Ayer jueves 26 de octubre de 2023, ha partido Juan Eduardo Pérez. Toda partida, aunque sea inevitable y conocida, nos recuerda que no estamos encadenados a este tiempo y a este espacio.
Toda partida definitiva nos lleva a interrogarnos sobre este viaje distinto, misterioso, que hace llover delicados signos de interrogación, al tiempo de traer a nuestra memoria, ese algo intangible e indudable que solo ella puede guardar . En este caso la amistad y las aventuras vividas junto a él.
Es bueno entonces, hacer también un pequeño viaje para acompañarlo, a ese lugar que guarda lo mejor de cada uno de nosotros. Un lugar en cuyo centro existe un manantial de agua prístina y saludable, que nutre las raíces de lo mejor de nuestra historia personal y social y que riega los delicados brotes, de nuestras mejores intenciones, de nuestras esperanzas, de nuestra fe y de nuestras certezas.
En ese ínfimo y esquivo punto de luz, viven nuestros amores, los amigos y amigas entrañables, nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos, nuestros padres, los abuelos…en suma todos a los que hemos amado. Sin duda allí se aloja lo mejor de nosotros.
Desde ese lugar que llamamos “la buena memoria”, despedimos a este compañero de aventuras. El que levantó con nosotros la bandera del infinito hacia el viento que hoy le lleva hacia su centro. Desde aquí también, ampliamos nuestros mejores sentimientos a quienes fueron sus seres más queridos. Entre ellos y como centro fundamental a Cecilia, su pareja, la gancha, la mujer de piedra y nieve delicada, que hoy también lo despide.
Cerramos esta nota, con paz en nuestro corazón y la luz en el entendimiento.