Por lo menos seis toneladas de oro son contrabandeadas cada año de Burkina Faso a Togo, un país en el que las tasas de exportación del metal son diez veces inferiores, beneficiando a una empresa suiza que de ese modo ahorraría 6 millones de euros. La cifra equivale a una cuarta parte de la cifra total que las autoridades suizas destinan a Burkina Faso. La acusación fue lanzada por la organización no gubernamental ‘Declaración de Berna’ en un informe recién dado a conocer.

En el ilícito comercio triangulado del oro estarían implicados la empresa suiza Valcambi (una de las más importantes refinerías de oro del país europeo),una empresa intermediaria de Burkina Faso, la Somiko, y como compradora en Lomé una subsidiaria del grupo Ammar, perteneciente a la familia libanesa del mismo nombre. También se sospecha la complicidad de funcionarios del anterior gobierno de Burkina Faso, presidido por  Blaise Compaoré, con el que era ‘cercano’ el administrador delegado de la Somiko, Adama Kindo.

El informe de la ‘Declaración de Berna recuerda que después del  ‘boom del oro’ d en Burkina Faso, que comenzó principios del nuevo milenio con la explotación de las minas, hay alrededor de 1,2 millones de mineros que trabajan en pequeña escala. Entre el 30 y el 50% de ellos son niños. En cambio Togo, que entre el 2005 y el 2014 exportó entre 6 y 15 toneladas de oro al año, no es productor del metal precioso.

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