«El poder de los medios siempre tiene que contar con el idiotismo de los sujetos. Una vez que conquista ese idiotismo, lo profundiza y trata de evitar que el sujeto salga de él». David Thomson, en «Filosofía política del poder mediático», de José Pablo Feinmann (Planeta, 2013)

La Casa Blanca es verde. La calle del muro es verde. Los enanitos son verdes. El prepucio de Marcos Aguinis es verde. La kipá del rabino Bergman es verde. La Suciedad Rural Argentina es verde. La cornisa de Majul es verde. La mano derecha de Macri es verde y la izquierda, también. La suma del cuadrado de los catetos es verde. «El sueño de la razón produce monstruos», verdes, por supuesto. El dial de Radio Buitre es verde. La pechera de los camioneros es verde. Los tacheros son verdes. El bolsillo del presidente de la DAIA es verde. El caño de Tinelli es verde. La Industria Messi es verde césped. «Si lo verde tuviera otro nombre debería llamarse» billete. La sonrisa afro de Obama es verde. El tigre de Tigre es verde. Los escribanos son verdes, doy fe. El novio nuevo de Susana es verde. La nueva arruga de Mirtha es verde. Todas las puntas del este son verdísimas. Los riñones putrefactos por los que vomita Lanata son verdes. Julio Grondona es verde. Mariano, también. El Banco Vaticano es, obvio, verde. El aborto clandestino es verde. Carlos Saúl es un viejo verde. Nicolás Maduro no es verde, es maduro. Sebastián Piñera es verde. El bigote de Caparrós es verde. La cólera de los hermanos Wermus es verde. El «sojete» Eduardo Buzzi, «rico en dólares y pobre en pesos», dice de él mismo, es verde sic. Los diagnósticos televisivos de Nelson Castro son verdes. Jorge Fernández Díaz es un periodista verde. La cebolla de verdeo no tiene la culpa, pero es verde. El pino, el pinar y Pinedo son verdes. La rubia y sus patitos van desordenados, pero todos verdes. El diario Mentiras Del Zonda es verde. Las damas patricias y caritativas son viejas verdes. El desayuno de Hermes Binner es verde pálido. Julio Cobos toma mate de cabotaje, verde. El ombligo de Shakira es maravillosamente verde. La TV te ve verde y vos ves todo verde. Cristina no fue a Davos y le dijo a Macri «A Davos andá vos porque Davos es verde». El «argentimedio» (otra vez Feinmann) piensa, respira, ve, huele, mea, coge, camina, compra, caga y vende verde. El sentido común es verde. Shrek es verde, pobrecito. La petrolera de la concha es verde. El Estado de Israel es verde. El sionismo es verde. El negocio minero es verde. El Padre Grassi es verde y su sotana es verde caca. El corredor de Bolsa es, por definición, verde. Y el viejo de la bolsa, también. Sofovich es verde. El titular de la Unión Industrial es improductivamente verde. La maestra de mi nieto es verde. El Grupo Trompetín es verde. Alejandro Sanz es verde. Y Ernesto Sanz, también. Y Christian Sanz, verde servicial. Los chistes que me cuenta Gladys son verdes. El sindicalista del barrio viejo es verde. Y el de apodo carnavalesco, también. La Embajada es verde. Walt Disney, aun congelado, es verde. Los calzoncillos y el chiche de Duhalde son verdes. La monarquía es verde desteñido. El boxeo es verde. La SIP es verde. Los Boinas Verdes, idem. De la Rúa cree que es verde. Los economistas truchos dibujan verdes. La UCR, o lo que queda de ella, es verde. El PJ es cáncer verde. Los 85 tipos que tienen la misma cantidad de guita que la mitad de los seres humanos de nuestro planeta son Papas verdes. La soja nos infecta de verde. El intendente de Godoy Cruz, Mendoza, es verde. ¿A papá mono con bananas verdes? Sí. La Argentina padece «los mil distintos tonos de verde». ¿Capitalismo con rostro humano?. Lo veo verde. Los Falcón de la muerte eran verdes. La camiseta de Ferro es verde. El Colorado De Narváez no es colorado, es verde. El Increíble Hulk, para ser, se pone verde. La tapa del libro que estoy leyendo es verde. El energúmeno que nos está espiando es verde. Los jueces que protegen a violadores deberían sufrir hasta morir verdes. El Capitán América es verde. El juez Griesa es verde. Los monoteísmos inventaron lo verde.  Así, todo dogma es verde.
El pañuelo de las Madres es blanco.