Descripción de los hechos

Al menos 32 cuerpos sin vida han sido encontrados en las costas de Melilla y Beni Ensar en el primer trimestre de 2024. El goteo incesante de cadáveres en nuestras costas no es consecuencia de un hecho aislado, sino una constante en el contexto migratorio de la Frontera Sur del Estado español, como se refleja en el incremento de noticias publicadas en los medios de comunicación.

Los cuerpos sin vida encontrados corresponden, en su mayoría, a jóvenes procedentes de Marruecos que se habían adentrado en el mar para alcanzar costas españolas. Este tipo de travesía es extremadamente peligrosa y puede durar hasta 8 horas. Además, se suele realizar de noche, aprovechando la ausencia de luz, para no ser avistados por las patrulleras y evitar ser devueltos. Sin embargo, algunas de estas personas también se encontraban en embarcaciones precarias, probablemente con la intención de cruzar el estrecho.

Desde los acuerdos de 2019 entre España y Marruecos, las rutas cambiaron y los precios fueron aumentando. Es por ello que, para tener una plaza en este tipo de embarcaciones se llegan a pedir importes que ascienden a los 10.000 euros. Para ejercer su derecho a la libertad de movimiento, las personas se ven forzadas a asumir este alto riesgo debido a la restricción de acceso a vías legales y seguras ya existentes, como son los cruces
fronterizos y el sistema de visados, que en la práctica, son totalmente inaccesibles especialmente para personas sin recursos.

Contexto

Desde la masacre en Melilla el pasado 24 de junio de 2022, en la que al menos 37 vidas negras fueron arrebatadas y más de 150 siguen desaparecidas, ha aumentado considerablemente el número de miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas en ambos lados de la frontera. Además, los gobiernos están invirtiendo en la modernización de los sistemas de vigilancia existentes a través de distintas estrategias, especialmente de securitización y digitalización, sin mejoras en condiciones laborales ni recursos para garantizar el cumplimiento de las leyes.

El lado marroquí de la valla se ha reforzado con concertina y también se ha instalado una antena de telecomunicación por fibra óptica solo de acceso militar con capacidad para captar conversaciones a 1 km de distancia. Según anuncia la Delegación del Gobierno en Melilla, en el puesto de Beni Ensar, el sistema de entrada y salida de la nueva frontera inteligente que ha supuesto una inversión millonaria procedente de fondos europeos, está prácticamente finalizada a falta de implementar la parte tecnológica. Esta inversión conlleva un precedente peligroso, como han profundizado en Algo Race. Tras el nuevo AI Act de marzo de 2024, estas tecnologías invasivas permitirán una vigilancia biométrica, asimétrica y racial sobre personas vulnerabilizadas por parte de las autoridades policiales.

Devoluciones, desapariciones y muertes suceden continuamente por la falta de protocolos de rescate y por la falta de formación de los cuerpos de seguridad que deberían llevarlos a cabo. El Sindicato de la Guardia Civil en Melilla confirma que, ante esta falta, el método debactuación inicial es de dispersión, dialogando con la persona que está en el agua para que retorne voluntariamente y no rescatándola. A través de los testimonios de las personas con
las que trabajamos sabemos que en muchas ocasiones las fuerzas de seguridad optan por ejercer, además, violencia y humillación. Es preciso entender que, estando vigente una legislación deficitaria, que protege a los menores y a los solicitantes de asilo de ser devueltos una vez se localizan en aguas territoriales españolas, la impunidad de las fuerzas actuantes impera ante el incumplimiento de estas leyes.

Ambos gobiernos, aunque igualmente responsables, persiguen intereses diferentes que se materializan en mercadeo de los derechos humanos, en decisiones de militarización de la frontera y en la aplicación de políticas de securitización. Siendo alarmante que no se tengan en cuenta las consecuencias, ya evidenciadas, que acarrean, y desafiando, además, cuestiones de suma importancia como la soberanía del Sáhara.

Desde Solidary Wheels expresamos nuestra profunda preocupación por las consecuencias mortales que tienen las políticas actuales en la Frontera Sur de España, en el entorno de Melilla y Beni Ensar. Este régimen que anula la posibilidad de migrar por vías legales y seguras, conlleva la aparición de cuerpos de hombres, mujeres y menores ahogados en las fronteras. Estos hechos se han convertido en una realidad cotidiana que no debemos normalizar.

Nos solidarizamos con las familias y amistades de las personas fallecidas y reiteramos nuestro compromiso con el derecho a la libertad de movimiento de todas las personas. Es inexcusable que el entorno de las víctimas no disponga de acceso a la justicia y a la reparación, y por contra, sea expuesto a excesivos trámites burocráticos que obstaculizan los desplazamientos para identificar a sus familiares y repatriar los cuerpos. Este sistema,
en lugar de permitirles sobrellevar el duelo, les expone y desprotege frente a redes que se lucran con el dolor de las familias en situaciones tan delicadas.

Exigencias

Es de debido cumplimiento realizar una investigación exhaustiva de todas las muertes que se producen en las fronteras, incluyendo las causas y responsabilidades. No podemos permitir que el Mediterráneo continúe siendo la fosa común más grande de Europa. Es necesario un cambio radical en las políticas migratorias cuyo eje principal debe estar en el respeto a los derechos humanos y la priorización del derecho a la vida.

Exigimos a las autoridades españolas y marroquíes:

– Tomar medidas urgentes para impedir que se repitan estos sucesos. Es necesario un cambio de paradigma que promueva un enfoque basado en la protección de los derechos humanos y garantice la no repetición de estos hechos.

– Transparencia en las operaciones de búsqueda y rescate, así como en la descripción y comunicación de los hechos. Restablecimiento de la total autonomía del cuerpo civil de Salvamento Marítimo de modo que monitorice y garantice la correcta ejecución de las funciones de salvaguarda. La información debe ser pública y accesible.

– Cumplir la legislación internacional en cuanto al deber de auxilio reforzando las operaciones de búsqueda y rescate en el mar, con especial atención a las zonas de mayor riesgo. Es indispensable que los cuerpos de seguridad estén formados y cuenten con un protocolo claro de salvaguarda de la vida de las personas en el mar, así como con los recursos necesarios para ello.

– Establecer un mecanismo de memoria, justicia y reparación por los cuerpos sin vida que aparecen en las costas de España y Marruecos consecuencia de la securitización de la frontera, empezando por el respeto a los DDHH en el sistema de acogida, el cumplimiento de la ley y la transparencia en los protocolos.

– Facilitar el proceso burocrático de identificación de los familiares y agilizar los protocolos de repatriación de los cuerpos a sus familias. Para ello es fundamental incluir una formación dirigida a los actores institucionales implicados con el objetivo de que comprendan las necesidades de las familias y así protocolizar los mecanismos para su mayor coordinación, tal y como reclama la INTERPOL.

– Abandonar las políticas de securitización y externalización de fronteras que criminalizan a las personas migrantes y abogar por políticas de protección de la infancia y el cumplimiento de la libertad de movimiento de las personas procedentes del Sur Global (artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).

La información que se expone en el comunicado ha sido obtenida principalmente a través de las comunicaciones en redes sociales de la Asociación Marroquí por los Derechos Humanos (AMDH), prensa marroquí (Hawamichi), prensa local melillense (El Faro), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), publicaciones de la periodista Sonia Moreno, el trabajo en red con otras entidades y el mecanismo de contabilización y monitorización propio de Solidary Wheels.