Roger Waters se pronuncia claramente en contra del antisemitismo en su concierto de este fin de semana en Berlín: «El antisemitismo es obsceno». Al mismo tiempo, criticó claramente a Felix Klein, comisionado del gobierno federal para el antisemitismo, por sus intentos de criminalizar el movimiento de BDS (boicots, desinversiones, sanciones).

Los activistas de BDS hacen un llamamiento a políticos, empresarios, artistas, científicos o deportistas para que cancelen o pongan fin a las actuaciones, inversiones o cooperación científica en Israel. El objetivo es que Israel «respete, proteja y promueva los derechos de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares y a sus propiedades, tal y como se acordó en la Resolución 194 de la ONU».

Félix Klein comentó recientemente en una entrevista con la revista Jüdischen Allgemeinen: «Considero que la BDS es un movimiento antisemita cuyas actividades condeno enérgicamente».