La Fundación Mecenas es una organización dedicada a promover el arte y la cultura queer (o cuir) en Chile, y sus objetivos son fomentar la diversidad y combatir la discriminación en todas sus formas. Un paso importante en este sentido fue la inclusión de un espacio cuir en la feria Ch.aco de arte contemporáneo chileno, celebrada del 27 al 29 de marzo en el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago.
El espacio, nos explicó Luis Javier de la Fuente, secretario de la entidad, apuntaba a acoger multiples expresiones del arte cuir chileno, como una lectura de la poetisa trans Claudia Rodríguez, y la exposición de distintos diseñadores de moda, un mural creado por artistas de las diversidades sexuales, entre varias otras producciones artísticas. Por sobre todo, se convirtió en un lugar de encuentro, intercambio y apreciación de personas de esta amplia y variada comunidad, muchas de ellas marginadas por su situación de clase, migratoria o transición sexual.
El viernes 28, en particular, este espacio acogió una impactante performance ballroom de la Iconic House of Ninja, en la que bailaron personas de distintos orígenes étnicos y sociales que no se ajustaban necesariamente a los estereotipos de belleza imperantes. Vale la pena tener como contexto la cultura ballroom en Chile ha emergido como un espacio vital para la expresión y resistencia de las diversidades sexuales y de género, proporcionando un entorno seguro y de apoyo para quienes enfrentan discriminación y marginalización. Este fenómeno es particularmente importante para las personas migrantes LGBTQIA+, quienes, además de los desafíos inherentes al proceso migratorio, suelen enfrentar barreras adicionales debido a su orientación sexual o identidad de género.
En Chile, estas personas migrantes deben hacer frente a múltiples obstáculos, incluyendo la falta de reconocimiento explícito en políticas públicas y la ausencia de datos específicos sobre su situación, lo que dificulta la implementación de medidas de apoyo adecuadas. Además, la intersección de factores como la nacionalidad, el origen étnico, las condiciones de salud preexistentes (como ser VIH+), la orientación sexual y la identidad de género puede generar experiencias únicas de discriminación y exclusión.
La cultura ballroom ofrece un espacio donde las personas migrantes LGBTQIA+ pueden encontrar una comunidad que valida y celebra sus identidades. A través de las «houses» y los «balls», se crean familias elegidas que brindan apoyo emocional y práctico, facilitando la integración y el sentido de pertenencia en un nuevo entorno.
Además, la participación en la cultura ballroom permite a las personas migrantes de las diversidades sexuales desarrollar habilidades artísticas y sociales, y empoderarse para enfrentar los desafíos del día a día y resistir las estructuras discriminatorias presentes en la sociedad chilena. Este espacio no solo funciona como refugio, sino también como plataforma para la visibilización y reivindicación de derechos, contribuyendo a la construcción de una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad.
Entrevistamos a Juan, joven de origen colombiano y raza negra, quien nos contó que llegó a Chile hace 10 años, completó la enseñanza media a los 19, y aunque no vive en una casa de la cultura ballroom, tiene muchos amigos que sí lo hacen, y a través de esos espacios se han sentido contenidos y acogidos en una comunidad que los acepta tal como son. Juan participó en la performance con un vestido rosado rabioso, pañuelo en la cabeza del mismo color y gafas ligeras con un look transgresor y a la vez elegante. Todo un ejemplo de integración sin renunciar a la propia libertad de género.
Tras la performance, el presidente de la Fundación Mecenas, Boris Marincovic, presentó a los cinco finalistas de la comunidad LGBT cuyas obras fueron seleccionadas por un jurado del que formó parte la destacada activista transexual Shane Cienfuegos. El premio fue la adquisición de sus obras por parte de la Fundación, para su posterior venta a coleccionistas y entidades afines.
Felicitamos a la Fundación Mecenas por este importante logro para la inclusión y el reconocimiento de los artistas cuir en la escena artística nacional, cruzando clases sociales y marginalidades, sobre todo en una contingencia global en que nuestros derechos se encuentran cada vez más amenazados.


