El abogado Aldo Lorenzzi ha publicado “Una coalición por Lima”, un libro que busca unir a los limeños en la búsqueda de una mejor ciudad.

Por Sol Pozzi-Escot

¿Cómo surge para ti la necesidad de escribir “Una coalición por Lima”?

Somos una sociedad dividida, donde se han generado atomizaciones en un mismo espacio. Tenemos distintas realidades y sub realidades en una misma ciudad. Por eso, lanzo la propuesta de una Coalición como un espacio donde los casi 11 millones de limeños podamos articular ideas, desde el emprendedor que vende sus productos en las calles del centro, hasta las juntas vecinales en los 43 distritos. Se trata de crear un mensaje de unidad para sacar adelante nuestra ciudad fusionando ideas y propuestas, más allá de los políticos.

¿Qué entiendes por “coalición”? ¿Qué actitud deberíamos tener los limeños para sacar adelante nuestra ciudad?  

Cuando me hablan de Coalición pienso en cohesionar, en crear un bloque ciudadano en el cual podamos vernos y reconocernos con los mismos intereses como ciudadanos. Como vecinos de Lima, debemos de ser una oposición constructiva.  Más allá de los intereses políticos de ciertos grupos, debemos forjar nuestra propia representatividad ciudadana y exigir a los actores políticos que realmente representen nuestros intereses.

En el libro citas una frase de José Donoso Cortés: “En lo pasado está la historia del futuro”. ¿Lima es una ciudad que sabe cuidar su patrimonio?

La historia de Lima es cíclica, en general, la historia de nuestro país es cíclica, y el cargo de alcalde en muchas épocas de nuestra historia ha sido un cargo político. Hoy, muchos de los candidatos a la alcaldía de Lima son excandidatos a la presidencia. No necesitamos que Lima sea su premio de consuelo o su estrategia política para llegar a la presidencia, sino que sean conscientes que la ciudad tiene muchas necesidades. Por otro lado, considero que Lima tiene historia en cada rincón y eso no lo hemos sabido valorar por ignorancia.

La migración es un elemento que ha definido nuestra ciudad. ¿Es posible hablar de una identidad de Lima, cuando se trata de una ciudad de todas las sangres?

Somos una ciudad de migrantes. Pizarro pobló los primeros solares alrededor de la plaza mayor inicialmente con sus compatriotas, luego vinieron los genoveses, franceses, japoneses, africanos, y también peruanos del interior, por lo que todos hemos hecho de Lima “ la ciudad de todas las sangres”. Pero, para muchos, este rasgo ha sido motivo de discriminación, cuando debe ser una característica de unidad. Debemos empezar a construir nuestra visión ciudad, y llegar a los 500 años de fundación como una metrópoli moderna, inclusiva, que sea un atractivo turístico importante para Sudamérica, que sea un lugar potencial para negocios, y así desarrollar el real valor de la ciudad sin demagogias anacrónicas.

Del punto de vista del desarrollo de la ciudad, hemos visto que Lima ha tenido un crecimiento caótico, sin planificación seria. ¿Se puede decir que Lima es una metrópoli? ¿Qué le faltaría, si no, para ser una verdadera gran ciudad moderna?

La metrópoli es una ciudad de gran extensión y con muchos habitantes y creo que Lima es una metrópoli, sin embargo, se convirtió en metrópoli por accidente y no por un crecimiento natural como capital de un país sudamericano como el Perú. Es cierto, hemos crecido sin planificación: pasamos de las haciendas a las urbanizaciones y de los pueblos jóvenes e invasiones al desarrollo de distritos en los extremos de la ciudad, sin ningún tipo de plan concertado. Necesitamos entender que la planificación de la ciudad será la única vía para tener una Lima ordenada en todos sus aspectos y esto incluye por ejemplo que el 100% de los limeños tengan agua potable , servicios básicos y viviendas dignas, y esto pasa por un trabajo de representatividad de los intereses de la ciudad de nuestras autoridades.

Una encuesta de Datum afirma que el 47% de ciudadanos de Lima Metropolitana no está interesado en las elecciones regionales, provinciales y municipales 2022. ¿Cómo entiendes esta falta de interés?

En primer lugar, la política está desfigurada en el pensamiento del peruano y también del limeño. Hablar de políticos muchas veces es hablar de corruptos, de mafiosos y todos los adjetivos negativos que podemos imaginar. En segundo lugar, existe una precaria conciencia ciudadana y de lo que significa elegir a nuevas autoridades, por lo que necesitamos formar ciudadanos conscientes de que debemos elegir bien. En el caso de La Coalición por Lima, el trabajo que he desarrollado busca que el ciudadano conozca su ciudad y empiece a amarla. Esa frase de “nadie ama lo que no conoce” es cierta, por eso la revolución que tenemos que impulsar es la del conocimiento de nuestra ciudad y de nuestro país y su historia desde distintos ámbitos.