La victoria de Josefa Errázuriz en Providencia, quien sumó un 56,06% de los votos frente al 43,93% de Cristián Labbé, da cuenta de que un movimiento social organizado que presenta programas y rostros que superen la lógica Concertación-derecha bien puede disputar el poder y ser capaz de ser una alternativa ganadora a las dos coaliciones gobernantes.

Si bien Errázuriz fue apoyada por la Concertación, el apoyo dado a la candidata independiente fue tras concluir en las reuniones intrapartidarias que la tradicional comuna santiaguina estaba perdida frente al 64% de los votos que obtuvo Labbé en las municipales del 2008 y el respaldo que hace un año daban los sondeos a su gestión. En caso de no haber sacado dicha conclusión, lo más probable es que la coalición del arco iris hubiese llevado candidato propio.

La candidata apoyada por dirigentes del movimiento estudiantil del 2011, como Giorgio Jackson, fue capaz de reencantar una ciudadanía dispersa. Y no lo hizo a la manera tradicional de los políticos, sino que apoyándose en su larga trayectoria como dirigenta de una junta de vecinos de Providencia y, recientemente, como presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, los vecinos de la comuna la fueron conociendo cada vez que un proyecto inmobiliario destrozaba sus barrios.

La candidata independiente sorprendió al ganar las primarias el año pasado para representar a la oposición que abarca desde la derecha liberal hasta el Partido Comunista. Además, antes de iniciar su campaña se abocó a generar un programa de gobierno. Su campaña fue gestada a pulso por las organizaciones ciudadanas y vecinos sin militancia política, quienes sumaron a más de mil voluntarios.

Josefa Errázuriz sostuvo a El Ciudadano la noche de su victoria que “este triunfo representa la dignidad de la ciudadanía organizada, la que rompió el oscurantismo de la comuna y permitió que efectivamente triunfe una alternativa que busca la armonía, la identidad, el control de los barrios y la sustentabilidad”.

En una entrevista dada días previos a la elección, Errázuriz dio cuenta del poder de la industria inmobiliaria en la comuna. “En Providencia hacen lo que quieren las inmobiliarias. Lo que la ley nos da es un Plan Regulador. El plan de nuestra comuna lo tuvo 4 años la Cámara Chilena de la Construcción para estudiarlo y los vecinos lo tuvimos 45 días, que es el plazo mínimo que da la ley. Eso se aprobó el 2007 y la libertad de altura permite cualquier cosa. Las multas son irrisorias si no cumplen, considera que la construcción del Costanera Center partió sin que se dieran los permisos adecuados. El plano regulador es muy permisivo, queremos una comuna a escala humana, que se respeto la identidad de los barrios, respetar el pequeño comercio, al vecino que se conoce”- sostuvo.

LA CAÍDA DE UN MILITAR

Cristián Labbé estaba confiado que tras ejercer 16 años como alcalde, los electores de Providencia aprobarían su gestión que exhibe logros importantes en cuidado de parques, mantención de bibliotecas comunales o programas como las bicicletas.

Esa confianza hizo que desestimara el rechazo incubado tras sus peroratas contra el movimiento estudiantil, como cuando dijo que la ex presidenta de la Fech, Camila Vallejo, era “diabólica”. Mal que mal, Providencia tiene un voto duro hacia la derecha.

Labbé recibió el golpe electoral luego de expulsar a los estudiantes de liceos de su comuna y amenazar con cancelar la matrícula a los provenientes de otras, durante las movilizaciones estudiantiles de 2011. Incluso Labbé no acató fallos de la Corte de Apelaciones que ordenaban el reintegro de los alumnos.

El edil que fuera tropa de elite de Pinochet también prestó el Club Providencia para un homenaje al brigadier (r) del Ejército Miguel Krassnoff Martchenko, quien cumple condena por torturas y asesinatos. En los meses previos a la elección, Labbé dijo que si acaso sus electores estaban dispuestos a dejar el municipio en manos de una “dueña de casa”. Tampoco quiso presentarse a los debates televisados.

Labbé además fue procesado por la matanza de campesinos en Neltume, ocurrida a pocos días del golpe militar de 1973, donde fue enviado como boina negra para sofocar una supuesta rebelión. El pacto de silencio del mismo y de sus camaradas fue el principal escollo para que los jueces que han seguido la causa no den con los culpables de la matanza.

LA SERPIENTE DEL PARAÍSO

La reacción de Labbé tras el triunfo de Errázuriz da cuenta de su estilo confrontacional, que le quitó varios votos entre los electores de derecha que prefirieron a una vecina de apellido patricio a un alcalde de mal gusto amante de corridos mexicanos y fanático de Pinochet.

Una de las primeras frases que despachó el ex militar es que “ha vencido, el odio, la intolerancia, la falta de respeto”. Más tarde, cuando el resultado era inapelable dijo que  “venció la serpiente del paraíso”, aludiendo a su contrincante, añadiendo que en la campaña “había visto el odio encarnado”.

También Labbé acusó a la prensa, la que a su juicio jugó un protagonismo en la campaña en su contra. A su juicio “no se discutieron los temas relevantes de la gestión municipal”.

De haber ganado, el ex militar hubiese sumado 4 años a los 16 que llevaba como alcalde de Providencia. Mucho más tiempo que lo que estuvo Pinochet, en el poder, de quien fue guardaespaldas y es adicto defensor. Tan así, que cuando el ex dictador estuvo detenido en Londres, Labbé lo visitó más de 16 veces, ordenó que no se retirara la basura de la Embajada Británica, les canceló los estacionamientos y expulsó al Instituto Cultural Británico de la comuna.

TRABAJO POR HACER

Josefa Errázuriz se enfrenta a una gestión compleja al considerar que varios concejales electos son adictos a Labbé. Su experiencia como socióloga del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) durante 33 años, en el que llegó a ser  gerenta de operaciones, bien le servirán en la gestión municipal.

Además su participación en organizaciones ciudadanas como Ciudad Viva, la Asociación Chilena de Zonas y Barrios Patrimoniales, la Agrupación por un Santiago a Escala Humana y la Red de Territorios Ciudadanos, la vinculan con la problemática de los vecinos asediados por el empuje inmobiliario.

“Esta noche disfrutamos, pero a partir de mañana hay mucho trabajo por hacer. Todos los días trabajaré en función de la calidad de vida de los vecinos”- dijo en la noche de celebración de su elección.

En carpeta están las 114 medidas que propuso en su programa de gobierno comunal. “Están estudiadas por gente que ha trabajado en municipalidades, en la Subdere y que nos ha dicho cuales son las herramientas que como alcaldesa si podemos cumplir”- sostuvo.

“No queremos aquellos premios que no representan nada, no queremos esas certificaciones que no dicen nada a los vecinos. No buscamos el poder, sino que la calidad de vida”- remató la flamante alcaldesa electa de Providencia.

Mauricio Becerra R.

@kalidoscop