El momento es crítico y delicado, la vida política no comienza en una elección, y está muy lejos de terminar en ella.

Por Gunther Aleksander

Se necesita moderación y mucha atención en este momento, la elección fue muy apretada y por poco pierde Dilma. Muchos votaron por el PSDB más por miedo que por la creencia de que el PT vaya a hacer alguna mejora real. La prensa está creando cada vez más el clima necesario para un golpe de Estado o la destitución.

Brasil no ha votado a favor de la esperanza ni el cambio, sino por la conservación de la situación actual y el temor a los retrocesos. El gobierno actual ganó de refilón: casi la mitad de los votos fue a la oposición y prácticamente un tercio de los votantes no participó.

Necesitamos tener una mirada sin identificación emocional y organizarnos con más empeño, porque hasta el momento no hemos visto nada sobre derechos humanos y no violencia en los temas a trabajar, por ejemplo.

Hubo un aumento en el número de militantes que componen la “bancada da bala” [frente parlamentario compuesto por políticos ligados a la industria de armas, expolicías y militares], fanáticos religiosos y la “bancada ruralista” [frente parlamentario que trabaja en defensa de los intereses de los propietarios rurales].

Por otra parte, el número de parlamentarios comprometidos con causas sociales y el frente sindical se ha reducido a la mitad.

NO ENTREMOS EN BANDOS

No debemos entrar en el campo de los “bandos”, como si fuéramos “aficionados al fútbol”, pero sí hacer resaltar los puntos críticos y nuestro proyecto de humanizar Brasil y el mundo. También tenemos que organizar los frentes de acción de manera permanente y más proactiva.

DIFERENCIAR ENTRE LOS PARTIDOS Y EL PUEBLO

Evitemos pisotear a los perdedores de ambos lados. Muchos están resentidos y haciendo campaña de odio en contra de la otra parte. Es preciso poner atención, amabilidad y gentileza, ya que muchos votaron por Aécio (sobre todo en el sureste) con la esperanza de ver cambios, y ahora esas expectativas se vieron frustradas. No todas las personas que votaron por el PSDB son fascistas; estamos hablando de millones de nuestra gente que votaron por el PSDB y no solo de los partidos en sí. Es necesario diferenciar una cosa de la otra.

También es necesario ver con claridad que muchos votaron por el PT por miedo, y el escenario de la llamada “gobiernabilidad” ahora será mucho más árido que durante el periodo anterior. Quien votó por Dilma ahora se siente un poco “aliviado” y tiende a “relajarse” cayendo en la inacción o en distracciones, mientras que la otra parte (y sobre todo la extrema derecha) está fortaleciendose y articulándose.

El punto que más llama la atención es el número de abstenciones, nulos y blancos. En la primera vuelta fue de 29% y 27% en la segunda vuelta, lo que es un número muy importante de la población.

LA CONSERVACIÓN ES FALSA E INESTABLE

No debemos engañarnos a nosotros mismos, el escenario de los próximos años no va a ser fácil.

Estamos polarizados y con un rumbo incierto, votamos para el mantenimiento de algo que no estaba tan bien como se dijo en la campaña.

La conservación es falsa e inestable, con ella se crea la ilusión de la permanencia. Pero en realidad se va cayendo rápidamente. Quien votó por Dilma, votó a favor de mantener lo que ya se estaba haciendo. Debemos tener presente que aquello está lejos de ser el gobierno de nuestros sueños.

CALMAR LOS ÁNIMOS

Con el escenario tan dividido no faltarán los oportunistas internacionales, además de los medios de comunicación golpistas, que intentarán aprovecharse del descontento que generó la elección, no solo en los poderosos, sino también en el pueblo.

Necesitamos “calmar los ánimos”, poner la cabeza en orden y avanzar firmemente en la dirección de la democracia real y directa, de la no violencia y de la descentralización de los medios de comunicación. La clave es actuar.