Una veintena de líderes indígenas de todo el mundo participaron el jueves en Marruecos de una protesta contra la construcción del oleoducto de Dakota del Norte.

La protesta, organizada por el Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático (IIPFCC), se realizó a las afueras de la sede oficial donde se llevó a cabo la reciente Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, COP22.

El oleoducto cuyo costo asciende a US$3.700 millones, ha generado protestas en Dakota del Norte, donde los indígenas del pueblo Sioux que habitan en la reserva indígena de Standing Rock están tratando de detener su construcción con el apoyo de miles de manifestantes.

La tubería, señalan, atravesará sus cementerios sagrados ancestrales, sitios arqueológicos y podría contaminar su principal fuente de agua.

A través de un comunicado oficial los líderes indígenas congregado en la COP22, indicaron que “esta megaobra no respeta ni los tratados de los Sioux de Standing Rock, ni su soberanía, ni su derecho a la libre determinación. Es una vulneración flagrante de sus derechos sobre sus tieras y recursos y no respeta los derechos humanos ni los derechos indígenas”.

La Relatora especial de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, también ha pedido a Estados Unidos que detenga la construcción del oleoducto.

“Los Estados Unidos deben consultar con las comunidades afectadas de buena fe y asegurar su consentimiento libre e informado antes de la aprobación de cualquier proyecto que afecte a sus tierras, en particular En relación con las industrias de recursos extractivos “, remarcó.

Por su parte, el activista Alberto Saldamando agradeció a todos los manifestantes su presencia y sentenció que “los pueblos indígenas en lucha son Standing Rock y Standing Rock somos todos en lucha por todo el mundo”

“Los indígenas defendemos la tierra no solo para nosotros sino para todos”,  remarcó la lideresa indígena peruana, Tarcila Rivera Zea, quien se sumó también a la protesta en solidaridad con el pueblo Sioux.

El IIPFCC se sumó a este llamado mundial para que el gobierno de Estados Unidos ponga fin a la construcción del oleoducto y respete el derecho al consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas.

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