Desde la Red Humanista de Noticias de Salud REHUNO Salud ponemos en marcha un lugar de intercambio donde encontramos una nueva mirada sobre la vida cotidiana basada en una psicología experiencial y existencial (la Psicología del Nuevo Humanismo), y que da unas propuestas concretas de trabajo personal para llegar a un sentido pleno de nuestra existencia y a una vida libre de sufrimientos innecesarios. No es, por tanto, una psicología terapéutica ni que trate sobre ninguna patología, sino que va dirigida a cualquier persona que quiera comprenderse a sí misma y tener herramientas, si así lo desea, para iniciar un cambio positivo en su vida. El bienestar psicológico es sin duda una de las bases de la salud integral, por ello es un aspecto al que hay que atender.
Te invitamos a poner en práctica estas propuestas y también a que te comuniques con nosotros y nos cuentes tu experiencia. ¡Escríbenos!
Por Jordi Jiménez
Iniciamos una serie de 3 artículos donde expondremos unos principios (12 en total) que pueden servir de referencia para avanzar hacia una vida coherente y unitiva. Si en un artículo anterior hablamos de la coherencia como forma de avanzar hacia la felicidad, será interesante dar algunas claves para actuar de tal manera. A estas referencias se les llama los «Principios de la Acción Válida» y se pueden encontrar en el libro de «La Mirada Interna» cuyo autor es Silo.
Antes de seguir hay que advertir que estos 12 Principios no son rígidas normas para seguir, sino puntos de referencia, faros que sirven para orientarse en momentos de confusión. Tratar de forzarnos a «obedecer» estos principios sólo nos llevará a que aumente nuestra contradicción. La coherencia, la unidad, son registros internos que se experimentan como tales en cada uno de nosotros o no se experimentan. Por tanto, tenemos que observarnos, ver qué sentimos cuando tenemos en cuenta estos principios y qué sentimos cuando no los tenemos en cuenta. Y decimos «tener en cuenta», no seguir al pie de la letra. De esta forma se irá formando lo que podríamos llamar una «moral interna» basada en esos registros de unidad que se produzcan en cada uno y no en reglas externas que hay que obedecer. La moral interna es un estadio más evolucionado que la moral externa, pero requiere que seamos más conscientes de nuestros registros de unidad y contradicción.
Este tema de la moral da para debatir mucho y tal vez podríamos explayarnos sobre él si hay interés en los lectores (escribir a rehuno.salud@gmail.com). Ahora vayamos a enumerar y explicar brevemente cada uno de estos Principios empezando por los 4 primeros.
- Ir contra la evolución de las cosas es ir contra uno mismo (principio de adaptación)
En este principio se dice que todas las cosas tienen su evolución, su dinámica, que no hay nada que sea estático. Así que, de entrada, es interesante conocer bien cuál es la evolución de las cosas (de las situaciones que nos interesen, claro). Por otro lado, hay que aclarar que cuando se habla de “ir contra la evolución de las cosas” sólo se refiere a las situaciones que son inevitables, aquellas cuyo desenlace o dinámica es conocida e inevitable. Por ejemplo, es inevitable que los hijos se hagan mayores y se acaben alejando de nosotros para formar su propia vida, por lo que ir contra esa evolución inevitable puede generar contradicción. Sin embargo, si el ser humano hubiese creído que las enfermedades son inevitables jamás habría avanzado la ciencia médica. Por tanto, hay que distinguir bien entre unas situaciones y otras, de ahí lo de conocer bien cuál es la evolución de las cosas.
- Si fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario (principio de acción y reacción)
Este principio destaca que cuando presionamos algo o a alguien (siguiendo nuestros ensueños y deseos) en contra de su tendencia, de sus intereses o de su comportamiento habitual, puede que en un principio ceda ante nuestras exigencias, pero a corto o a largo plazo acabarán volviendo efectos indeseados. Algunos piensan que «el fin justifica los medios» y actúan forzando todo a su alrededor. A veces se logra un cierto éxito a corto plazo, pero no se puede mantener mucho tiempo y al final aparecen consecuencias contrarias a las buscadas. En otros casos, directamente se obtiene un «rebote» desfavorable en la respuesta.
- No te opongas a una gran fuerza. Retrocede hasta que aquella se debilite, entonces avanza con resolución (principio de acción oportuna)
Aquí no se habla de retroceder ante los pequeños inconvenientes o dificultades diarias, sino ante fuerzas que claramente nos sobrepasan. Retroceder ante pequeñas dificultades nos debilita y nos vuelve temerosos, pero enfrentarse obstinadamente con grandes fuerzas irresistibles, nos abre la puerta a todo tipo de accidentes y frustraciones. El problema es: ¿cómo se sabe si una fuerza nos sobrepasa o es asequible? En algunos casos es evidente, pero en otros no tanto. Entonces habrá que tomar pequeñas muestras que no nos comprometan, probar con pequeñas confrontaciones que nos permitan retirarnos si vemos que la fuerza es mayor que nosotros. Algo así como actuar con prudencia y ver cuál es la correlación de fuerzas entre nosotros y la situación. Lo de avanzar cuando se debilite se detecta igual, tomando pequeñas muestras hasta que veamos que esa correlación de fuerzas ha cambiado. Entonces es cuando sí que hay que avanzar con toda nuestra energía contra esa dificultad que se ha debilitado.
- Las cosas están bien cuando marchan en conjunto no aisladamente (principio de proporción)
Este principio habla de mantener una armonía en todos los ámbitos de nuestra vida. Nuestra actividad se reparte en distintos contextos en función de nuestra edad o situación. Puede ser, por ejemplo, que esté estudiando, trabajando, viviendo con mi familia y quedando con mis amigos en cierta etapa de mi vida. Todas esas actividades forman ámbitos, contextos. En otra etapa tal vez trabaje y viva solo al tiempo que inicie algún proyecto en el mundo. Los ámbitos son cambiantes con el tiempo, pero este principio dice que es interesante que todos ellos avancen en equilibrio y armonía. Por ejemplo, si sólo me dedico a trabajar y ganar dinero desatendiendo otros ámbitos, puedo acabar perdiendo la salud, a las amistades u otras posibilidades de vida. No estoy actuando en conjunto creando un gran desequilibrio en mis ámbitos de forma que, aunque consiga lo que buscaba, no tendré salud para disfrutarlo ni amigos con quien compartirlo. Esto no quiere decir que no haya prioridades, algunas cosas más importantes que otras, pero guardar esa armonía del conjunto requiere que a cada cosa se le aplique la energía necesaria en función de su importancia (no que a todo se le aplique la misma energía y tiempo, ya que eso tampoco sería armónico). Todos los ámbitos de mi vida están en relación entre sí y hay que hacer avances en todos ellos sin dejar que unos se adelanten y otros se atrasen.
Si quieres debatir sobre el tema puedes escribirnos a rehuno.salud@gmail.com