Un millón de ancianos británicos están malnutridos desde que un tercio de los ayuntamientos han recortado el servicio de comidas a domicilio.


Una investigación ha mostrado que un tercio de los ayuntamientos británicos han retirado el servicio de comidas a domicilio a los ancianos y residentes vulnerables debido a los recortes en gastos gubernamentales, poniéndolos en riesgo de malnutrición y exclusión social.Más de la mitad de los ayuntamientos esperan más reducciones en el próximo año. Un estudio de la Asociación Británica para la Nutrición Enteral y Parenteral afirma que más de un millón de ancianos en Gran Bretaña están malnutridos.

El número total de comidas proporcionado por los servicios de Comidas a domicilio y los comedores sociales ha caído de 40 millones a 19 millones en los últimos 10 años.

La mitad de las autoridades locales en el Reino Unido esperan mayores reducciones para el próximo año ya que los presupuestos sociales serán mas apretados y la financiación recortada, según las Asociación Nacional de Cuidados con Catering (NACC en sus siglas inglesas). La Asociación dice que diez mil ancianos que viven solos dependen del envío regular de comidas para su nutrición, interacción social y controles de seguridad.

El presidente de la NACC, Neel Radia dice que ‘El servicio comunitario de comidas es un servicio preventivo crucial que permite a la gente mayor vivir mas tiempo en su propia casa, mientras que mantengan su bienestar físico y emocional, reduciendo así la presión sobre el Sistema Nacional de Sanidad’.

‘La abolición del servicio comunitario de comidas es de una miopía increíble, y supone la retirada de un salvavidas sin el cual muchos ancianos podrían encontrar el aislamiento social y la soledad’ añadió Radia.

Dot Gibson, El Secretario General de la Convención Nacional de Pensionistas dice que las comidas a domicilio son un eficaz salvavidas para cientos de miles de ancianos.

‘Pero, no es solamente una cuestión de comida’ dice Gibson, ‘es una cuestión de contacto personal, de relaciones, y del gran beneficio que el servicio trae consigo, manteniendo el contacto y manteniendo su bienestar.’

Las comidas comunitarias no son obligatorias según la ley, lo que significa que están en riesgo de ser retiradas en cuanto el ayuntamiento intente ahorrar dinero y se centre en servicios a los que está obligado legalmente.

Radia urge al gobierno a que introduzca la obligatoriedad de las comidas comunitarias en la ley para garantizar que los ayuntamientos protejan los servicios sociales para los ancianos.

El pasado mes, una investigación de la Asociación de Gobiernos Locales, mostró que los ayuntamientos fueron forzados a desviar 900 millones de libras de otros presupuestos para mantener el gasto actual del servicio de cuidados sociales a adultos.

Artículo original: http://casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=5455&titulo=NOTICIAS