En el programa radial Continentes y contenidos, que sale los martes a als 16 hs por Radio Hache, se entrevistó al docente de Sao Paulo, Eduardo Moraes y se conversó con él sobre el paro docente que se está llevando adelante en el gran estado brasilero.

Este fin de semana el ex presidente Lula Da Silva ha hecho declaraciones de oposición a la ley de flexibilización laboral que en el momento de realizar esta entrevista, parecía que iba a contar con el apoyo del PT.

La entrevista con Eduardo permite comprender mejor el reclamo docente, que no forma parte de la agenda mediática, o aparece distorsionada.

Pressenza: Eduardo, nos gustaría que nos contaras un poquito de qué se trata esta huelga docente que lleva tanto tiempo en São Paulo. ¿Qué es lo que reclaman los profesores? Y, ¿por qué no se llega a un acuerdo?

Eduardo Morães: Sí, empezamos el día 13 de marzo y hoy completamos 48 días, y nuestras reivindicaciones principales son por mejores condiciones de trabajo y fin de la violencia en el ambiente escolar. Además de esto, también reivindicamos que los maestros que ingresan hoy a las redes públicas, que tengan contratos más justos, porque lo que pasa es que hay mucha gente ingresando por un vínculo contractual que no le aporta todos los derechos de los otros trabajadores de la educación. El paro completa hoy los 48 días. Y no se llega a un acuerdo básicamente porque el gobierno tiene una truculencia, una violencia y una incomprensión muy grande de lo que pasa en las escuelas públicas y va a la prensa a decir que nosotros no tenemos ninguna razón en lo que reivindicamos. No se llega a un acuerdo porque el gobierno no lo desea.

P: Para entender un poquito mejor la situación, ¿contra qué gobierno es la huelga? ¿A quién se le está pidiendo, exactamente? ¿Al gobierno de São Paulo? ¿Al gobierno de la ciudad? ¿Al gobierno nacional? ¿O a todos?

EM: Al gobierno de la provincia de São Paulo.

P: Y esta situación negadora del gobierno, además, se encontró quizás ahora con algunos hechos de violencia que se dieron la semana pasada. Eso permitió, justamente, la estigmatización más fuerte de la protesta, y permitió que se pongan todos los medios de comunicación en contra. ¿Cómo viven eso? Porque la protesta se había llevado un montón de días de manera pacífica…

EM: Sí. La protesta se lleva de manera muy pacífica, y lo que pasó fue que, tras mucho tiempo el gobierno nos llamó a una reunión para, supuestamente, presentar un acuerdo para que pudiésemos regresar a las escuelas. Y lo que pasó fue que hicimos con ellos un poco más de dos horas de reunión y no nos presentó ninguna propuesta. Nosotros estamos reivindicando un incremento en el sueldo del 75%, amparados en una ley que así lo determina. Hay una ley federal que dice que las provincias tienen que incrementar los sueldos de los maestros un 75%, pero hay un plazo para que se haga, y lo que nosotros estamos haciendo es anticipar esto, es solicitar que lo hagan ahora, porque lo que pasa es que los maestros con bajos sueldos tienen que ponerse en una carga de trabajo muy fuerte, y entonces, el trabajo nuestro, específicamente, en la relación con los estudiantes, te quita calidad en el trabajo porque tenemos que cumplir una jornada muy fuerte. Con un incremento en el sueldo se gana desde muchos puntos de vista, no solamente tener gente más tranquila para ejercer su trabajo, sino también porque el incremento más alto nos proporcionará más tiempo para que los maestros se preparen más, que estudien mejor, y así siguiendo.

P: Y entonces, ¿todos estos días no está habiendo clases en las escuelas?

EM: El paro es parcial. No alcanzamos a la totalidad de los maestros, pero hemos tenido picos de 80% .

P: Eduardo, nos preguntábamos si el resto de trabajadores apoyan, porque también está la nueva ley de flexibilización laboral. Quizás la nueva ley puede hacer que otros trabajadores también sientan que tienen que defender en este momento esta lucha. No sé si es así…

EM: Bueno, la lucha de los maestros, por parte de la sociedad tenemos apoyo total porque en el paro no nos hemos quedado en nuestras casas. Durante el paro hemos trabajado hasta mucho más que en el periodo en el que tenemos clases, y hemos hecho mucho contacto con la gente y no hemos encontrado a nadie que no apoye la lucha de los maestros. La gente en general reconoce que la escuela pública está en una situación muy convulsionada, muy degradada, y apoya de una forma muy entusiasta nuestro paro, porque no conocemos otra manera de exigir que el gobierno cumpla con su obligación, con su compromiso de velar por la cosa pública, que no es lo que está pasando, de ninguna manera. Estamos muy lejos de esto.

P: Claro, la sensación que tenemos es que, viéndolo desde afuera a Brasil, a la distancia, es como que se está dando un retroceso, como que el gobierno hubiera perdido fuerza, hubiera perdido energía… Tantos golpes desde la derecha, desde adentro mismo con los temas de la corrupción, desde el poder industrial y de los medios, la sensación es que el gobierno se encontrara casi en retirada de lo que fueron sus banderas más interesantes.

EM: Sí, esto refleja bien lo que pasa con el gobierno federal. Con respecto al paro, estamos tratando, por así decir, con los adversarios políticos del PT. Acá en São Paulo, son gente de otro partido, que es el partido que tiene la segunda mayor cantidad de votos. Pero, con respecto al gobierno federal, su interpretación es la misma que la mía. Lo que pasa es que hay mucho retroceso en el campo político, y esto se mueve a través de la cámara de representantes del pueblo, de los diputados. Hay una figura muy retrógrada que ocupa la presidencia de la cámara hoy. El Congreso nuestro es bicameral. Hay dos cámaras. Una se llama Cámara de los Diputados y la otra es el Senado, y ahí estos dos trabajan conjuntamente. Aún hay alguna disputa momentánea de poder, pero acaban operando, en términos prácticos, de la misma manera, produciendo los mismos resultados, y pasa que en este mismo momento el gobierno federal ha dicho, a través de la Presidenta, que una vez sancionada, una vez que se confirme la ley que va a quitar derechos laborales, ella, de una va a sancionar, y somos muchos los del movimiento en curso que hemos votado por ella y sentimos que hay una traición muy fuerte.

P: Inquieta mucho, genera mucha incertidumbre porque sentimos que Brasil es tan poderoso, con tanto peso en el continente, que esté viviendo esta suerte de retroceso… Traición es una palabra que me suena muy fuerte, todavía me resisto a usarla, pero sí retroceso, nos tiene que poner en alerta a todos, porque pareciera que cambia de sentido la corriente.

EM: Me gustaría calificar de un modo más blandito, porque en verdad he apoyado, incluso en mi familia, en la gente más cercana, he hecho un trabajo voluntario para que la gente pusiera a los que están en el gobierno federal ahora. Pero la misma gente pregunta: ¿Qué están haciendo estos locos? Porque se habla de un ajuste fiscal que no tiene nada que ver con el mandato que ha recibido de nosotros, no se habló de esto, de un ajuste económico que iba a perjudicar a los más pobres, y es exactamente esto lo que está pasando ahora. Entonces, sí me gustaría referirme a ellos de otra manera, pero no es lo que siento y no es lo que veo. La situación acá no es nada buena y pierde apoyo de aquellos que la pusieron allí, y aunque haya hecho muchos regalos a la derecha, por así decir, la derecha quiere su cabeza, quiere un golpe. Entonces, lo que hace no rinde nada ni por el lado de la izquierda ni tampoco de la derecha. No sabemos a qué está ayudando.