El sabio pícaro se cansó de batallar y nos dejó esta madrugada. Nos dejó, es un decir, porque más allá de esas primeras sensaciones de soledad y vacío, lo que rápidamente nos inundó a quienes lo queremos fue la certeza de que teníamos alguien que desde el otro lado iba a seguir echándonos una mano.

Luis Ammann, Licenciado en Letras, periodista, escritor, político, constructor de grupos humanos, tenía infinidad de virtudes, pero creo que mis preferidas fueron, además del sentido del humor, su enorme capacidad para poner las cosas en su justa medida, lo que lo llevaba a mantener una tranquila humildad.

Incansable viajero para la transmisión del humanismo universalista que fundara Silo, su recorrido lo ha llevado a ponerle firma al libro Autoliberación, piedra basal de los trabajos de desarrollo personal y mejoramiento del ser humano. Libro que cuenta con varias traducciones en distintos idiomas como inglés, portugués, alemán, francés, italiano, checo, alemán e islandés.

Tuve la oportunidad de charlar en incontables ocasiones, de entrevistarlo y de presentar juntos el primer libro de Pressenza “Perspectivas desde el humanismo”, en el que ambos aportábamos escritos. Podíamos estar de acuerdo, o enfrentados, pero siempre podíamos reírnos juntos y encontrar los puntos en común de nuestras posiciones y análisis.

Somos centenares de miles los que le debemos algo a este cordobés pícaro y sabio, siempre dispuesto, conciliador y orgulloso de esos amores que nunca le faltaron.

Vaya este humilde recuerdo como agradecimiento y un sentido abrazo para su familia más cercana, Nélida, Alberto y Clara. Se los quiere infinitamente.