Ya son 30 las muertes violentas en 2023.

En Honduras, como en todo el mundo, este 28 de junio se celebró el Día Internacional del Orgullo LGBTI. Una fecha que coincide con la conmemoración del inicio de la resistencia popular contra el golpe cívico-militar de Estado de 2009.

Una movilización que vio a la comunidad LGBTI en primera línea contra los asesinos en uniforme y los de saco y corbata, poniendo el pecho a las balas y sumando mártires igual que tantos otros sectores organizados y no de la sociedad hondureña.

Catorce años después y con el partido, que surgió como brazo político de aquella resistencia popular, ahora al gobierno y encabezado por la primera presidenta mujer de Honduras, Xiomara Castro, la situación de la comunidad LGBTI sigue siendo difícil.

Según datos del Observatorio de la Red Lésbica Cattrachas, ya son 30 las personas LGBTI asesinadas en lo que va del año, entre ellas 12 hombres gay, 10 mujeres lesbianas y 8 transexuales.

De continuar así, el 2023 podría pronto convertirse en el año más mortífero para la comunidad LGBTI hondureña.

Entre 2017 y 2022 se registraron 196 muertes violentas de personas LGBTI y 3 casos de desaparición, siendo 2022 y 2019 los años más violentos con 43 y 40 asesinatos respectivamente.

Desglosando estos datos se evidencia que los hombres gays son los más atacados mortalmente (115), seguido por las personas trans (43) y las mujeres lesbianas (38).

Hasta la fecha, entonces, en Honduras se contabilizan 226 personas Lgbti víctimas de muerte violenta y 3 desaparecidas (dos mujeres trans y un hombre gay).

Desde el golpe de 2009, suman 459 las personas de la diversidad sexual asesinadas en casi total impunidad. Del total de víctimas mortales, el 57 por ciento eran hombres gais, un 20 por ciento mujeres trans y el 14 por ciento lesbianas.

Impunidad consolidada

De las 196 muertes violentas de personas de género diverso y las tres desapariciones sólo se han judicializado 49 casos (24,6 por ciento), y se han obtenido sentencias condenatorias en 13 de ellos (6,5 por ciento).

De las 30 muertes violentas de este año fueron judicializadas 5 (16,7 por ciento).

El Observatorio de Cattrachas explica, además, que en ninguno de los casos con sentencia condenatoria se ha aplicado el agravante por odio a la orientación sexual e identidad de género, contemplado en el código penal.

Fuente: Rel UITA
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