Por Marlene Castillo Fernández*

7 de mayo, 2023.- Los pronósticos publicados recientemente en el Informe del Comité Multisectorial Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño, (EFEN), nos advierten de un escenario prolongado de calentamiento del mar peruano, en el período marcado por El Niño Costero actualmente en desarrollo y por el altamente probable Niño Global.

En consecuencia, estamos advertidos/as de la probable ocurrencia de los eventos peligrosos que se desencadenarán con estos dos Niños, en dos tiempos. Lo que unido a la alta exposición y vulnerabilidad de sociedades en territorios donde impactan dichos eventos, nos remite a pronosticar, si se concretaran, en un período de desastres acumulables socio-territoriales en la costa peruana y con mayor magnitud en Piura.

Este artículo analiza estos escenarios peligrosos, actual y pronosticado, e ilustra en el caso de la región Piura, la construcción social del desastre actual y las cifras de los daños/afectaciones a fines de abril 2023.

Se insiste en la necesidad gubernamental de aplicar una doble pista de gestión del riesgo de desastre: una, de gestión reactiva para continuar la mitigación del desastre actual (declarado en emergencia), y, otra de activar desde ahora con sentido de urgencia, la gestión correctiva para prevenir reduciendo la vulnerabilidad existente riesgosa ante el pronóstico del Niño Global, en los probables 7 meses de tregua. Gestión y actuación concertada y con participación ciudadana en cada cuenca principal.

Nunca antes habíamos encarado escenarios riesgosos en dos tiempos, entre el Niño costero actual y el Niño global anunciado (las dos versiones del FEN)

Nunca antes el Perú, la costa y especialmente Piura, encararon un escenario abierto y prolongado calentamiento del mar (marzo 2023 a marzo 2024) que se inicia con El Niño Costero actual (sur de Ecuador y norte de Perú, surge en la denominada Región Niño 1+2 o también Océano Pacífico Oriental) luego de apenas 6 años del Niño Costero 2017 (frecuencia de ocurrencia inédita), y culmina con el probable Niño Global/ENSO (Océano Pacífico Tropical, que surge en la denominada Región Niño 3+4 o también Océano Pacífico Central), de acuerdo a la tendencia actual y a los pronósticos publicados de las instituciones oficiales expertas.

Se confirma una vez más la conclusión pionera de un científico paiteño de que cada evento de El Niño tiene sus particularidades, no es exactamente igual que el anterior” (Manuel Vegas Vélez, 1996).

Este fenómeno extremo inédito, no es sólo un producto directo de la naturaleza (…), sino también de la alteración que ocasiona en esas variables y su interacción a causa del intenso y acelerado cambio climático que ha producido la actividad humana durante al menos siglo y medio.

Este fenómeno extremo inédito, no es sólo un producto directo de la naturaleza (relación océano-atmosférica donde interviene el calentamiento del mar, la dirección y velocidad del sistema de vientos vinculados y el efecto de la estacionalidad climática, por ejemplo), sino también de la alteración que ocasiona en esas variables y su interacción a causa del intenso y acelerado cambio climático que ha producido la actividad humana durante al menos siglo y medio.

Por ello habría que caracterizarlo como un fenómeno de doble causa: socio-natural. Una mayor intensidad y magnitud, así como una mayor frecuencia de ocurrencia del Fenómeno El Niño extraordinario (variabilidad extrema) está considerado como impacto del cambio climático mundial, en los Informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).

Para actuar gestionando el riesgo de desastre hay que aplicar el análisis de riesgo. Esto lo aprendí en Piura, en una consultoría para identificar los escenarios de riesgo-Piura en contexto de El Niño. El primer componente para calificar el riesgo de desastre es identificar, mapear y evaluar el impacto de los eventos peligrosos del Fenómeno El Niño, que pueden representar una amenaza (peligro) para la sociedad/territorio que están expuestos y vulnerables a ser dañados/afectados de tal modo que esta sociedad de una localidad/región/país no pueda recuperarse por sí misma, sino que requiere ayuda externa; es decir, una sociedad/territorio en una situación de desastre social. No es un desastre natural.

El sostenido calentamiento del mar frente a la costa peruana es un indicio de que puede gestarse un Fenómeno El Niño-FEN. Este Fenómeno desencadena una serie de eventos (por ejemplo, las lluvias intensas continuas que conllevan activación de quebradas/ríos, inundación, deslizamientos, huaicos, desbordes de ríos/lagunas) que pueden ser peligrosos. El principal indicador de ese calentamiento es la anomalía positiva de la Temperatura Superficial del Mar (TSM); es decir, los grados de calor por encima del promedio histórico del mar (del período 1991-2020). Una de las zonas primeras que mostró ese calentamiento fue el mar frente al muelle de Paita (Piura), que registra una anomalía de 6 grados centígrados de calor (+6) este 2 mayo (Boletín Diario Oceanográfico No. 121– IMARPE).

El escenario peligroso actual

A más de 2 meses de calentamiento del mar (marzo-abril), no cabe duda de que estamos en el contexto de desarrollo del Niño Costero. Empezó en condición de cálido débil para pasar en marzo-abril-mayo a condición de cálido fuerte. Los registros de anomalías de la TSM de esa zona-Paita nos permiten ilustrar las fases del Niño Costero actualmente en curso:

  1. Fase inicial de activación. Con anomalías positivas menores a 3 grados (+0.5°C/21 enero; +2.6°C /24 febrero). Las intensas lluvias se concentraron en la zona andina del norte. Especialmente en el Alto Piura (Chulucanas-Morropón) y la sierra piurana, activando quebradas y deslizamientos (Canchaque-Huancabamba).
  2. Fase de desarrollo del Niño Costero. Con tendencia sostenida de rápido aumento de anomalías positivas. Primero, una etapa breve, con la aparición y desplazamiento del ciclón “Yaku” con anomalías mayores de 3 grados (+3.4°C/8 marzo; +4.7°C/15 marzo; (+5.2°C/17 marzo); contexto en el que la Comisión Multisectorial-EFEN comunica que se ha pasado del Estado de Vigilancia al Estado de Alerta de El Niño Costero. Segundo, una etapa postciclón, más caliente, con frecuencia en el rango de 5 a 6 grados;(+5.6°C/17 abril; +6.2°C/26 abril). En esta fase no sólo continúan la frecuente ocurrencia de intensas lluvias en el sur de Ecuador y la costa del Perú, sino se producen desbordes de los ríos próximos a las ciudades y los campos de cultivo como está sucediendo en Tumbes y en Sullana-Paita. En la cuenca del río Piura, en el mes de marzo, por ejemplo, se produce la expansión territorial y desborde de la laguna La Niña (Sechura), activación y desbordes de quebradas o ríos (Alto y Medio Piura), colapso de drenaje pluvial e inundación en las ciudades (Piura, Catacaos, otros). En la cuenca del río Chira, en el mes de abril, por ejemplo, se producen desbordes de canales (Miguel Checa) y del río (ruptura de dique) en la zona próxima a su desembocadura en el mar (distritos de la prov. Paita).

El escenario peligroso pronosticado enero-marzo 2024

De acuerdo con el pronóstico de las instituciones oficiales expertas basados en estudios al 28 abril 2023, probablemente tendríamos calentamiento del mar prolongado debido al Niño Costero actual y a la gestación del Niño Global en el Océano Pacífico Central (Niño 3+4) que empezaría en el mes de junio de este año. No tiene certeza al 100% porque la variabilidad real no es controlada por el hombre, y la conjugación de factores tal como el efecto de la estacionalidad real (FEN en invierno) por ejemplo podrían atenuar/moderar ese calentamiento. No es una especulación tampoco. Es un pronóstico de ahora basado en modelaciones científicas y juicios de expertos de la Comisión EFEN, los que conforme se actualicen y procesen los datos conducirá a que los pronósticos se ajusten, lo que en perspectiva optimista podría darnos una tregua de 7 meses. Por ahora, el pronóstico resumido es este:

  • Por una parte, 5 meses más con el Niño Costero: mayo en condición de cálido fuerte y de junio a setiembre en condición de cálido moderado seguido de cerca por la probabilidad de cálido débil; lo que podría darnos una tregua de 4 meses.
  • Por otra parte, probablemente tres meses de tregua, desde octubre hasta diciembre, etapa en que se estaría gestando el Niño Global en la región del Océano Pacífico Central (Niño 3+4), cuya expansión/localización en el mar frente a la costa norte ocurriría el primer trimestre del año 2004, calentaría a nuestro mar en condición de cálido débil/moderado (sujeto a ajuste de acuerdo a las tendencias reales junio-diciembre).

Esas referencias son las que estarían llevando a que las autoridades nacionales del Poder Ejecutivo, incluida la Autoridad de Reconstrucción con Cambios (ARCC) adscrita a la PCM, estén recientemente afirmando públicamente que se cuenta con 7 meses de tregua climática para anticipar intervenciones como parte de la preparación ante el trimestre del Niño/ENSO.

La Tabla siguiente ilustra los pronósticos de las tres fuentes que expone y analiza la Comisión Multisectorial EFEN en su reciente publicación (28-04-2023).

En conclusión: definitivamente todos los actores, empezando por las autoridades políticas y administrativas de todos los niveles de gobierno y sectores, así como los de la ciudadanía organizada y el sector privado, tienen que revisar las políticas/planes/medidas/proyectos/actividades que tenían programado realizar este año 2023, para priorizar aquellas que atiendan no sólo la mitigación asociada a la emergencia durante el desastre actualmente en curso, sino también incorporar, adaptar y priorizar alternativas viables en 7 meses que tengan mayor efecto reduciendo la vulnerabilidad existente en cada cuenca que corre el riesgo de desastre con el Niño Global.

A los negacionistas del pronóstico que la descalifican repitiendo que es una mera especulación, hay que contestarles que el principio precautorio de corregir el riesgo existente se impone por la probabilidad de un mayor desastre especialmente en la costa y en el departamento de Piura que aquí desarrollamos.

Piura: escenario de desastre construido socialmente en contexto de El Niño Costero actual

El desastre es social. Es la materialización del extremo riesgo que se ha configurado cuando el fenómeno que conlleva eventos peligrosos actúa en un territorio/una sociedad que está expuesta a sus efectos e impactos y que no tiene capacidad de anticipar y actuar para evitar/reducir/resistir dichos impactos (vulnerabilidad) con sus propias fuerzas/recursos.

El desastre no es natural. Por ejemplo, el bosque seco de algarrobos, zapote y faique aprovechado para la crianza de caprinos en los desiertos del Bajo Piura está expuesto a las lluvias intensas y temperaturas extremas del Niño, pero no es vulnerable, ahí no hay desastre; contrario a lo que sucede en las ciudades y valles, las extraordinarias lluvias del Niño recargan las aguas subterráneas e impactan en la extendida regeneración natural del bosque. La vulnerabilidad se construye socialmente. Por ejemplo, el aumento del nivel de sedimentación (fondo del suelo) en el cauce del río Piura, después del Niño Costero, durante esos 5 años no se hizo descolmatación efectiva; en consecuencia, la ciudad se inundaría con un caudal (1,950 m3/s) que representa el 56% de caudal desbordable de marzo del 2017.

De modo similar, la capacidad de almacenamiento de agua de la represa Poechos en la cuenca del Chira, a casi 50 años de operatividad, ha disminuido en más del 50%, por el alto nivel de sedimentación del suelo; por lo que ha aumentado el riesgo de descarga peligrosa de agua al río Chira, por el aliviadero, como sucedió a fines de abril de este año.

Pasemos a mostrar la responsabilidad pública/privada en la construcción del riesgo de desastre actual en el contexto del Niño Costero. Seleccionando las noticias que incorporan evaluación ciudadana/municipal de las causas que podrían explicar el desastre que están sufriendo, ilustramos los tipos de irresponsabilidad pública-privada que configuran esta vulnerabilidad riesgosa en los desastres en Piura, con 8 casos.

  1. Obras de prevención en el río Piura para evitar la inundación no fueron priorizadas el 2019 por las autoridades locales, regionales ni nacionales. Noticia de hace más de 3 años (Diario Correo; 15-09-2019):“El especialista hidráulico del Colegio de Ingenieros de Piura, Andrés Farfán Albán, señaló que existen obras de prevención en el río Piura que no han sido priorizadas por las autoridades y que son vitales para evitar nuevas inundaciones. Una de estas acciones preventivas es el mantenimiento de los puentes que se ubican a lo largo del cauce del río Piura y que actualmente se encuentran deteriorados tras el fenómeno de El Niño Costero del 2017.  (…)  no se ha evaluado cómo se encuentran estos puentes ni se ha verificado si resistirán las grandes avenidas de agua en el próximo periodo lluvioso.

    Se debe ampliar la longitud el puente Cáceres unos 80 metros para ganar área hidráulica y reducir las velocidades erosivas y turbulentas, y así evitar un posible colapso”, señaló Farfán (…) Otra de las acciones inmediatas señaladas por el miembro del Colegio de Ingenieros de Piura es el enrocamiento del dique derecho a la altura de la zona de Quinta Julia para evitar inundaciones en esa zona.

    “Falta una Autoridad Autónoma del río Piura que controle y fiscalice todos los proyectos del río en el casco urbano y Bajo Piura, ya que actualmente no hay un consenso entre las autoridades con respecto a las medidas técnicas que se deben adoptar”, indicó Farfán.

    Sobre la colocación de las geobolsas en el dique izquierdo del Bajo Piura, señaló que esa alternativa se usa en situaciones de emergencia y es temporal. No estamos en emergencia, debemos tomar acciones técnicas inmediatas de prevención ante un posible fenómeno lluvioso, el enrocado es una solución más duradera y rentable”.

  1. Negligencia en el ejercicio de funciones de la entidad competente de asegurar la descolmatación del río Piura post-Niño costero 2017. Especialista de la Udep: Urge conocer el nivel de sedimentación del cauce del río y de la pendiente del fondo del río Piura, después del Niño Costero 2017, en puntos críticos de su recorrido por la ciudad hasta su desembocadura. En la noticia (Radio Cutivalú, 10-03-2023):
  1. Obstrucción de cauces con materiales de arrastre de obras del sector privado, sin fiscalización ni sanción. Caso de deslizamiento y destrucción de vía y viviendas en Canchaque (Huancabamba). Título de la noticia: “Responsabilizan a empresa Málaga por huaico ocurrido en Canchaque” (Radio Cutivalú, 16-03-23):“Ilbic Arrieta Vásquez, dirigente de Palambla, señaló que el huaico ocurrido en la noche del miércoles no es producto de las intensas lluvias sino producto de la irresponsabilidad de la empresa Málaga, constructora de la carretera Canchaque- Huancabamba.

    “La empresa ha dejado toneladas de tierra abandonada en la cabecera de Puente Fierro y Cruz Blanco donde nace el río Piura. Esto lo denunciamos hace dos años” (…) Arrieta indicó que el peligro fue advertido a los congresistas piuranos Miguel Ciccia y Heidy Juarez pero “no hicieron nada”.

  1. Construcción de carreteras sin considerar el ámbito de mayor impacto de activación de lagunas, que además ya tienen antecedentes en los pasados FEN extraordinarios. Es el caso emblemático hecho noticia digital titulado: “Incremento de la Laguna la Niña destroza la carretera Bayóvar – Chiclayo” (Radio Cutivalú; 21-03-2023):“La carretera está represando las aguas del río Piura porque las alcantarillas son pocas y no tienen la capacidad suficiente para que toda el agua que viene del río Piura pase a la zona de Reventazón”, explicó Reyes Ruiz. Reyes Ruiz indicó que el puente está destruido y luego de que baje el nivel del agua se debe construir el puente que ha sido planteado en el Plan Maestro del río Piura y así evitar un nuevo colapso ante un posible Niño Costero.

    Señaló que como la carretera se ha convertido en un dique y el agua al no fluir hacia el mar ha tenido como consecuencia que esta llegue al Estuario de Virrilá afectando a los maricultores. con sus sembríos de concha de abanico. El funcionario añadió que se debe hacer el encauzamiento del canal Chutuque para que el agua fluya”.

  1. Expansión insegura/invasiva de la urbanización – viviendas, grifos, centros comerciales, carreteras – en las cuencas ciegas/depresiones de la ciudad de Piura y sin que la autoridad competente asegure la correspondiente red de drenaje pluvial. La exposición detalladamente mapeada de la construcción de esta vulnerabilidad crítica puede revisarse a modo de hilo (06-04-2023) en el siguiente link:

  1. Corrupción en elaboración de expedientes y construcción de obras de defensas ribereñas. El caso reciente, con tres noticias. Por una parte,  noticia titulada: “Losas de defensas ribereñas del río Piura colapsan a menos de 5 meses de inauguradas” (El Tiempo, 20-04-2023): el Decano del Colegio de Ingenieros de Piura, Hermer Alzamora Román:Al parecer por las juntas de dilatación estaría filtrando el agua, la misma que al ingresar si no está bien puesta la geomembrana o tal vez no tiene geomembrana, empieza a lavar los finos, es decir la tierra, la arena lo que significa que empezaría a erosionar y no se actúa de manera inmediata va a desbaratar el talud (Inclinación de un terreno). Gracias a dios que el agua nos está dando una tregua porque si sube el nivel puede afectar el resto de losas y perjudicar varios tramos de la ribera, porque esas fisuras (en las juntas de dilatación) ya se están evidenciando en otros espacios. Ahora con el río lleno de agua no se puede trabajar de manera adecuada, así que por ahora solo pueden parchar por el momento. la empresa Pronte debe responder ya que esta obra cuenta con una garantía de hasta 7 años”, señaló el especialista

    (…), dichas defensas serían para proteger por 100 años a la población, hecho que al parecer no se estaría cumpliendo hasta el momento; peor aún, en esta obra se invirtieron cerca de S/ 500 millones”. Por otra parte, el diario La República (22-04-2023):

    “la Contraloría realizó una auditoría de cumplimiento al contrato inicial de esta obra y se identificó presunta responsabilidad penal, civil o administrativa en 23 funcionarios y ex funcionarios del Gobierno Regional por sobrevaloración de precios y otras irregularidades. En esa línea, apuntó que la entidad fiscalizadora informó sobre 27 situaciones adversas durante los años 2017 y 2021 con respecto al procedimiento de selección, expediente técnico, ejecución de la obra, supervisión y contratación directa para el saldo de obra”.

    Recientemente (El Tiempo, 04-05-2023): “Se repite la historia. Esta mañana se reportó un nuevo colapso de las losas de las defensas ribereñas del río Piura. Este hundimiento de la infraestructura que tiene menos de un año de inaugurado se ubica entre Los Ejidos y el «cuarto puente» de Castilla”.

  2. Construcción de puente estrechando el cauce del río (invadiéndolo ganan terreno para negocios) a su paso por la ciudad de Piura. Al respecto, cinco años antes de la importante revelación reciente del especial de la “La Encerrona” (01-05-2023), ya en el 2018, el arquitecto Gianella aseguró que la inundación que sufrieron las ciudades de Piura y Castilla en marzo de 2017, pudo haber sido potenciada por la forma en que se construyó el Puente Cáceres. Según el especialista, esta construcción estaría contribuyendo a la estrechez del cauce del río Piura” (…).«El puente Cáceres se concluyó en 1995 sin respetar normas de diseño y estrechando el cauce del río mediante el relleno de la plataforma fluvial que existía en su margen izquierda (Castilla). Como resultado, en marzo de 2017 actuó como represa más que como puente», sostuvo en ese entonces para Factortierra.net (Radio Cutivalú, 24-04-2023).
  1. Inacción de autoridades competentes ante reclamos de mantenimiento y reforzamiento de diques, antes y durante la actual emergencia. Es el caso de la noticia reciente (RPP; 01-05-2023):“El último sábado 29 se registró la ruptura del dique 1020, ubicado en el Bajo Chira, Piura, lo que ocasionó la inundación de tierras aledañas. Las autoridades se encuentran habilitando lugares de refugio para la población (…), el alcalde del distrito de Colán, Gerardo Távara, en diálogo con RPP Noticias, indicó que una eventual ruptura del dique fue advertida a las autoridades regionales competentes, pero que no se hizo nada por evitarla (…) «Hace 15 días, venimos en conversaciones con el PECHP que, prácticamente, es el encargado del dique (sobre) la crecida del río Chira en las últimas semanas y le hemos solicitado la protección del dique en esa zona», señaló en Ampliación de Noticias. «Pero la inacción de ellos, prácticamente, ha ocasionado que, en una noche, el río socave el dique en solo dos horas. Intentamos todos los esfuerzos con la maquinaria que teníamos en el distrito, pero fue imposible» (…).

    «El dique fue construido en el año 1992 y, desde ese momento, ya no se le ha dado mantenimiento. Todos los peñascos que se pusieron de protección al dique en ese año, las lluvias y los fenómenos del Niño que hemos tenido (han hecho que) ya prácticamente esa protección no exista. El dique está expuesto en varios puntos» (…) «Todos los campos de cultivo están perdidos. Vivimos una desesperación económica porque es una zona totalmente agrícola y, con este desastre del río, prácticamente, estamos en condiciones de desprotección (…) «Tenemos aproximadamente 3500 hectáreas en las cuales los sembríos se han perdido. Tuvimos que evacuar y algunos agricultores pudieron sacar sus caballos, sus vacas; pero animales menores como cerdos, gallinas, no han podido salir», remarcó.

La magnitud del desastre actual, producto socio-natural.

El desastre es la materialización del riesgo construido. Pasamos a comparar cifras del desastre del Niño Costero 2017 y del desastre en curso del actual.

El Niño Costero 2017 duró 5 meses y medio, los primeros registros de anomalías positivas datan de mediados de diciembre 2016 y se prolongó ese calentamiento del mar hasta mayo del 2017. Fue calificado de Niño Extraordinario (la máxima categoría de intensidad, después de Niño Cálido Fuerte), en ese contexto de extrema peligrosidad de los eventos desencadenados se produjo desastres en 13 de los 24 departamentos del país. La magnitud de estos desastres se mide estadísticamente por la cantidad de daños y afectaciones, en este caso el INDECI reportó a nivel nacional: 1 millón 783,000 personas entre damnificadas y afectadas; 414,000 viviendas entre destruidas y afectadas; 131,611 hectáreas de cultivo entre destruidas y afectadas, entre otros tipos de afectación (Boletín estadístico virtual de la gestión reactiva-INDEC-Julio 2017).  Los departamentos con más daños/afectación de diverso orden fueron Piura y La Libertad.

Comparativo en el caso del departamento de Piura. El Niño Costero 2023 tiene algo más de 2 meses y ha sido calificado de Cálido Fuerte. Al menos en el departamento de Piura (que cuenta con data actualizada al 29 de abril en la tarde) los daños en Piura actuales equivalen al 34% de personas afectadas respecto al Niño Costero del 2017 (160,369 respecto a 464,974), al 67% de las viviendas afectadas (56,485 respecto a 83,957); al 35% de la superficie en producción agrícola destruida y afectada (5,420 hectáreas respecto a 15,342 ha).

No son todos los tipos de daños/afectaciones, se ha seleccionado las que se pueden comparar, pero hay otras como el de las aulas destruidas, inhabitables y afectadas que suman 2,508 en el actual contexto; además de centros de salud y carreteras afectados. Otro impacto del efecto combinado de extrema pluviosidad con estancamiento de aguas y altas temperaturas atmosféricas, es la expansión del dengue: 17,431casos registrados oficialmente, según el reporte de DIRESA- Ministerio de Salud al 2 mayo; la región con más casos s nivel nacional. Ver la Tabla adjunta.

No hay video oficial que nos esté mostrando la magnitud del desastre en curso, así como las principales acciones realizadas, a fin de informar y sensibilizar a la ciudadanía nacional y especialmente limeña e incentivar su solidaridad. Se está invisibilizando, porque seguramente se ha evaluado que sería aumentar la conflictividad social y empeoraría la imagen pública y el creciente divorcio popular del gobierno, puesto que las autoridades máximas de los poderes Ejecutivo y Legislativo no están respondiendo como se necesita.


* Marlene Castillo Fernández es ingeniera agrónoma por la Universidad Nacional Agraria La Molina. Nació en Aija, en Áncash, pero en la actualidad vive en Lima.

El artículo original se puede leer aquí