Por Gustavo Figueroa

Desaparición forzada: caso Daniel Solano

Fiske Menuko, Río Negro. 27 personas denunciadas: 11 son policías; 7 oficiales están imputados. 1 investigación, 40 cuerpos (que constituyen la causa), 1 causa (judicial) de la cual se pueden desprender nuevas causas. Una desaparición forzada, 1 joven originario (trabajador rural), 1 padre que espera, 2 abogados que investigan, 2 ciudades conectadas por el delito. 1 asociación ilícita, 1 estafa (dentro de una historia de estafas), 1 red de explotación laboral, 1 red de narcotráfico. 4 jueces implicados, una ex fiscal, 3 empresarios, 3 punteros. 2 empresas frutícolas, 1 boliche bailable, 1 isla (92), 1 jagüel. 1 camioneta blanca y 1 auto rojo. 1 billetera y 1 par de zapatillas (que funcionó como elemento de defensa para la víctima). 1 juicio, 1 megacausa, 6 abogados defensores, 3 delitos (en principio) diferentes.

El atentado en contra del cuerpo de Daniel Solano no representa un hecho aislado, ni puede ser pensado sólo como la consecuencia de un exceso policial. Los verdugos de Solano no actuaron solos, ni deberían estar solos dentro del juicio en el que son juzgados. La crónica que leerán a continuación intenta abrir los interrogantes necesarios para poder pensar una estructura delictiva y jerárquica que funciona sistemáticamente hace décadas dentro de la mal llamada Patagonia argentina, explotando y sometiendo a decenas de personas, aunque y contradictoriamente –esto es necesario decirlo– ante la vista “atenta” de la ciudadanía, lejos (aparentemente) del alcance de las cámaras de información y con la eficiente complicidad (naturalizada) de los representantes de los Estados provinciales locales.

Gualberto Solano (el papá de Daniel) es observado por los victimarios de su hijo. En la fotografía se puede ver también el gesto de burla por parte de Diego Cuello (anteojos). Foto Gustavo Figueroa

Introducción

Durante la primera y segunda jornada del juicio por la desaparición forzada de Daniel Solano, se leyeron la requisitoria de la fiscalía y la querella. La extensa acusación de la querella (representada por los abogados Sergio Heredia y Leandro Aparicio) no se limita a denunciar a los policías que sacaron y golpearon a Daniel Solano de un boliche bailable la madrugada del 5 de noviembre de 2011. También es denunciada una asociación ilícita (de la que eran parte estos 7 policías) en donde operaban jueces, fiscales, agentes de la policía, empresarios (frutícolas) y punteros (rurales) que actuaban todos dentro –según la acusación de los abogados querellantes– de una red de narcotráfico y de trata personas con fines de explotación laboral.

La convivencia entre el poder estatal, el poder empresarial y hechos delictivos económicamente fructíferos, serán parte de este juicio del que se pueden llegar a desprender más de 10 causas diferentes.

Kiñe. Primer capítulo

Hechos acreditados: la escena del boliche 

Los hechos acreditados dentro de una causa son aquellos que no se discuten, que están reconocidos por ambas partes. Si bien la defensa de los policías se encargará de negar todos los hechos por los cuales se acusa a los 7 imputados, existen, específicamente en la escena del boliche, una cantidad de testigos que coinciden y dejan en evidencia la credibilidad de la acusación.

Los imputados junto a sus abogados defensores. Foto Gustavo Figueroa

El testimonio de varios testigos (y la documentación contable pertinente) ha permitido acreditar –según lo entiende la querella– que Daniel Solano trabajaba y tenía una relación de dependencia con la empresa Agrocosecha S.A. de Choele Choel (Río Negro). Según el relato de los testigos de identidad reservada está acreditado que parte de los policías que hacían adicionales en esta empresa, también cumplían adicionales en el boliche Macuba Megadisco (Choele Choel). Quedó acreditado que Daniel Solano padeció, al igual que sus compañeros (trabajadores rurales), una forma de estafa por parte de los dueños de la empresa Agrocosecha S.A. (Pablo Mercado, Gustavo y Adrián Lapenta); y que Daniel actuó como delegado en una protesta ante esa estafa. Quedó acreditado que la madrugada del 5 de diciembre de 2011 Daniel Solano ingresó a ese boliche cerca de las dos de la mañana. Que según los testigos, al joven oriundo de Salta lo sacaron por la fuerza dos policías; que cuando era sacado por la fuerza Solano intentó aferrarse a lo que pudo para que no lo sacaran. Quedó acreditado que Daniel junto a un grupo compañeros de trabajo esa noche eran identificados como los “norteños”, y que uno de los locutores del boliche le llamó la atención a Daniel y le pidió a la policía que lo retirara del establecimiento. Quedó acreditado también que cuando salieron afuera del boliche llegó una camioneta Ford Export blanca con más policías dentro. Que hubo testigos que presenciaron como Daniel intentó defenderse con su par de zapatillas en la mano, que lo cargaron a la fuerza dentro de la camioneta propinándole golpes de puño, patadas y agrediendo con una cachiporra. Quedó acreditado que después de ser subido a la camioneta Daniel Solano no fue trasladado a ningún destacamento policial; que las últimas personas que estuvieron en contacto con él fue la misma policía que lo saco a los empujones del boliche. Quedó acreditado, según los dichos de varios testigos, que el policía que más golpeó a Daniel fue Pablo Bender.

Pablo Bender fue denunciado, según los testigos, como el policía que sacó a Daniel Solano del boliche y como el oficial que más lo golpeo. Foto Gustavo Figueroa

Epu. Segundo capitulo

Hechos materia de debate dentro del proceso judicial: los interrogantes que surgen previo y luego de la  escena dentro de Macuba

Los jueces de la causa Oscar Gatti, María García Balduini y Gastón Martín. Gustavo Figueroa

¿Qué relación tienen los policías imputados con la empresa Agrocosecha S.A.? ¿La relación es sólo laboral? Si existe una asociación ilícita, ¿cuál era el verdadero rol de estos policías? ¿Y el de los jueces de Río Negro implicados? ¿A cuántas personas estafó Agrocosecha S.A. antes de desaparecer Daniel Solano? ¿A qué número asciende la estafa producida en contra de los trabajadores? ¿La estafa sólo se limitaba a descontarles dinero con razones injustificables? ¿Cuál es el rol de la empresa frutícola Expofrut? ¿Cuál es el rol, dentro de esta red delictiva, de cada una de las 20 personas –además de los imputados– que denuncia la querella? ¿En algunos casos sólo se limitaba al rol de encubridor (como es el caso de los jueces) o tenían un lugar más relevante dentro de esta asociación ilícita de narcotráfico y de trata de personas? ¿Dónde está el cuerpo de Daniel Solano? ¿Qué hicieron los policías luego de llevarse a Daniel del boliche bailable Macuba? Si finalmente lo asesinaron ¿cómo lo hicieron? ¿Por qué no está imputado el oficial Tomás Vega, también protagonista durante la golpiza sobre el cuerpo de Solano? ¿Por qué dentro de la sala de audiencia los imputados se mostraron tan relajados sabiendo que, en el mismo momento en que se estaban desarrollando las audiencias judiciales, se estaban realizando interminables inspecciones dentro de un jagüel denunciado como el lugar donde está el cuerpo de Daniel Solano?

Küla. Tercer capitulo

El testimonio de los testigos

Será fundamental dentro del proceso judicial lograr que los testigos vuelvan a dar su testimonio dentro de las salas de audiencia para certificar los abusos cometidos por la policía la madrugada en que desapareció Daniel Solano, como también es de vital importancia para la causa lograr hallar el cuerpo de la víctima. Mientras termino de escribir esta crónica el padre Cristian Bonin, cercano a la familia Solano, notifica vía redes sociales que la empresa Perterser S.R.L., después de 30 días de excavación en el jagüel (ubicado en la estancia “La manuela”), regresa a Tartagal, para cumplir con otras demandas laborales, entendiendo también que los obreros que participan de la excavación nunca tuvieron un relevo.

El abogado Leandro Aparicio siguió atento la lectura de la extensa acusación que presentaron junto a Sergio Heredia. Foto Gustavo Figueroa

El testimonio de los testigos permitirán sostener la teoría de la querella en donde se asegura que:

Los verdugos de Solano no trabajan ni se movían solos. Eran parte de una estructura jerárquica delictiva. A Solano lo mandaron a matar los dueños de la empresa Agrocosecha S.A., como una forma de aleccionar al resto de los trabajadores. La sanción sobre el cuerpo de Solano fue la consecuencia por haber actuado como delegado en una protesta dentro y en contra de la empresa Agrocosecha S.A.. Los verdugos de Solano no sólo eran parte de un red de trata de personas que reclutaba personas de la provincia de Salta: también eran parte de una red de narcotráfico que distribuía droga en el boliche bailable Macuba Megadisco.

Los 40 cuerpos de la causa dentro de la sala de audiencia. Foto Gustavo Figueroa