Por Alex Rodrigues / Traducción de Pressenza

La Fundación Nacional del Indio (FUNAI) pidió refuerzos de la Policía Militar de Amazonas y del Ejército, después de que hombres armados atacaran una base de protección para indígenas aislados en el territorio indígena del Valle del Javari, en la parte occidental del estado de Amazonas, cerca de la frontera con Perú.

En una nota publicada hoy (24), la FUNAI confirmó que en la madrugada del sábado pasado (22) hombres no identificados intercambiaron disparos con agentes de la policía militar que participaban en una operación de rutina para frenar la acción ilegal de los cazadores, pescadores.

Este medio no pudo hacer contacto con representantes de la Policía Militar ni del Ejército. La FUNAI subrayó que el ataque «puso en peligro a los pueblos indígenas, a los funcionarios públicos y a los agentes de policía».

La base instalada en la confluencia de los ríos Ituí e Itacoai es una de las tres existentes en la Tierra Indígena del Vale do Javari. Ubicada en una región accesible sólo por vía fluvial o aérea, la reserva indígena de más de 8,5 millones de hectáreas (cada hectárea corresponde aproximadamente a las medidas de un campo de fútbol oficial) albergaba a unos 7.000 indígenas en 2010.

Según la FUNAI, la tierra indígena concentra el mayor número de pueblos indígenas aislados de la región. Es decir, grupos que, por su propia voluntad, evitan el contacto o tienen poca interacción con las comunidades no indígenas circundantes. Aunque deben garantizar el derecho de estos indígenas a sus territorios y protegerlos de la acción de los invasores, la FUNAI y el Estado brasilero sólo buscan establecer contacto cuando la supervivencia de estos grupos está gravemente amenazada.

Al menos 17 grupos diferentes de indígenas aislados ya han sido registrados en el interior del territorio indígena, lo que –de confirmarse… correspondería a la mayor concentración de grupos aislados en la misma reserva. Además, viven en la zona personas de las etnias Marubo, Kulina, Kanamari, Mayrouna y de los grupos Korubos y Tsohom Dyapá, ambos recientemente contactados.

En su sitio web, la Funai explica que el aislamiento puede ser una opción colectiva adoptada por algunos grupos indígenas que han sufrido en el pasado los efectos negativos del contacto con personas no indígenas, como las enfermedades típicas de las poblaciones urbanas, la violencia física y el saqueo de los recursos naturales.

En junio de este año, representantes de 27 pueblos indígenas y organizaciones indígenas de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela participaron, en Brasilia, en el II Encuentro Internacional «Olhares sobre as Políticas de Proteção aos Povos Indígenas Isolados e de Recente Contact»*. Al término del evento, aprobaron un documento en el que reafirmaban los «reveses» en la promoción y garantía de los derechos de los pueblos indígenas en todos los países, «con efectos particularmente graves para los pueblos en aislamiento y en contacto inicial», particularmente en la cuenca amazónica.


*»Miradas a las políticas de protección de los pueblos indígenas en aislamiento y de reciente contacto».

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