• La Policía Nacional desalojó el nuevo edificio en el que se encontraba el Patio Maravillas sin enseñar ninguna orden judicial, en pleno agosto y de madrugada
  • El proyecto sigue y para ello conseguirá un espacio en el que seguir funcionando; sigue apostando por negociar con el Ayuntamiento para lograr la cesión de un edificio público en el que seguir desarrollando actividades

 

La Policía Nacional desalojó la madrugada del martes el nuevo edificio en el que se encontraba el Patio Maravillas. Lo hizo sin enseñar ninguna orden judicial, en pleno agosto y de madrugada. Aun así, el proyecto sigue y para ello conseguirá un espacio en el que seguir funcionando. El Patio sigue apostando por negociar con el Ayuntamiento para lograr la cesión de un edificio público en el que seguir desarollando actividades.

El desalojo del edificio de la calle Divino Pastor, 9, que se produjo a las 5:30 de la madrugada del martes, sin mediar orden judicial alguna, no afecta al desarrollo del proyecto político que el Patio desarrolla desde hace ocho años en el barrio de Malasaña.

El espacio de Divino Pastor vuelve a estar en poder del mismo entramado de empresas que, a un precio irrisorio y en una operación opaca, compró el inmueble al Ayuntamiento de Madrid que, con Ana Botella al frente, malvendió el patrimonio de la ciudadanía madrileña a fondos de inversión. Ahora el edificio continúa vacío, esperando, como tantos bienes especulativos, a que suban los precios. Mientras la ciudadanía carece de espacios de reunión y de construcción común, los edificios que le pertenecen son vendidos a precio de coste.

Tras años intentando tender puentes para el diálogo con las instituciones, sin respuesta del anterior equipo de gobierno, el Patio Maravillas se encuentra en conversaciones con el actual consistorio para la cesión de un espacio público en el que desarrollar sus actividades. El Patio confía en que el cambio en Madrid facilite las conversaciones, pero sabe que goza de legitimidad para hacerse con un espacio si no se llega a un acuerdo con el Ayuntamiento.

El Patio Maravillas demanda, y construye junto a otros colectivos y centros sociales, un marco legal y jurídico que garantice el acceso por parte de la ciudadanía a espacios públicos desde los que desarrollar proyectos políticos y culturales autónomos e independientes y trabaja para lograr que el Gobierno municipal desarrolle una normativa al respecto.

El nuevo desalojo demuestra que, aunque el cambio haya llegado al Ayuntamiento de Madrid, aún hay quienes priman los intereses especulativos sobre la ciudadanía, pero también que proyectos como el del Patio Maravillas son imprescindibles para construir una ciudad que respete a quienes la habitan.

“El proyecto del Patio va más allá de las paredes de un edificio, como demuestran los colectivos que defienden su existencia. El Patio seguirá siendo un referente en la lucha por los derechos y libertades, de la economía social, y contra el modelo especulativo y la precariedad. Para seguir desarrollando el proyecto, el Patio Maravillas necesita de un espacio estable y seguirá luchando por tenerlo una vez más”, ha asegurado una de las portavoces del colectivo.