En los últimos días hemos tenido muestras chocantes de cómo el sistema económico y los actuales gobiernos deshumanizan a los niños en todas partes del mundo, sólo para satisfacer sus proyectos de poder.

El mundo bajo la mirada de un niño deshumanizado

Desde los Estados Unidos, circulan cada vez más imágenes de niños inmigrantes enjaulados, aislados de sus padres, junto con audios de ellos llorando. Son tratadas como animales y la prensa llama «perreras» a las jaulas donde el gobierno Trump decidió arrestarlos arbitrariamente.

En Europa Occidental, los niños se quedan en campos de refugiados, como el refugio de Roja Camp, en las fronteras entre Francia e Italia, y los niños refugiados son enviados de vuelta al mar, como en el caso reciente del Barco Aquarius, con más de 32 niños y 61 adolescentes a bordo.

En Europa Oriental, están inmigrando cientos y cientos de niños desatendidos procedentes de Pakistán, Siria y Palestina, que van llegando solos a Serbia y Bulgaria, quién sabe cómo, y son «acomodados» en «centros de recepción» junto con adultos desconocidos, quedando expuestos a todo tipo de abusos.

En Palestina, los niños siguen siendo arrestados arbitrariamente por soldados israelíes. La situación es tan grotesca y pusilánime que no necesita más comentarios.

En Brasil, en el estado de Espírito Santo, poco después de que un pastor evangélico asesinó a su hijo y su hijastro para promoverse en la prensa, la policía de Río de Janeiro asesinó a un estudiante negro con un disparo de fusil, mientras él intentaba escapar de los disparos de un helicóptero militar en el camino hasta su escuela. Después del tiro, hay informes que confirman que la policía también impidió que la ambulancia llegara a tiempo para prestar auxilio.

El capitalismo es racista y no perdona ni a los niños

El Racismo de la «Meritocracia Capitalista» es parte estructural de este sistema y no perdona a nadie, ni a los niños y ni a ancianos.

En prácticamente todos estos casos, además de las evidentes motivaciones económicas, el racismo contra negros, indígenas o árabes fueron factores determinantes en la excesiva violencia que estos niños sufren.

¿Qué mundo es éste que estamos construyendo? ¿Para qué estamos trabajando, para crear un mundo cada día más egoísta donde incluso los niños pueden ser degradados y deshumanizados, siendo tratados peor que los animales?

¿Dónde está la Humanidad de este sistema económico?

Estos últimos días han sido particularmente difíciles para la conciencia humana, que necesitará hacer un esfuerzo extra para comprender y modificar esta violenta aceleración del actual sistema, que está a punto de estallar.

Los bancos internacionales y los gobiernos que los representan son cada día más inhumanos, ahora ven cada vez más a los niños como una forma de obtener publicidad para sus intereses económicos. Van sacando los dientes y mostrando un lado sádico que antes intentaban esconder.

¿Cuántos niños van a necesitar pasar aún por eso?

La desesperación y la ansiedad van aumentando en todas las latitudes, al final si incluso los niños son tratados así, se imagínese el resto de la población.

Ya pasó el tiempo de estar esperando salvadores que solucionen los problemas, llegó la hora de que los pueblos tomen conciencia y despierten de estas falsas promesas capitalistas, adoptando un estilo de vida más humano y equilibrado, creando mecanismos de democracia directa para protegerse de estos desmanes.

Gobiernos cada día más inhumanos

Es muy curioso ver la rabia y la locura que personajes como Trump, Salvini, Macron y Temer van encarnando, cada día más expuestos debido al trato que van dando a los niños. A los que creen que podría tratarse una crisis humanitaria, les decimos que se trata de un proyecto.

Utilizan a estos niños para desestabilizar emocionalmente a la población, conquistar titulares en la prensa, hacer campañas de odio y así conquistar más votos.

¿El capitalismo salvaje desistió de la democracia?

Los banqueros y el 1% de los más ricos que asfixia a todos con una concentración de ingresos inéditos en la historia humana, intenta echar toda la culpa al estado, que a su vez busca nuevos culpables, en una espiral de violencia.

En algunos lugares la campaña de odio es contra los «terroristas» y en otros contra los «narcotraficantes», según sea más mediático. Y cada vez más crece el abismo, dejando desamparados a decenas y decenas de miles de niños que van creciendo en un ambiente cada vez más hostil y violento. Eso es cuando logran sobrevivir.

Necesitamos Romper la Espiral de Violencia

El pastor evangélico que violó y luego carbonizó a su propio hijo, afirmó que también había sido violado en su infancia. Mostrando lo importante que es detener esta espiral infinita de violencia, represión y venganza que va pasando de generación en generación.

Para conferir algún sentido mayor a toda esta locura y violencia que está ocurriendo con los niños en favelas y campos de concentración en todo el mundo, necesitamos comenzar a mirar las guerras, a la colonización disfrazada y las desestabilizaciones económicas que obligaron a la mayoría de estos niños y sus familias a salir de sus países, antes que morir de hambre o ser asesinados por un soldado.

Es necesario reflexionar acerca del porqué están aumentando los conflictos armados y las guerras comerciales y cómo las personas comunes pueden organizarse para hacer frente a esa escalada de discriminación y de violencia.

Raíces de la espiral de violencia contra los niños

El ciudadano medio, la persona común de los grandes centros urbanos, alienado y conformado con su vida cotidiana cada día más, está obligada a ver lo que antes fingía no saber.

Conforme va aumentando vertiginosamente el número de niños inmigrantes en todos los países, ya no consigue apartar la mirada de la violencia del sistema capitalista, donde el valor central es el dinero y no el ser humano.

Este mismo valor inhumano, que confiere más valor a un billete de papel o una tarjeta de plástico que a la vida de un niño, está haciendo que mucha gente tenga que tomar medicamentos para dormir. Están llenando los consultorios psiquiátricos, en vez de llenar las calles y los parlamentos. El capital mundial no es la única raíz, pero actualmente es la principal motivación de la violencia mundial contra los niños.

Fabrican enfermedades para vender medicinas. Fabrican guerras para vender armas. Fabrican crisis humanitarias para vender sus proyectos económicos. Cada día asfixiando más al 99% de la población mundial.

Los Anti-Humanistas no tienen cómo ganar esta batalla

Por más que aparentan ser vencedores, el sistema que construyeron es tan violento que ya empieza a dar señales de ruptura, antes incluso de conformar su tan soñado imperio mundial.

En suma, ellos no tienen como ganar, porque la humanidad necesita sobrevivir y la resistencia está aumentando exponencialmente. La humanidad necesita de futuro y tiene un sentido mucho mayor que sólo los mezquinos objetivos económicos de una minoría cada vez más enloquecida por la propia ambición.

Va siendo cada vez más difícil para esta minoría inhumana culpabilizar a niños inocentes, etiquetándolos de «terroristas» o de «traficantes», y las conciencias se van polarizando, embruteciendo y cristalizando en algunos casos o se van despertando y humanizando en la mayoría de los otros casos.

La conciencia humana ya está de pie y aguarda un nuevo amanecer

Las nuevas generaciones, más sensibles y susceptibles, ya están percibiendo eso desde 2011. Las mujeres se están levantando en todas partes, ellas quieren paz y quieren ver a los niños protegidos. Los estudiantes ocupan plazas, universidades y colegios en muchas partes del mundo.

Los nuevos movimientos políticos, sociales y culturales ya están siendo organizados en todos los países, formando procesos de convergencia cultural y política para formar bancadas de políticos legítimos que nos representen, como el frente amplio de Chile, por ejemplo.

Acción Conjunta y Presión para Cambios

Corresponde a todos sensibilizarse con esta absurda deshumanización de los niños, enjugar las lágrimas, respirar profundamente y organizar acciones colectivas que obliguen a todos los países a tratar con dignidad a los niños. Recordando que ningún ser humano es ilegal y que estos niños son el futuro más sagrado de nuestra humanidad, que no debería ser degradado de esta forma.

Es necesario sacar coraje de este dolor tan profundo y ayudar a despertar a quien está engañado, quien aún no percibió la importancia y la urgencia de modificar su propia vida, para luchar de forma colectiva y no violenta contra todos estos desmanes, desvaríos e injusticias, independientemente de ideologías o de intereses económicos.

No hay propósito en la vida, si todo termina en un individualismo sin salida

¿Qué coherencia vamos a mostrar si, al final de nuestras vidas, miramos hacia atrás y vemos que abandonamos a estos niños para concentrarnos en ganar más dinero y satisfacer nuestras ilusiones egoístas?

¿Qué luz tendrá nuestra alma si, al hacer esta retrospectiva existencial, sólo vemos el vacío, la negación y el miedo de luchar por un mundo donde los niños sean protegidos?

Que el dolor se convierta en amor y que en lugar del vacío nos invada el coraje. Ojalá estas «imágenes psíquicas» de niños sufriendo nos sirvan de estímulo para cambiar profundamente la dirección de nuestros actos.

El cambio vendrá a través de una Acción Colectiva en las Periferias del Sistema

Mientras el sistema económico mundial abandona las periferias y los campos, las personas comunes necesitan retomar estos espacios abandonados para reconstruirlos y humanizarlos.

Generando proyectos colectivos que reconstruyan esta humanidad que estamos perdiendo cada día al dejarnos llevar, desatentos e ilusionados, por las «comodidades» de este sistema, un sistema tan cruel que ataca incluso a los niños inocentes e indefensos, por puro racismo.

En este sentido proponemos retomar las periferias, crear procesos de democracia directa y de auto-organización en conjunto con todos los que quieran dar un nuevo sentido a este descalabro.

Nuevas matrices que hagan frente al sistema de forma estructural

Organizando actividades que no puedan ser bloqueadas por los poderosos de cada lugar.

Esto se organiza con modelos auto-organizativos, autónomos e interrelacionados entre sí, que apunten a conquistar el poder de decisión de forma democrática y no violenta, y una vez llegado a tal poder, éste sea ejercido también de forma inclusiva, democrática y no violenta.

Por ejemplo, proponemos organizar escuelas sin muros, cooperativas de vivienda, estudios de medios independientes en cada rincón donde podamos, para que la conciencia humana cubra la vida a través de acciones concretas que modifiquen la situación actual.

También es necesario democratizar el poder judicial y elegir bancadas parlamentarias que luchen por la paz, creando mecanismos de consulta permanente y democracia real directa.

Con relación a esto, el año pasado hicimos esta pulicación en la que existen algunas sugerencias de cómo esto se puede hacer en la práctica.

El cambio vendrá cuando empecemos a ubicar a personas más humanas en los puestos de decisión en los tres poderes, a través de procesos de democracia real y directa de abajo hacia arriba, organizados por personas comunes, como usted y yo.