El Ministerio de Relaciones exteriores surcoreano emitió este martes 29 de marzo un comunicado que expresa su “profundo pesar” al conocerse el contenido de los libros escolares de segundo y tercer año de secundaria de Japón para el 2023, en los cuales se tergiversa la historia ocurrida durante la Segunda Guerra Mundial.

En dicho comunicado le solicitan al gobierno japonés que abandone el uso de palabras que no muestran el carácter coercitivo de las acciones llevadas adelante en contra de los surcoreanos. Por ejemplo, al referirse a los trabajos forzados en minas e instalaciones militares de coreanos, no se indica la obligatoriedad forzosa de la que fueron objeto, ya que solo se utilizan las palabras “movilización” o “reclutamiento”.

También lamenta que se oculte o minimice las acciones de esclavitud sexual ejercidas sobre mujeres coreanas, conocidas mundialmente como “mujeres de consuelo en tiempos de guerra” o que se diga que Corea del Sur está ocupando islotes rocosos en el Mar del Este que Japón describe como propios.

Estas críticas sobre el tono negacionista de las autoridades japonesas recuerdan lo ocurrido en noviembre de 2021 cuando el bar Unfair de la ciudad de Osaka tuvo que dejar de utilizar la esvástica como logo. Cuando fueron increpados por apología dijeron “que no conocían” lo que encerraba el símbolo y pidieron disculpas.

De hecho, es un tema que se aborda periódicamente ya que la utilización de trajes nazis es bastante común en los juegos de roles.

La antropóloga Aleksandra Jaworowicz-Zimny, doctora de la Universidad de Hokkaido (Japón), dice en una nota publicada por la BBC que en Japón se nota “una falta de sensibilidad histórica” en el uso de la parafernalia nazi. «La sociedad japonesa no tiene el Holocausto grabado en su memoria colectiva como los europeos y los estadounidenses. No tiene abuelos que fueron torturados o asesinados por los nazis, ni monumentos que recuerden los crímenes nazis en cada ciudad», detalla.

Y agrega que para los jóvenes japoneses el uso de indumentaria nazi responde a cuestiones estéticas.

Tampoco se debe confundir las esvásticas con el símbolo budista Maji, pero la fuerte resistencia de las autoridades japonesas a asumir los errores cometidos por sus antepasados, continúa siendo un tema de discrepancia absoluta con la cercana Corea del Sur.