Fuente: Servindi.

Votaron a favor de admitir a debate la moción solo 46 congresistas cuando necesitan 52 votos. 76 congresistas votaron en contra de la vacancia y a favor de la gobernabilidad.

La votación en el Congreso para admitir a debate el pedido de vacancia contra el presidente Pedro Castillo no prosperó; pero lo más seguro es que lo vuelvan a intentar.

La derecha recalcitrante, que aún tiene sangre en el ojo por su derrota electoral, está dispuesta a dar un golpe, así tenga que disfrazar esto con una supuesta vacancia por incapacidad moral permanente.

Aunque han intentado utilizar de manera extrema la figura constitucional de la vacancia, lo cierto es que los hechos conocidos hasta hoy solo ameritan una investigación exhaustiva por las autoridades competentes.

La extrema derecha necesitaba 52 votos para que se admita a debate la moción de vacancia. Esto obligaba al presidente Pedro Castillo o su abogado a ir al parlamento a defenderse de las acusaciones.

La situación abriría paso a una votación definitiva. Si la oposición reunía 87 votos podía declarar la vacancia presidencial y destituir de su mandato al presidente quién recién asumió su investidura el 28 de julio de 2021.

Pero los resultados de la votación dieron al traste con esta primera iniciativa del afán golpista alentado por la extrema derecha en comparsa con sectores empresariales y medios de desinformación.

¿Cuándo se puede vacar al presidente?

Según el artículo 113 de la Constitución Política de 1993, al presidente solo se le puede vacar por cinco razones, que son muy extremas.

La Presidencia de la República vaca por:

  1. Muerte del Presidente de la República.
  2. Su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso.
  3. Aceptación de su renuncia por el Congreso.
  4. Salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar a él dentro del plazo fijado. Y
  5. Destitución, tras haber sido sancionado por alguna de las infracciones mencionadas en el artículo 117 de la Constitución.

Lo que la extrema derecha intentó es forzar la segunda causal: permanente incapacidad moral o física, para vacar a Castillo, cuando se sabe que este punto hace referencia a una incapacidad mental.

Lo hacen porque a falta de pruebas judiciales o una investigación contundente es el único camino que les permite “interpretar” a su modo la Constitución para inventarse una supuesta falta moral y sacar del poder a Castillo.

El camino de la destitución

El otro camino, señalado en el punto 5 de dicho artículo, es la destitución del mandatario tras haber sido sancionado por una de las infracciones señaladas en el artículo 117 de la Constitución.

Dicho artículo señala que:

El Presidente de la República sólo puede ser acusado, durante su período, por traición a la patria; por impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales; por disolver el Congreso, salvo en los casos previstos en el artículo 134 de la Constitución, y por impedir su reunión o funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros organismos del sistema electoral. (Art. 117 de la Constitución Política).

Esta es una prerrogativa constitucional que ha operado durante los diversos mandatos presidenciales, para garantizar la estabilidad de un país democrático y evitar así lo que se vive actualmente.

Permite que el presidente finalice su periodo para recién abrirle cualquier proceso judicial; pero es algo que la derecha no está dispuesta a aceptar y recurre al intento de vacancia.

Esto, pese a que dicha acción sería inconstitucional, como lo ha advertido la periodista y abogada, Rosa María Palacios.

“Lo que está haciendo el Congreso es inconstitucional por una razón sencilla: tú puedes destituir al presidente, pero solamente tras un juicio por cuatro causales”. Y ninguna se cumple.

Razones de fondo

Sea cual fuese el argumento legal para frenar la patraña de la vacancia contra Castillo, lo cierto es que la extrema derecha está muy lejos de cesar en sus intentos.

Lo que está en juego para este sector es más que la caída de Castillo; es evitar que Keiko Fujimori vaya a prisión y que Rafael López Aliaga evite pagar sus cuantiosas deudas tributarias.

Es decir, más allá de las motivaciones, faltas y supuestos delitos que deben investigarse quieren vacar al presidente, con cualquier pretexto, porque es una necesidad política de sobrevivencia para los jefes de esas agrupaciones.

Si las últimas revelaciones periodísticas deben motivar algo, son investigaciones exhaustivas para identificar a los responsables, un hecho que desde el Ejecutivo se respalda.

Impulsar la vacancia presidencial en este contexto no es más que un golpe de Estado.

El artículo original se puede leer aquí