Hace exactamente tres décadas tuvo lugar el Primer Foro Humanista Internacional en Moscú. De aquel evento, que se desarrolló un 7 y 8 de octubre de 1993 en la Academia de Administración de Moscú, participaron diversos miembros de la Academia de Ciencias de Rusia como Iván Frolov, Serguey Semenov, Boris Koval y el fundador de la corriente del Humanismo Universalista Silo, junto a numerosos humanistas de varias latitudes.

El día previo a las jornadas, con motivo de su distinción con el Doctor Honoris Causa de la Academia de Ciencias de Rusia, Silo defendió una tesis sobre “Las condiciones del diálogo».

Como conmemoración del importante hito, Pressenza entrevistó a Antonio Carvallo, quien fue parte de la comitiva internacional de humanistas que participó del Foro Humanista de Moscú y en la organización del segundo Congreso de la Internacional Humanista. Carvallo mantuvo una fluida relación con varios de los académicos rusos que se nuclearon en el Club de Intenciones Humanistas de Moscú, que pasaría luego a formar parte del Centro Mundial de Estudios Humanistas.

¿Cual fue la motivación de realizar el foro en Moscú en 1993?

La motivación principal era el proceso de la Perestroika (cuyo significado en lengua rusa es reestructuración) y Glásnost (apertura o transparencia) que estaba en marcha por iniciativa del gobierno de Mikhail Gorbachev, secretario general del PCUS y presidente de la Unión Soviética entre marzo de 1985 y diciembre de 1991. En junio de 1991 hubo elecciones presidenciales y fue electo Boris Yeltsin, promoviendo a partir de entonces una más veloz liberalización del sistema.

El proceso de la Perestroika concitó fuertemente la atención del Movimiento Humanista que ampliaba a la sazón su expansión geográfica en el mundo. El proceso de apertura de Rusia terminando con el monopolio del partido comunista, abriendo el juego político, declarando el cese de su participación en la “guerra fría” y liberalizando la economía, todo esto desde adentro – en un proceso de auto transformación -, hablaba muy bien de la vitalidad de la nación rusa. Lo que atrajo fuertemente la atención de Silo, pensador argentino, fundador del Nuevo Humanismo, conocido también como Humanismo Universalista.

Silo comentó ampliamente este fenómeno y alentó nuestros contactos con los promotores de la Perestroika. Así fue que, habiendo caído Pinochet en Chile, y reiniciadas las relaciones diplomáticas con Rusia, una delegación de Humanistas de diversos países incluida la Internacional Humanista recién fundada en Florencia, Italia, fue invitada a Moscú para participar en discusiones de conocimiento mutuo entre el Nuevo Humanismo y el Nuevo Pensamiento en Rusia.

Yo ocupaba por entonces la función de secretario de Comunicaciones en la Internacional y como tal la representaba en la delegación de partidos que visitó Moscú.

Rusia demostró mucho interés por parte de su establecimiento político y de círculos académicos en este nuevo pensamiento proveniente de América del Sur, un continente amigo de Rusia durante la guerra fría.

Así empezó nuestra relación con Rusia. La delegación conoció el proceso de cerca y se entrevisto con el académico Frolov, el ministro de relaciones exteriores Shevardnadze, y representantes de departamentos de gobierno y academia. Se nos recibió con mucha calidez y simpatía y exploramos posibilidades de una más estrecha colaboración futura entre la Internacional y el nuevo pensamiento ruso. Si mal no recuerdo en ese momento ya residía en Moscú el nuevo agregado cultural de la misión diplomática de Chile, el humanista Gonzalo García Huidobro.

No bien regresado a Londres y en respuesta a un fax mío agradeciendo por todas las atenciones dispensadas en Moscú, recibí un correo del académico Boris Koval, comunicando que se había constituido el Club de Intenciones Humanistas de Moscú, integrado por académicos e investigadores del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias de Rusia. También se me invitaba a visitar el club cuando fuera conveniente, a los fines de cimentar y planear futuras acciones de colaboración.

De allí en más se desarrolló una amplia colaboración e intercambio entre el club de Moscú, la Academia de Ciencias, varias universidades, el Parlamento y estudiantes de muchos institutos de educación superior. Varios consejos del Movimiento Humanista enviaron “misiones” a Rusia. Hugo Novotny, humanista argentino, se radicó en Moscú y aprendió el ruso fluidamente.

Se ampliaba así el conocimiento del humanismo en Rusia. Se editaron algunos de nuestros libros en idioma ruso y se publicó un anuario llamado Lecturas Humanistas. Se fundó el Centro Mundial de Estudios Humanistas, que contó con artículos periódicos de miembros del Club Humanista.

Un grupo de académicos, además, apoyó a Silo en la preparación del Diccionario del Nuevo Humanismo, entre ellos el Profesor Boris Koval y el académico Sergei Semenov.

Estos activos proyectos de difusión, llevaron por iniciativa del Club a organizar un Pre-Foro Humanista en 1992 y el primer Foro Humanista en Moscú en 1993. Allí participaron amigos humanistas de mas de 30 países de América y Europa, así como representantes de varios institutos académicos de Rusia tanto en el área de las ciencias sociales como también de las ciencias naturales.

La actividad de difusión en Rusia también estuvo acompañada por diversos viajes de miembros y amigos del Club a países de América, como Chile y Argentina y países de Europa como España, Italia, Hungría y el Reino Unido.

Este activo intercambio personal, de ideas y proyectos tuvo un fuerte impacto sobre todos nosotros que descubrimos Rusia de manera directa y profunda. Del mismo modo tocó profundamente a nuestros amigos rusos. Boris Koval, amigo muy querido, iniciador y alma del Club, me dijo poco antes de morir “Antonio, el Humanismo y el conocimiento de Silo cambiaron mi vida para siempre.”

Un par de semanas antes de la realización del Foro, la Academia de Ciencias de Rusia distinguía a Silo con el título de Doctor Honoris Causa. ¿Cuál fue el motivo de dicha distinción?

La profunda experiencia de muchos de estos académicos rusos, tal vez llevó a que la Academia de Ciencias quisiera reconocer a Silo como Doctor Honoris Causa por su obra literaria pero también como organizador de un movimiento mundial promoviendo la paz y la no violencia a nivel individual y social.

No sé exactamente cual haya sido la razón causal del reconocimiento a Silo, fuera de la recomendación de influyentes miembros de la organización, testigos de la magnitud de su obra. ¿Sería acaso, la concomitancia de procesos entre esa Rusia que se abría al mundo después de muchos años de encerramiento detrás de una “cortina de hierro” y un movimiento joven y progresista, interesado genuinamente en esa experiencia que se abría al mundo buscando transformar al ser humano y la sociedad hacia el humanismo?

En la cultura rusa está fuertemente presente la influencia de León Tolstói y Nikolai Berdiáyev con un contenido humanista, místico y social que retrata el alma rusa.

A raíz de recibir el Doctor Honoris Causa, el día previo al inicio del Foro Humanista de Moscú, Silo disertó sobre “Las Condiciones del diálogo”. ¿Cuáles fueron los puntos más relevantes y qué incidencia te parece que tienen en la actualidad en un mundo atravesado por severos conflictos?

En su disertación en la ceremonia de otorgamiento del doctorado Honoris Causa, Silo trató el tema de “Las condiciones del Diálogo”. Tópico muy importante en aquel momento en Rusia cuando el país se abría al mundo occidental y mucho más importante aún en el mundo actual cuando vemos que el prejuicio y la exclusión se imponen desde el establecimiento político occidental con aun mayor vigor que al fin de la “guerra fría”.

Es obvio hoy para una creciente mayoría de la población mundial que la aceptación de Rusia al diálogo entre iguales es resistida furiosamente por Estados Unidos y aliados de OTAN, puesto que para ellos representa el fin del monopolio unipolar que ejercen sobre el resto del mundo. A través de la rusofobia justifican su resistencia a cambiar frente a una crisis profunda de civilización y un cambio geopolítico sin precedente en el que la comunicación profunda entre culturas cobra prioridad.

Creo que fue un consejo de precaución… los rusos muy abiertamente creían en Occidente. Ingenuamente y con sinceridad se abrieron a Europa y USA, quienes simulaban escucharlos y atendían a sus propias prioridades, su seguridad y la apertura de su mercado.

(NdR: La conferencia de Silo completa puede accederse en este enlace)

Luego de aquel Foro tuvieron lugar nuevos eventos del mismo tipo en distintos lugares del mundo. ¿Cuál podría ser la función de nuevos Foros Humanistas en la actualidad? ¿Está prevista la realización de próximos Foros?

Luego del foro de Moscú y siguiendo su positiva reacción se organizaron foros en Santiago de Chile, Ciudad de México, Budapest y ya en este siglo, nuevamente en Santiago y Madrid.

Los foros buscan la comunicación entre organizaciones e individuos en todas las áreas prioritarias del quehacer social. Con el objetivo de formar puntos de vista comunes respecto de las prioridades esenciales de nuestro tiempo y las metodologías más apropiadas para cumplirlas. Una vez establecidos foros en todas las regiones se busca establecer un foro mundial permanente que colecte y distribuya información veraz y no violenta, en tiempo real y en todo el mundo. Esto sin obedecer a manipulaciones financieras o de poder, ni a grupos dogmáticos de ningún tipo. La función de los foros será unir a la gente en todas las latitudes y difundir las mejores experiencias en la construcción y desarrollo de esta nación humana universal que emerge de la crisis. Esto perciben los humanistas que es el futuro. Para eso, el diálogo verdadero tal cual lo explicó Silo en la Academia, es una condición esencial. Toda la situación, dejaba evocar a la Academia de Platón.

Se trata de la integración de todas las culturas alrededor de los valores de la eliminación de la violencia personal y social, resolución de los conflictos y humanización del mundo.

La historia se acelera a un ritmo sin precedente como consecuencia del avance tecnológico y científico. Sobre todo, el progreso de las comunicaciones. Hoy cada individuo de más de diez años posee o busca tener acceso a la telefonía digital, comunicación en tiempo real y masas de información. Las redes satelitales cubren y conectan cada rincón de la tierra con imágenes audiovisuales ante la desesperación de los monopolios políticos y económicos que buscan controlar a los grandes grupos humanos.

En este momento está prevista la formación de foros regionales en Asia y África, centros de las mayores poblaciones del planeta y hasta ahora desplazadas del protagonismo que les corresponde por su número y creación de riqueza.

Creo que la formación de esos diálogos representa una oportunidad única para todos los humanistas del mundo hacia la formación de un Foro Mundial Permanente donde la búsqueda común sea “…luchar contra la discriminación y la violencia, proponiendo salidas para que se manifieste la libertad de elección del ser humano”, párrafo con el que Silo concluyó su intervención en el Foro Humanista de Moscú, el 7 de Octubre de 1993.

(NdR: La exposición de Silo en el Foro Humanista de Moscú, 07/10/93, puede accederse íntegramente aquí )

Muchas gracias, Antonio