El nuevo gobierno anuncia aumento de policías en algunas comunas y un plan contra el aumento de la delincuencia. Ha sido promesa de gobiernos de izquierdas y derechas y los datos son malos.

De nuestra experiencia parlamentaria en seguridad ciudadana, los especialistas serios confirman que la policía es apenas un factor de la solución. La tarea integral, a partir  de la educación, los valores culturales de convivencia y el desarrollo social exige a lo menos cinco acciones integradas, sistematizadas. 1. Legislación adecuada. 2. Policía bien preparada. 3. Justicia eficaz y oportuna. 4. Sistema carcelario de castigo y rehabilitación. Algo ajeno a mentalidades  garofálicas punitivas que siguen creyendo que las cárceles deben ser como La Conciergerie que se ve en el  croquis a tinta china que encabeza estas líneas y que dibujé parado en el Pont Neuf. En París por lo demás, María Antonieta, humillada, antes de ser cruelmente  guillotinada, tuvo mejores condiciones que los reclusos hacinados en Chile y América Latina, en prisiones que son escuelas del delito. Y  5. Planes y programas controlados de reinserción social de condenados liberados.

En la crisis social chilena, a pesar que el descrédito de las instituciones incluye las policías civiles y de carabineros, la ciudadanía demanda  más acción policial. Sin embargo la misma política que los convoca a usar la fuerza del Estado contra la delincuencia, conspira contra el compromiso policial cuando ésta aún no sabe regular la justa represión con DDHH y por tanto se inhibe o se excede. Carabineros se sienten amenazados por el maximalismo, de apariencia humanista, que  exhibe el programa del presidente Boric cuando la letra amenaza que  eliminará la diferencia entre oficiales y suboficiales y que  en su entorno político construyó un discurso de deslices  anti carabineros durante su reciente campaña. Mientras una derecha  solo pide mano dura y un sector del izquierdismo  parece pedir acción-inacción de la policía, la política muestra incapacidad por exigir y dotar a carabineros para un misión eficaz con principios humanistas y construir desde el Estado la tarea integral de los cinco factores mínimos.