Por Doris Balvín

En el marco del Encuentro abierto del Nuevo humanismo, denominado “El ser humano como valor central” reflexionamos sobre la situación ambiental global y sus efectos en la salud.

¿Cuál es el estado de la situación ambiental global hoy y quienes son los responsables?

En la 26va Conferencia de las Partes sobre cambio climático la Secretaria Ejecutiva de las Naciones Unidas, Patricia Espinoza dijo que enfrentamos una emergencia climática dada la evidencia, en este último año, de la “… devastadora pérdida de vidas y medios de subsistencia…”; y refirió que “…estamos en camino de un aumento de la temperatura global de 2,7°C…”, cuando deberíamos dirigirnos “…hacia la meta de 1,5°C…”.

El último informe basado en la ciencia del Panel Intergubernamental frente al Cambio Climático (IPCC) refiere que, en los escenarios analizados, enfrentaremos cambios irreversibles aun cuando se logre bajar a cero grados centígrados el incremento de emisiones de gases efecto invernadero; y que muchos de estos cambios serán irreversibles durante siglos o milenios, como los cambios en los océanos, en las capas de hielo, y el nivel del mar.

La vida como la conocemos está en riesgo, enfrentamos una crisis climática y ecológica de planetaria de carácter existencial y corresponde dar respuesta en dirección de la evolución de la vida evitando entrar en el denominado punto de no retorno, es decir en el colapso climático.

¿Cuál es la raíz del problema que enfrentamos?

Según el IPCC el calentamiento global tiene causa humana; sin embargo, sería conveniente precisar que decir que tiene causa humana es insuficiente pues los responsables están identificados; y que su raíz está en el sistema de organización social que cosifica al ser humano y que pone en grave riesgo al ecosistema que lo sustenta, es decir la evolución de la vida. Ya en 2017 el informe del Carbon Majors Proyect, responsabilizó a 100 productores de combustibles fósiles del 71% de las emisiones de gases efecto invernadero desde el año 1988; y que la mitad de estas emisiones pueden atribuirse a tan sólo 25 productores empresariales y estatales.2

¿Cómo se expresa la crisis climática y ecológica en la región latinoamericana?

Según la CEPAL, existe una asimetría fundamental entre emisiones y vulnerabilidad. Las emisiones totales de la región representan solo el 8,3% de las globales, pero, al mismo tiempo, la región es particularmente vulnerable al impacto del cambio climático dadas sus características geográficas, climáticas, socioeconómicas y demográficas.3 A los efectos de la crisis ecológica que enfrenta por la degradación y contaminación de los ecosistemas, ya suman los impactos del cambio climático. Los actuales problemas ambientales derivados de la estructura productiva extractivista; así como la ocupación de zonas de alto riesgo -dadas las condiciones de desigualdad social, de pobreza y pobreza extrema- son ya gatilladores de la multiplicación de los conflictos socioambientales, la retroalimentación de la degradación ambiental y la profundización de las vulnerabilidades climáticas y sus efectos en la salud.

La región se encuentra atada a una economía primario-exportadora que tiene además una tendencia a bajar su productividad y un mayor impacto en su huella de carbono; es decir, una economía que mantiene el circulo vicioso de la crisis climática y ecológica. El Sur se enfrenta a la necesidad de repensar el rol que juega en la economía global en el contexto de emergencia climática, a fin de cortar el circulo vicioso que alimenta el cambio climático, que cosifica al ser humano, y que tiene graves efectos en la evolución de la vida y en la salud humana.

Algunos apuntes sobre la relación crisis climática y salud

Dejemos señalados algunos eventos climáticos y de degradación ambiental relevantes que hoy vienen impactando negativamente en la salud humana y que requerimos remontar:

  • La periodista francesa, Marie – Monique Robin, señala que el mejor antídoto contra la próxima pandemia es preservar la biodiversidad pues su destrucción está en el origen de las zoonosis -enfermedades provocadas por patógenos que se transmiten de la fauna silvestre al ser humano y, muy a menudo, a través de los animales domésticos-.4
  • REHUNO denunció en Pressenza, que la deforestación del bosque amazónico -para producir proteína animal para los mercados del Norte- es causante del 45% de las emisiones de gases efecto invernadero en Brasil, con efectos en la bajante de las aguas del río Paraná a niveles catastróficos para las poblaciones costeras, los ecosistemas y la salud.5
  • Viernes por el Futuro Perú, denunció el fallecimiento de Esmeralda Martin Añasco una de las niñas contaminadas por metales pesados, en la ciudad de Cerro de Pasco que convive con el tajo de la mina Volcan. Existen muchos más niños que tienen altos niveles de plomo en la sangre, con problemas de crecimiento y aprendizaje y sangrados en la nariz.6
  • Según el último reporte de The Lancet Countdown las muertes atribuibles al calor aumentaron en un 152 %; y que el Perú el segundo país de Sudamérica con mayor tasa de mortalidad debido a la contaminación atmosférica.7 En caso peruano es alarmante, el año 2017 el gobierno relajó los estándares de calidad del aire incrementando el valor del dióxido de azufre y el material particulado; ahora se permiten en la atmósfera picos de emisiones de SO2 en más de 12 veces -respecto a los anteriores- a sabiendas que los picos de contaminación de 10 minutos y de una hora son los más graves para la salud.

En conclusión: queda claro que enfrentamos una encrucijada, que son pocos los responsables y cómplices; que el ser humano está lejos de ser el valor central en esta sociedad -como puede verse en las consecuencias que tiene la crisis climática y ecológica en la salud humana-; y que requerimos dar respuesta a esta encrucijada en dirección evolutiva. Será necesario dejar de aceptar como “natural” este sistema productivista y consumista que beneficia a unos cuantos; apoyar la acción climática de las organizaciones sociales, pueblos indígenas y los colectivos ambientalistas y en especial la juventud; desarrollar o apoyar las experiencias locales de economía solidaria que privilegian la producción local y agroecológica; promover los desarrollos científicos puestos al servicio de la vida; pero en especial profundizar en nuestro interior para conectar con el sentido de la evolución de la vida y nuestro propio sentido.

Doris Balvín es investigadora senior del Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización, Lima (Perú), especialista en ecología social.

3 CEPAL, 2020, “La emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe ¿Seguimos esperando la catástrofe o pasamos a la acción?” Naciones Unidas, 2020, Santiago de Chile.

4 Marie – Monique Robin, 2021, «El mejor antídoto contra la próxima pandemia es preservar la biodiversidad», viernes 26 de febrero 2021 https://www.soberaniaalimentaria.info/otros-documentos/debates/834-entrevista-marie-monique-robin

5 REHUNO, 2021, “Río Paraná en bajante, causas y efectos. https://www.pressenza.com/es/2021/09/rio-parana-en-bajante-causas-y-efectos/

7 Ojo Público, 2021, “El estrecho vínculo entre la crisis climática y la salud de los peruanos” https://ojo-publico.com/3129/el-estrecho-vinculo-entre-crisis-climatica-y-la-salud-publica, 31 de octubre 2021