La cumbre anual de líderes del Grupo de los Siete (G7) comenzó hoy viernes en la ciudad occidental japonesa de Hiroshima en medio de oleadas de protestas.
Cientos de manifestantes de todo el país, incluso del extranjero, se reunieron en el parque Funairi Daiichi de Hiroshima, no lejos de la sede de la cumbre, para denunciar al bloque que señala con el dedo y anuncia su propia versión del orden mundial.
En el lugar se vieron enormes pancartas y carteles que decían «G7 basura», «No a la guerra» y «No a la alianza militar entre Japón y Estados Unidos», entre muchos otros.
Multitudes de manifestantes se reunieron alrededor del lugar de la cumbre, coreando consignas como «¡Imperialistas estadounidenses, terroristas número uno!» «¡No más mentiras!» «¡Detengan la guerra!» «¡Detengan la Alianza QUAD!» y «¡Alto a la Alianza de la OTAN!»
Entre los manifestantes estaba Cody Urban, miembro de un grupo cívico estadounidense contra la guerra, quien dijo a Xinhua que la cumbre del G7 encabezada por EE. UU. es «una camarilla de las naciones ricas» que crea tensiones.
«Es importante para nosotros como estadounidenses venir aquí y decir que nuestra gente no está en sintonía con el Gobierno de Estados Unidos», dijo el hombre de 32 años que viajó desde su ciudad natal en el estado estadounidense de Oregón.
Agregó que los manifestantes estaban «unidos contra la agenda del G7, ya que su agenda es para los gobiernos ricos. No es una agenda para la paz y la estabilidad».
Hasta el viernes se han llevado a cabo protestas y mítines en varios lugares de Hiroshima y otras ciudades japonesas, en los que se expresó la oposición a la reunión.
Este año, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, quien ocupa la presidencia rotatoria del G7, eligió Hiroshima como sede del encuentro del grupo.
El viernes por la mañana, Kishida llevó a los líderes del G7 y sus cónyuges a visitar el Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, donde depositaron coronas de flores en el cenotafio y plantaron árboles bajo la llovizna.
Muchos entre el público japonés, sin embargo, han reprobado a Kishida por buscar sus propios intereses políticos en nombre de la ciudad que una vez fue devastada por un bombardeo atómico estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
El G7 está formado por Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Canadá y Japón.
También fueron invitados a la cumbre líderes de Corea del Sur, Brasil, Australia, Vietnam, Indonesia, India, Comoras, Islas Cook y algunas organizaciones internacionales.
Temas importantes como la crisis de Ucrania, las perspectivas económicas mundiales y el cambio climático serán tratados durante la reunión de tres días, aunque las expectativas de lograr resultados tangibles siguen siendo bajas.