Por María Muñoz para Inspira

El solar está localizado y tan solo queda encontrar al resto de familias necesarias para empezar a construir el primer edificio de viviendas edificado de manera participativa -lo que se conoce como cohousing– y pesando más en lo común que en lo individual. Es lo que busca  Entrepatios, una cooperativa madrileña de viviendas de derecho de uso que tras una década con el proyecto en marcha -interrumpido por la especulación inmobiliaria y retomado hace año y medio con el apoyo de  Lógica ‘eco, una empresa que precisamente impulsa este tipo de proyectos colectivos- está muy cerca de empezar a hacer realidad lo que hasta ahora solo ha estado sobre el papel.

El pasado enero la Comunidad de Madrid aprobó los estatutos de Entrepatios, que la definen ya como cooperativa de viviendas de derecho de uso. Ello quiere decir que el propietario no es cada vecino sino la propia entidad, lo que permite realizar una aportación en torno al 20% de la casa y a partir de ahí cada familia paga una cantidad mensual -en función de los metros cuadrados de su vivienda- que le da derecho al uso de la casa y de los espacios comunes.

Son los socios, a través de su asamblea,  los que deciden cómo construir, qué hacer en los espacios comunes, a quién alquilar los locales de los bajos o si cada habitante debe tener una plaza de garaje propia o por el contrario pueden alquilar la mitad y con lo ganado bajar las cuotas mensuales.

Edificio cercano a Madrid Río

Entrepatios localizó hace apenas dos meses un solar en la calle Milgrosa -de ahí el nombre del proyecto- situado en el madrileño Alto de Extremadura, con paradas de Metro y colegios cercanos, así como la Casa de Campo y Madrid Río. De momento, 30 socios forman la cooperativa, que equivale a unas 15 familias, pero para poder poner en marcha el proyecto necesitan al menos otras 10 más.

El grupo promotor que ha impulsado el proyecto aprobó unas líneas básicas del proyecto, como que la iniciativa sea financiada por la Banca Ética -Triodos Bank ya ha realizado y aprobado los estudios de viabilidad- que el precio no supere los diez euros por metro cuadrado al mes entre los espacios privados y comunes o que el edificio esté construido bajo criterios de sostenibilidad, eficiencia energética o producción de renovables.

La cooperativa ha realizado un propuesta inicial que contempla viviendas de entre 40 y 109 metros cuadrados y tres locales destinados a oficinas o “negocios responsables”. Además, el proyecto también baraja la construcción de espacios amplios comunes, ya sea un cuarto de lavandería, una suerte de txoco para realizar comidas numerosas, la construcción de una biblioteca y zonas para niños o un gran huerto en la azotea. El diseño del interior así como el uso que se le quiera dar a las zonas comunes será decidido entre todos los socios cuando el proyecto pueda ponerse en marcha.

La cuota para formar parte de la cooperativa -y acceder al derecho de uso de la vivienda y de las zonas comunes- varía según la superficie elegida para cada casa. Así, las cantidades están entre los 23.953 euros para una vivienda de 40 metros cuadrados, a los 41.918 euros para una de 70 o los 65.273 para una de 109. Las cuotas que luego cada socio tendría que pagar al mes variarán también en función de la superficie de la vivienda -y de si están alquilados los locales comunes, lo que hará que bajen las cantidades- y pueden estar entre los 303 y los 826 euros.

Si alguien decide abandonar la cooperativa por las razones que sea, esa persona recupera la cantidad inicial aportada -no las cuotas mensuales- en cuanto un nuevo socio ocupe su lugar. Los estatutos establecen que si en el plazo de dos años no se ha encontrado a ningún sustituto, el dinero se devuelve de igual manera. La cooperativa ha establecido distintas casuísticas y por ejemplo si un socio fallece los herederos tienen prioridad para acceder a la cooperativa.

La hipoteca con el banco no es contra una sola familia, sino que el préstamo es a toda la cooperativa y han establecido los mecanismos necesarios para que la entidad pueda seguir funcionando ante impagos reiterados. De la misma manera, también han aprobado que crear una especie de fondo de solidaridad para apoyar a las familias que por las razones que sea no puedan en un momento dado pagar las cuotas mensuales.

 

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