El pasado viernes 15 se formó en Buenos Aires el Consejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas de la República Argentina. En dos días de intenso debate, más de 300 miembros de naciones originarias de todo el país dieron nacimiento al nuevo organismo.

La conformación del consejo se concreta después de largas idas y vueltas con el gobierno nacional desde su asunción en diciembre pasado. El gobierno no cumplió con el compromiso inicial de nombrar un indígena a cargo del INAI, y demoró por meses la conformación de un organismo que permitiera a los indígenas gestionar ante las autoridades, sin intermediarios, las soluciones que reclaman. En marzo representantes de la Mesa de Diálogo previamente conformada, ocuparon instalaciones de la ex Esma donde funciona la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, hasta conseguir que a principios de mayo se publicara un decreto anunciando la creación del Consejo Consultivo que acaba de constituirse.

Durante la reunión la asamblea aprobó el proyecto de reglamento interno y designó la comisión ejecutiva del Consejo. Resultaron designados Relmu Ñamku secretaria general; Félix Díaz, presidente y vicepresidentes por cada región: Faustino Lencina por la zona Centro, Jorge Palomo por el NEA, Margarita Mamani y Rolando Flores por el NOA, y Rubén Huanque, por la zona Sur.

En la próxima asamblea se decidirá cómo integrar las 20 comisiones de trabajo previstas, entre otras Comunicación y medios, Salud y medicina tradicional, Educación intercultural, Cultura, Espiritualidad y religión, etc.

“Queda mucho trabajo por hacer, pero estamos contentos de haber llegado a esta instancia”, evaluó Relmu Ñamku. “Es la primera vez que tenemos en el Estado un ente pensado y creado por los pueblos indígenas, que nosotros mismos vamos a gestionar y administrar”.

Foto Reinaldo Ortega

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El Consejo se propone promover ante el Estado tanto la resolución de las necesidades más urgentes de las comunidades (carencias sanitarias, de vivienda, de salud, desalojos), como cuestiones de más largo aliento como la reglamentación del derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada, el avance del relevamiento territorial, la ley de propiedad comunitaria de las tierras y la reforma de la Ley 23.302 para adecuarla a la legislación internacional vigente.

Sin embargo todos reconocen entre los desafíos más importantes, el de avanzar en la unidad de los pueblos indígenas de Argentina. Eso se notó en la reunión donde no faltaron, por ejemplo, las quejas de quienes entendieron que debían haber sido invitados y financiados, aunque no todos opinaron igual. Adriana Martínez, del pueblo coya de Palpalá, Jujuy, decía: “nosotros no recibimos invitación de la Secretaría de Derechos Humanos ni del INAI, pero entendimos que la convocatoria era abierta y viajamos por nuestros propios medios. Hemos estado presentes comunidades y organizaciones que hasta ahora estuvimos afuera y en ningún momento se restringió la participación ni la palabra. Nosotros entendemos que el Consejo Consultivo es una herramienta abierta a todas las comunidades y depende de nosotros qué carácter va a tomar. Podemos ser parte o no.”

También se discutió la relación con el gobierno nacional. Félix Díaz ratificó: “no llegamos acá como aliados políticos o a través de un partido; llegamos afirmando nuestra identidad como indígenas”.

En el mismo sentido, Adriana Martínez opinaba: “Este gobierno es parte de esta sociedad actual, es neoliberal, colonialista, no ha cambiado el carácter, pero en esto los pueblos tenemos que ser autónomos y tratar de construir desde nuestros propios territorios, generar nuestras iniciativas y entrar en diálogo con el Estado porque tampoco podemos ser ajenos al contexto en el que vivimos”.

Foto Reinaldo Ortega

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Por su parte, Relmu Ñamku concluyó: “Sabemos muy bien en qué momento y con qué gobierno damos este paso como pueblos indígenas. No somos ingenuos ni desconocemos la realidad, pero venimos de pueblos que durante los gobiernos anteriores también fuimos excluidos y marginados de la política. Este es un desafío también para nosotros, ver cómo sortear todas las decisiones que va tomando el Estado, por ejemplo este decreto firmado hace poco que promueve la extranjerización de la tierra. Sin duda sabemos que los primeros territorios que van a ser afectados por esta medida van a ser los territorios indígenas.

Tenemos que ponernos a trabajar y ver hasta dónde vamos a poder llegar con las decisiones que tomemos como Consejo. Estamos conscientes de que no será trabajo fácil; sabemos que también hay disputa de poder no sólo con el estado sino entre nosotros. Y no hacemos esto desde la ingenuidad; alguno podrá subestimar que hayamos optado por avanzar en el diálogo y crear un espacio, pero si no lo creamos, si no participamos, si no lo activamos, no lo va a hacer nadie. Así que ahí estamos, muy conscientes de dónde estamos parados y esperando ver cómo vamos funcionando para mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos”.