Antes de afrontar un juicio que podría enviarla a prisión por 30 años, Fujimori buscará tentar la presidencia por cuarta vez para lograr impunidad.

Keiko Fujimori, la candidata de la derecha que fue derrotada en las últimas tres elecciones presidenciales consecutivas (2011, 2016 y 2021) planea volver a postular por cuarta vez.

Pese a que lo descartó antes, Fujimori sabe que le sobran razones para hacerlo: el juicio que podría mandarla a prisión por presunto lavado de dinero y organización criminal está cada vez más cerca de iniciarse.

De no lograr tumbarse el proceso judicial en su contra controlando el aparato de justicia —como se ha propuesto hacerlo desde el Congreso—, la Presidencia de la República sería lo único que le garantizaría impunidad.

Cuarto intento

El domingo 18 de junio, Fujimori reapareció públicamente a través de dos entrevistas en medios masivos de difusión para anunciar que no descarta postular por cuarta vez al sillón presidencial.

“Si dicen que no le ganó ni a un panetón cuál es el problema”, dijo sonriente la heredera del exdictador Alberto Fujimori (1900-2000), quien cumple prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción.

De inmediato, muchos recordaron que la propia dirigente de Fuerza Popular había descartado postular a la Presidencia si es que la mandataria Dina Boluarte convocaba a nuevas elecciones anticipadas.

Pero Keiko ya tenía una respuesta bajo la manga. “He sido tajante en señalar que frente a un adelanto de elecciones no postularía, pero hacia adelante, no he tomado esa decisión”, aseguró.

Esta no es la primera vez que Keiko cambia su versión. En 2016, en plena segunda vuelta, aseguró que para las elecciones de 2021 no habría ningún candidato que se apellide Fujimori.

Mintió. Perdió en 2016 frente a Pedro Pablo Kuczysnki y volvió a postular en 2021, donde cayó frente a Pedro Castillo, sucedido hoy por Boluarte tras intentar sin éxito un golpe de Estado.

Keiko Fujimori volverá a tentar la presidencia por cuarta vez. Alcanzar impunidad frente a un juicio en su contra es lo que la mueve. Foto: Andina

En busca de impunidad

Lejos de tentar la presidencia para atender demandas de poblaciones históricamente postergadas, Keiko Fujimori tiene una razón fundamental para volver a postular: evitar ir a prisión.

El juicio por presunto lavado de dinero y organización criminal que se sigue en su contra podría iniciarse en los próximos meses. La Fiscalía pide 30 años de prisión para ella por estos delitos.

Fujimori es acusada de lavar millones de dólares de la constructora Odebrecht y de otros empresarios peruanos que le entregaron dinero en maletas para sus campañas políticas de 2011 y 2016.

Para tumbarse este proceso judicial, Fujimori sabe que necesita controlar el sistema de justicia y es precisamente lo que se ha propuesto hacer desde su poder de facto en el Congreso.

Gracias a las movidas de su partido Fuerza Popular y sus aliados parlamentarios, ya controla el Tribunal Constitucional (TC), la Fiscalía de la Nación y la Defensoría del Pueblo.

De hecho, el 21 de junio el Congreso adoptó una decisión que permitiría la reelección de Patricia Benavides, afín al Congreso capturado por el fujimorismo, como Fiscal de la Nación hasta 2027.

El fujimorismo y sus aliados van detrás ahora de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), el organismo encargado de nombrar, investigar, ratificar y destituir a jueces y fiscales de todo el país.

Capturar la Junta Nacional de Justicia (JNJ) es el próximo objetivo de la coalición liderada por el fujimorismo para favorecer a Keiko Fujimori.

Ya dieron un primer paso al elegir a Josué Gutiérrez como defensor del Pueblo, pues este será el encargado de presidir el comité que seleccionará a los próximos miembros de la JNJ, en un proceso que iniciará a mediados de 2024.

Pero, si por algún motivo, el intento por capturar el sistema de justicia para tumbarse el proceso judicial fracasara, Fujimori considera aún una opción para conseguir impunidad: postular a la Presidencia.

Para ello, su aparato legislativo ya está en marcha e impulsa iniciativas para someter a los titulares del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y el Organismo Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

Según Fujimori, con las actuales autoridades de los entes electorales que no cedieron ante sus reclamos infundados de un supuesto fraude electoral en las últimas elecciones, será casi imposible llegar al sillón presidencial.

Keiko Fujimori, que ya estuvo presa en dos periodos cortos de manera preventiva, sabe que tiene todas las de perder, pero está decidida a intentarlo una vez más.

No es para menos: la prisión está a la vuelta de su esquina y esta vez sí podría ser de manera definitiva y por un largo periodo. Por lo pronto, tiene impedimento de salida de Perú dictada por un juez el 31 de mayo último por 36 meses.

 

Foto: Andina.