El martes 6 de junio, en la sala de prensa de la Cámara de Diputados, se llevó a cabo la conferencia sobre el estado de los derechos humanos en Argentina.

En la introducción de la reunión, la diputada del Artículo Uno – Movimiento Demócrata y Progresista, Giovanna Martelli, partió de la difícil situación que existe en Argentina en materia de derechos humanos, haciendo también hincapié en los escenarios preocupantes que están apareciendo en el resto del continente sudamericano. Sobre la cuestión de violaciones de derechos, además del caso argentino, la diputada mencionó las poco tranquilizadoras situaciones en Colombia y Venezuela.

«Las libertades fundamentales no están garantizadas en toda la región de América del Sur», dijo Giovanna Martelli antes de dar la palabra a Federico Palumbo, quien se presentó como el portavoz del Comité para la Liberación de Milagro Sala.

«Han pasado 507 días de detención arbitraria de Milagro Sala y otros compañeros, ocurrida en Jujuy», dijo Palumbo, quien también destacó cómo el caso Sala, considerado excepcional y sorprendente al principio, se vio luego envuelto en un marco general alarmante y oscuro. Hay un sinnúmero de irregularidades, violaciones de los derechos y persecuciones que diariamente sufre el pueblo jujeño y el argentino bajo el gobierno de Gerardo Morales, presidido por Mauricio Macri.

La confirmación del mal clima argentino también está dada por Riccardo Noury, portavoz de Amnistía Internacional (AI) Italia, recordando que el último informe anual de AI sobre los derechos humanos se centró en temas críticos y aún pendientes respecto de Argentina. Noury ha hablado primero de feminicidio, de violación de los derechos de los pueblos indígenas, de tortura, citando en particular los perpetrados en las comisarías, para terminar recordando el escandaloso caso de Milagro Sala. Una historia que fue seguida desde el principio, desarrollada y denunciada por Amnistía Internacional, junto con varias otras asociaciones y que finalmente dio a luz a la solicitud de liberación inmediata por parte del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la detención arbitraria.

La audiencia juvenil, muy interesada en las vicisitudes argentinas, finalmente escuchó el detallado y sentido testimonio de Eduardo Tavani, reconocido jurista argentino y uno de los abogados en los procesos de Milagro Sala.

Después de una breve introducción sobre los principales momentos que han marcado la historia de la República Argentina, Tavani habló sobre lo que está sucediendo en su país desde diciembre de 2015 con la elección de Mauricio Macri. Una fuerte denuncia del jurista que reiteró que el presidente no duda en utilizar para sus propios intereses al poder judicial, haciéndose apoyar en términos muy claros por los más grandes medios de comunicación, muy complacientes.

«La manipulación de la justicia a nivel nacional es evidente», argumentó en varias ocasiones recordando, en particular, como dos jueces «amigos», designados por Macri para el Tribunal Supremo, son los mismos que llevaron a cabo la Ley llamada 24390, considerada «2 × 1» con la que se pretende reducir a la mitad las penas por genocidio y crímenes contra la humanidad.

«Mauricio Macri sigue una estrategia negacionista. Niega el terrorismo de Estado, niega los desaparecidos, niega el rol activo del poder económico durante la dictadura y no cuestiona de manera alguna a los militares», continuó el abogado que, posteriormente, lanzó una llamada de alarma contando acerca del viaje de negocios del gobernador Gerardo Morales por Europa y Asia durante estos últimos días. «Un viaje para hacer negocios. El negocio se llama litio», dijo Eduardo Tavani.

«Por eso también tienen a Milagro en la cárcel, para hacerle la vida más fácil a Morales y a los diversos grupos económicos que probablemente se beneficiaran de la explotación de las tierras en Jujuy, en una especie de zona libre», agregó el abogado.

He aquí una breve entrevista en video con Eduardo Tavani