Política

El presidente marfileño Alassane Ouattara toma las riendas de un país a la deriva, con la difícil misión de reconciliar a una nación desgarrada y restablecer la paz y la seguridad, un día después de la detención de su rival Laurent Gbagbo. «Reconciliación», «Retorno al orden y a la tranquilidad», «esperanza»: la primeras palabras de Ouattara.

La candidata Keiko Fujimori anunció que buscará diálogo con grupos afines y en especial con el peruano-norteamericano Pedro Kuczynski, con miras a la segunda vuelta electoral. Fujimori deberá enfrentar el 5 de junio al progresista Ollanta Humala, quien ha convocado a un diálogo amplio con organizaciones sociales, laborales y políticas, en torno a su plan de reformas sociales.

En Libia, las fuerzas de la OTAN intensifican sus ataques contra las fuerzas de tierra leales al coronel Moammar Gaddafi, en un esfuerzo por ayudar a las poco entrenadas fuerzas rebeldes opositoras a defender el territorio ganado. La OTAN estableció un sistema que permite a los comandantes rebeldes pedir ataques aéreos.

El fin de semana pasado fue letal en todo el Medio Oriente, ya que las autoridades siguen utilizando la violencia para aplastar los levantamientos populares. En Siria, grupos defensores de los derechos humanos denunciaron que al menos 37 manifestantes murieron el viernes en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

En noticias de África, helicópteros franceses y de la ONU abrieron fuego contra la residencia del Presidente en ejercicio de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que había ordenado a las fuerzas “utilizar todos los medios necesarios” para neutralizar el armamento pesado de Gbagbo.

Con un holgado triunfo el candidato presidencial de la izquierda peruana Ollanta Humala, de la coalisión Gana Perú, pasa a segunda vuelta para definir su opción ante la hija del ex-presidente Fujimori. Esta victoria significa un duro revés para el modelo del sistema y su discurso exesivamente triunfalista en el Perú.

Ni siquiera la muerte de 250 personas ahogadas en el Mediterráneo
es suficiente para erradicar el egoismo que domina la política
italiana y europea. Del encuentro entre los ministros del Interior
italiano y francés la única novedad que trascendió fue otra medida más de contención, otra hilera de ladrillos que levanta aún más el muro que «protege» a Europa.

Faltan dos días para las elecciones. Las campañas se terminan y los resultados son inciertos. Sin encuestas oficiales y con mucha polarización cualquier cosa puede pasar.
A pesar del silencio pre-electoral obligado por la ley peruana, los electores burlan la norma identificando a los candidatos con diversos sobrenombres para burlar la tensión previa a un desenlace incierto.

En violencia y muerte han terminado las protestas de ayer en Siria, que representan un desafío sin precedentes para los once años de gobierno del presidente Bashar al Assad, quien ha ofrecido negociar ciertas reformas, absolutamente insuficientes para la oposición. Entre tanto, las protestas sociales se suceden especialemtne en la ciudad de Deraa, donde murieron 23 personas.

En medio de la confusión y fuego cruzado, los residentes de Abiyán confiaban en que el conflicto les permitiera sobrevivir. El deterioro acelerado de la seguridad y de las condiciones sanitarias y alimentarias, unido a cortes del suministro de agua y electricidad, convirtieron a la capital de Costa de Marfil en una ciudad muy peligrosa.