publicó que, hasta el 31 de enero, han sido asesinados 13 líderes y lideresas sociales, defensores de derechos humanos y medioambientales. 

Además se registraron 13 masacres con un total de 40 víctimas, 214 homicidios selectivos, 98 amenazas, 58 atentados con tentativa de homicidio, 25 hostigamientos, 17 desapariciones forzadas y 16 desplazamientos masivos. 

Los menores no son ajenos a los asesinatos y hostigamientos

El tercer asesinato de este año, el pasado 14 de enero, acabó con la vida del menor Breiner David Cucuñame, un niño indígena de 14 años, perteneciente a la guardia indígena del Cauca y líder ambiental.

Recomendamos leer: Breiner Cucuñame, el asesinato de un Kiwe Thegna (Vorágine.co)

El deceso sucedió cuando la Guardia Indígena y la comunidad se enfrentaron a actores armados que se encontraban ilegalmente en su territorio. «Una de las balas terminó con la vida de Breiner y otro guardia indígena que cuidaba el territorio», explicó el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) a través de un comunicado.

Este no es el primer caso en el que un menor de edad es hostigado por actores armados. Francisco Vera Manzanares de 11 años fue amenazado el año pasado por realizar actividades en pro de la defensa del medioambiente.

Le sugerimos: Francisco Vera, niño líder ambientalista amenazado

A raíz de las múltiples amenazas que han sido registradas por distintas organizaciones desde el  2020, Colombia ha sido considerado el primer país más peligroso para liderar actividades a favor de la defensa de los derechos humanos y ambientales.

Finalmente, la situación de inseguridad, el recrudecimiento de homicidios y de masacres desde el inicio del gobierno de Iván Duque han obstaculizado el cumplimiento de los compromisos firmados en el Acuerdo de Paz.