«La información es un bien social, pero no puede haber objetividad en la información. El escritor tiene un interés propio y puede ser visto en lo que escribe» (o no escribe). Para respaldarlo, Tony Robinson, codirector de Pressenza, miembro del Partido Humanista Internacional y Mundo sin Guerras y sin Violencia, en su intervención en el II Foro Mundial sobre Violencia Urbana que se celebra en Madrid.

El tema del encuentro fue «El periodismo como sujeto activo para la construcción de una cultura de paz y no violencia«. Robinson denunció la «estructura sistémica de opresión» que existe hoy en día y que, por lo tanto, «nuestra acción no sólo está representada por la información, sino también por la de estar con los movimientos sociales, en la calle, para recoger, contar, promover las diferentes cosas buenas que tienen lugar en el mundo«, iniciativas positivas, pero también manifestaciones de disenso del poder.

Por lo tanto, el objetivo que la agencia internacional de noticias Pressenza tiene como prioridad es «crear una red entre las diferentes actividades«, concluyó Robinson.

En la reunión también se abordó el tema del lenguaje correcto del periodista. Un participante señaló el uso actual de palabras con una connotación positiva que esconden gestos terribles: el llamado, por ejemplo, «little boy» (niño pequeño), la bomba arrojada sobre Hiroshima. Habría añadido otro ejemplo: la definición de «neutralización» como el asesinato prodigioso de un presunto terrorista. Otro participante en el encuentro subrayó el peligro que representa la difusión de «noticias falsas» (rumores) en las redes sociales, proponiendo un «control de la calidad de la información«. Control, que, sin embargo, si se pone en manos del gobierno -sugirió otro participante en la reunión- podría convertirse en una forma de censura.

La reunión terminó con la invitación a una «llamada a la acción«, incluyendo la invitación a unirse a la familia de corresponsales de Pressenza en su ciudad.