Los Presidentes de ocho países de la región amazónica latinoamericana se reúnen hoy y mañana para afianzar su cooperación por la protección de la selva. También asisten líderes de diversas comunidades indígenas y de organizaciones de la sociedad civil, que esperan urgentemente un protocolo de acción para prevenir que la deforestación de la Amazonía alcance un punto de no retorno. La Cumbre de la Amazonía está teniendo lugar en la ciudad de Belén, Brasil, este 8 y 9 de agosto.
La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, Marina Silva, habló antes de la Cumbre, diciendo: “Como tuvimos este paréntesis de 14 años sin celebrar la cumbre, llegamos a ella con claridad. El primer punto [a tener en cuenta] es que la Amazonía se encuentra drásticamente amenazada. El segundo [punto] es que no podemos permitir que entre en el punto de no retorno. El tercer [punto] es que es imposible revertir este proceso si se trabaja de forma aislada”.
Los Presidentes de Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana, Perú y Venezuela, los más altos representantes de Ecuador y Surinam, se han reunido para crear una declaración conjunta por la preservación de la selva tropical más grande del mundo.
La Amazonía, considerada como pulmón del planeta, es un territorio de 6,3 millones de kilómetros. Posee las mayores reservas de agua dulce, es hogar de 10% del conjunto de especies de animales y plantas de la Tierra, y de alrededor de 50 millones de personas. Entre ellas, más de 400 pueblos originarios.
La comunidad científica ha alertado que su destrucción se encuentra en riesgo de alcanzar un punto de no retorno, o de inflexión ecológica, a partir del cual emitiría más dióxido de carbono del que es capaz de absorber.
Por ello que una petición, que reúne a 50 ONG, reclama a los miembros de la cumbre la creación, de aquí a dos años, de un protocolo específico de preservación para evitar alcanzar ese punto.
La cooperación regional con actividades y acciones conjuntas de los países por el desarrollo sostenible y la preservación de la Amazonía lleva congelada desde el 2009. Son las afinidades políticas entre los actuales gobiernos las que han permitido la organización de esta Cumbre, dos años antes de la realización de la COP30 en Brasil.
Muchos líderes indígenas están presentes en la Cumbre de la Amazonía. El cacique Raoni Metuktire del pueblo kayapó, expresó: “Si continuamos con la deforestación, seguiremos teniendo problemas, no solo los pueblos indígenas sino también todas las personas. Debemos preservar la Amazonía para que nuestros nietos, nietas, hijos e hijas puedan vivir bien, dormir bien, comer bien y ser felices como nosotros. […] Nosotros, los pueblos indígenas, estamos sintiendo el cambio climático. Muchos ríos se están secando. Hace mucho calor, y la temperatura en la aldea es muy alta. Los bosques están secos. Los ríos se están secando porque hace mucho calor y llueve poco. Y esto se percibe en las aldeas y las comunidades indígenas”.