La muerte de Antonio Sueyo, quien vivió hasta su juventud en situación de aislamiento en los bosques de la Reserva Comunal Amarakaeri, ha consternado a las comunidades de su región.

Antonio Sueyo Irangua, más conocido como “Sontone” y uno de los últimos sabios del pueblo indígena Harakbut, falleció la tarde del 17 de mayo, en el hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado, región Madre de dios.

La muerte de “Sontone”, quien vivió su niñez y adolescencia en situación de aislamiento en los bosques de lo hoy que es la Reserva Comunal Amarakaeri, ha consternado a las comunidades de su región.

Así lo señaló la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) que expresó su pesar por la partida de “Sontone”, quien pertenecía a la comunidad nativa Amarakaeri Boca Inambari.

“Desde el cielo continuarás guiando y protegiendo a tu pueblo, descansa en paz Antonio Sueyo Irangua ‘Sontone’, que el señor todopoderoso te tenga en su gloria”, escribió la organización.

Libro emblemático

El Ministerio de Cultura también lamentó su partida y compartió en su memoria el libro “Yo soy Sontone. Memorias de una vida en aislamiento”, que el líder indígena escribió con la ayuda de su hijo Héctor Sueyo Yumbuyo.

Este libro da a conocer las condiciones de vida que tuvo Antonio Sueyo cuando estaba alejado del resto de la sociedad. También narra su experiencia al iniciar un contacto con los dominicos.

Como se ha señalado, Sontone vivió en aislamiento hasta su juventud en la Amazonía. Recién, en la década del cincuenta, el pueblo Harakbut fue contactado junto con miembros de su pueblo por misioneros dominicos.

El libro fue escrito en primera persona gracias al laborioso y consistente apoyo de Héctor Sueyo, hijo de Sontone, y representa un extraordinario aporte a la memoria histórica del Perú.

Puedes revisar el libro «Yo soy Sontone», que relata su testimonio aquí: http://bit.ly/3OkGLkt

Héctor, es sociólogo por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, y dicta la cátedra de Antropología y Etnografía Amazónica en la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios.

Fue gracias a esa relación especial padre-hijo fue posible narrar su historia personal en primera persona, así como explicar la cultura, cosmovisión, los saberes y costumbres del pueblo Harakbut cuando vivía en aislamiento.

A lo largo de una década de trabajo la publicación entrega en sus tres capítulos los cambios acontecidos por los pueblos amazónicos durante el siglo XX y el impacto de las pandemias que diezmaron a los pueblos en aislamiento.

Aunque al inicio no contó con el apoyo necesario, su publicación se logró gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

En enero del 2018 junto a un numeroso grupo de indígenas, Sontone recibió la bendición del Papa Francisco durante la misa celebrada en el coliseo cerrado Madre de Dios.

Líder en pandemia

Sontone también será recordado por haber dado muestras de su liderazgo en plena pandemia de la COVID-19 que golpeó duramente al Perú y, en especial, a los pueblos indígenas.

En abril de 2021, el líder del pueblo Harakbut recibió su primera vacuna contra el coronavirus, convirtiéndose en el primer nativo longevo en inmunizarse contra esta enfermedad.

Lo hizo un año después de haber estado internado en una unidad de cuidados intensivos (UCI) tras contraer el COVID-19.

Tras ser vacunado, el hombre que vivió en situación de aislamiento hasta su juventud en la Amazonía, invocó a sus hermanos indígenas a inmunizarse para evitar un cuadro grave de la enfermedad.

“Vengan todos a vacunarse porque nos podemos morir si no nos inmunizamos”, dijo en declaraciones tras recibir su primera dosis en el colegio Dos de Mayo de Madre de Dios.

El llamado lo realizó cuando aún en las comunidades existía mucha desinformación sobre los efectos de la vacuna y, por ende, muchas dudas y temores para asistir a los centros de vacunación.

El artículo original se puede encontrar en el siguiente link: https://www.servindi.org/actualidad-noticias/18/05/2023/pueblo-harakbut-de-luto-fallece-sontone-uno-de-sus-ultimos-sabios