Pasados 42 años del golpe cívico-militar clerical que desató los infiernos de desapariciones, violaciones de los derechos humanos, genocidio y robo de bebés en la Argentina, los organismos de derechos humanos convocaron a una nueva cita de Memoria, Verdad y Justicia, a la que acudieron cerca de medio millón de personas en la Plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires y otro tanto en el resto del país donde hubo actos conmemorativos en toda la geografía argentina.

El documento que leyeron los organizadores fue extenso, porque a la pedagogía histórica que busca defender la memoria frente a las políticas públicas del macrismo de negacionismo histórico. No solo la historia es larga, también era larga la enumeración de injusticias del presente que debían ser denunciadas, el otorgamiento de prisiones domiciliarias a los criminales de lesa humanidad, la criminalización de la protesta, los asesinatos de parte de las fuerzas de seguridad, la discontinuación de programas de derechos humanos en los distintos ministerios, la censura, la caza de periodistas y sindicalistas opositores, los presos políticos, cuya figura más emblemática es Milagro Sala, a punto de cumplir 800 días de cautiverio, etc…

Pero el rechazo a las políticas económicas del gobierno no tuvieron respuesta solamente desde el escenario, la multitud coreó canciones de rechazo al presidente Mauricio Macri, a quien se lo acusa de haberse enriquecido y ser partícipe de la última dictadura.

“No podemos vivir en un país con hambre y con genocidas sueltos. No vamos a permitirlo”, fue una de las frases que leyeron referentes de Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo, Hijos y otros organismos en ese duro mensaje. Se pidió la renuncia de Patricia Bullrich, la ministra de seguridad, considerada responsable de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado y del fusilamiento por la espalda de Rafael Nahuel en Villa Mascardi y de Facundo Ferreira en Tucumán.

Fue clarísimo el apoyo a los pueblos originarios que sufren el acoso y persecución del gobierno conchabado con los grandes terratenientes históricos y los recién llegados apropiándose de territorios extensísimos durante la década delos noventa del siglo pasado.

“Hoy nos convocan a esta plaza los despidos masivos, la miseria planificada, la entrega del país a los buitres, la persecución de los pueblos originarios; la persecución a militantes; las presas y presos políticos; la impunidad para los genocidas, la violencia institucional, la represión a la protesta social, la censura a la prensa; y la defensa de todos los derechos de las mujeres, lesbianas, travestis y trans”, enumeró el documento.

También hubo tiempo para recordar a la concejala del PSOL brasileño asesinada hace 10 días en Rio de Janeiro, Marielle Franco y se pidió justicia y que se investigue quiénes están detrás de su asesinato y el de otros referentes sociales e indígenas de Brasil. En el escenario se contó con la presencia de los dirigentes del Partido Humanista chileno y miembros del Frente Amplio Tomás Hirsch y Efren Osorio, además del líder de Podemos, el español Pablo Iglesias.

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